Ella no sabia cómo reaccionar, si ya lo había besado antes tanto borracha como cuerda, pero esto era inesperado. José la tomó por la cintura y la pego a él, fue ahí cuando se dejó llevar. Se alejaba un poco pero la volvía a pegar a su cuerpo.
-Pepe ya hay que ir....- dijeron abriendo la puerta. Y ellos saltaron del susto, pensando en que seria algún directivo del colegio, ya que, aún que fuera mayor de edad, él código laboral prohibía las relaciones maestro-alumna.
-Perdón.- dijo- No quería espantarlos.
-Pues queriendo o no lo hiciste. - le dijo Judith a Eduardo.
-Lo siento.- dijo de nuevo.
-¿Me lo devuelves?.- le dijo y en esta ocasión si lo hizo.- Gracias.- fue a la puerta, se despidió de Eduardo.- Nos vemos otro día.- y se fue a su clase siguiente.
-¿Qué fue eso?.- preguntó Eduardo.
-Un trueque solamente.- dijo José con una sonrisa en el rostro.
-¿Te gusta?.-
-Algo.
-Alvaro te va a matar, lo sabes ¿verdad?
-Si. Pero vale la pena.
-Vaya, ¿Desde cuando tan romántico?.
-No es romanticismo, sólo que, bueno, es una buena chica y si me gusta. Ya lo dije, ya lo acepté, me gusta. Ya.
-¿Ya no es la malcriada?
-Si, sigue siéndolo, pero ahora un poco menos.Judith terminó sus clase y fue directo al estacionamiento donde había aparcado y ahí se encontró con una sorpresa. José estaba recargado en su coche, fumando un cigarro y en el cofre de su auto estaba un pequeño ramo de margaritas tendido.
-Hola.- le dijo al verla.
-Hola.- dijo ella acercándose a su auto, cuidando su espacio personal. El tomó las flores, se las dio a Judith y ella ya habiendo dejado sus cosas dentro del auto las aceptó.- gracias, las Margaritas son mis favoritas.- dijo con un poco de sentimentalismo.
-Gracias por el dato.- ella no sabía como agradecer el gesto.- ven.- le dijo e hizo una seña con el dedo para que se agachara, ya una vez lo hizo, le besó cortamente los labios. Y el soltó una risa.- eres lista y rápida. Eso me gusta.
-¿Quieres aventon?. Esta muy nublado y no tarda en llover.
-Si tanto insistes, pero con una condición.
-¿Cuál?.- giró los ojos.
-Yo conduzco.- casi se le salen los ojos de las órbitas.- anda le... ¿si?
-Sólo.....- soltó el aire que traía guardado.- ten cuidado.- acarició el capó de su mini-Cooper.- es mi bebé.
-Si.- y le entregó las llaves.- gracias.- le dijo, para después plantarle un beso en los labios.
-Se te está haciendo costumbre, ¿no crees?.- y le robó otro, pero este era más largo.- ¿Si.... sabes ..... que..- decía entre besos.- aún estamos.... en.... el..... colegio?.- emitió un sonido en sus labios de afirmación.- Ya..- dijo separandolo.- alguien nos puede ver.
-¿Y luego?.-
-Pues que a parte que te despiden, le hablan a mi padre y el te mata.- y su semblante cambio a uno de espanto.- bueno, anda, subamos al auto.
El se dirigió a la parte del copiloto con ella y le abrio la puerta, cuando Judith ya estaba dentro cerró la puerta, le dio la vuelta al coche y luego subió él.Llegaron a unos lotes de departamentos, subieron al piso 3 en el apartamento 307, abrió la puerta y era el típico apartamento de soltero, pero estaba limpio.
-No es tan grande como tú casa.- dijo abrazandola por la espalda.- pero bueno, tan si quiera esta limpio.
-Me trajiste aquí, ¿Por que razón?.- dijo acusadora.
-Por que te voy a raptar.
-Dios no.- dijo fingiendo preocupación, la giró por las caderas, se acercó para besarla y ésta lo aceptó.Fueron caminando así hasta el sofá y ahí se recostaron él arriba de ella. Los besos cambiaron de dirección, fueron hacia el cuello de la chica, provocando que un pequeño jadeo saliera de sus labios. Traía una camisa negra de botones así que le fue fácil desprenderlos.
Le pasó la boca por el pecho haciéndola temblar.
Sus manos fueron al pecho de José deshaciéndose de la camisa que este vestía. La tiró al suelo y acaricio su torso desnudo. Volvieron a juntar sus bocas y con un poco de agilidad entre los dos retiraron los jeans que ella vestía.
José estaba sediento de ella, de probar sus labios cada vez más y su cuerpo por primera vez, su ágil mano se dirigió a la espalda de Judith, desabrochando su sostén y retirandolo lentamente de su cuerpo con los dientes. Por segunda vez veía sus hermosos y redondos pechos. Le encantaban.
-Deja de mirarme así.- dijo agitada.
-¿Por que?
-Me da pena.
-No debería, eres hermosa.- y volvió a besarla.
Judith se fue enderezando y quedaron sentados, ella en su regazo con las piernas a horcajadas, una de cada lado, José colocó sus manos en el trasero de Judith. Se dedicó a besarle el cuello, pero fue más rápido y una de sus manos ya estaba en uno de sus pechos, mientras la otra en la misma posición de antes.
Un ligero gemido salió de los labios de él al sentir el contacto de los dientes de la chica en su cuello. Y fue en ese momento donde el timbre sonó.
Los dos se miraron, como dudando de si abrir o no, se levantó de sus piernas y pudo notar que el pantalón de José estaba más abultado de lo normal, éste se avergonzó un poco y se puso un cojín encima, ella solo soltó una risa traviesa, tomó la camisa de José del suelo, que ya estaba impregnada de su olor único. Le llegaba al muslo y del frente cubría toda su ropa interior, pero de atrás no, fue hasta la puerta y abrió. Una chica, más delgada que su brazo estaba parada del otro lado y se quedaron viendo una a otra.
-¿Te puedo ayudar?.- dijo Judith que aún que sin saber quién era aquella delgada chica, lo suponía.------
Buenas madrugadas tengan ustedes :3.RobSparkles..
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¡Hey Judy!
Fanfiction"Es una malcriada" le comento a sus amigos. "Es un creido" le gritó a su padre.