¡Hey Judy!

Final

Estaba frente al espejo, arreglando lo que faltaba de mi traje.

Una semana ya ha pasado desde aquello, fui interrogado, culpado, exiliado, declarado inocente, pero ni aun así he podido dormir. Cada que intento cerrar mis ojos la imagen de ella tirada en el piso viene a mi mente y es algo muy perturbador.

Lloré. Si. Lo hice. Frente a todos. Mi familia. Amigos. Incluso en la asamblea que se hizo en la es cual a su honor lo hice.

Con eso me di cuenta de algo. Realmente significaba mucho para mi.

La amaba.

Judith Dixon me marcó. Mi vida no volvería a ser la misma. Fui de todo y sin medida, por ella.

Y aunque fue muy poco el tiempo, yo le había jurado que nunca lloraría, por lo que fue de mi vida.

Pero ahora yo estoy llorando, por ella. Por su ausencia.

-Es hora.- se asomó Yayo por la puerta. - te espero en la sala.

Tomé algo que había robado de su casa.
Aquella foto de ella con sus padres en Disneyland. La puse en un cuadro y la coloque en la mesita de noche.

La miré por última vez y una de mis lágrimas mojó el vidrio.

Limpié mis lágrimas, tenia que ser fuerte, pero simplemente se me hacia imposible.

¿Cómo olvidas a alguien que amas?

Es inútil. No lo olvidas, solo te vas acostumbrando. Solo asimilas que esa persona ya no va a estar contigo nunca mas y te acostumbras a la ausencia.

A recordar a quien un día te hizo feliz.

Subimos al auto y Yayo encendió la radio.

'No quiero morir, sin antes haber amado pero tampoco quiero morir de amor..'

Él le quiso cambiar pero lo detuve.

-No, dejalo.
-Pepe, no te tortures así.
-Déjame llorar, sonará idiota, pero si, quiero sacarlo de mi pecho.
-Está bien.

'Las tumbas son para los muertos, las flores para sentirse bien, la vida es para gozarla, la vida es para vivir la mejor.'

Volví a soltar unas lágrimas.

No quería ni ir, no me quería despedir.

Cuando llegamos al lugar todos ya estaban ahí.

Diego con sus padres, Álvaro, otras personas que no conocía, Strecci, que no dejaba de culparme.

Era un cuarto lleno de velas y completamente silencioso.

Ella no lo hubiera querido así.

Esto no es ella. Así no es como quisiera que la recordáramos.

El ataúd estaba cerrado.

Era algo que me ayudaba, si la veía así no podría dejarla ir.

Diego se paró en un pedestal y habló.

-Buenas tardes, tengan todos. Verán, Judith no era muy religiosa y recuerdo de una vez que hablamos sobre esto y ella me confesó que solo le bastaba con sus seres queridos diciendo divertidas anécdotas sobre ella. Y seria un gran honor empezar para mi. Lo que más recuerdo de Judith es que era una idiota a la hora de hacernos feliz. Ella era la que me sacaba sonrisas cada que quería. Al igual que sus gritos al subir a una montaña rusa, eran muy horribles y creo que nunca los voy a poder olvidar. - secó unas lágrimas. - Todos los Dixon tenían algo en común. Te ponían sobre ellos, siempre estabas tu primero, luego ellos.

Álvaro se levantó y tomó el lugar de Diego.

-Pocos en la sala me conocen, algunos hasta me odian. Yo conocí a Judith en la escuela, fui su maestro, recuerdo que la castigue un día y ella luego me hizo su esclavo gracias a durante padre, quien en mi otro trabajo era mi jefe. Me voy a sentir raro al tomar su lugar en los próximos días. Judith era una excelente amiga, fue la que siempre estuvo ahí para mi. Y yo para ella. Solo me quiero disculpar con ella por no haberle dicho lo mucho que la amé. Que fue como esa pareja que no quise tener nunca, pero no creo que estas cosas me toquen Decir a mi... José.

Todos me miraron, solo me levante, respiré hondo y fui hasta donde Álvaro. Lo abracé y el a mi.

-Pocos me conocen y para serles sinceros, conocí muy poco a Jude, ella era alguien que se te metía entre las venas y te ayudaba sin importar le nada.- una lágrima rodó por mi mejilla, respire hondo de nuevo, no quería verme así frente a tantas personas.- Yo la conocí hace unos meses, la observaba, como era, con su padre, amigos incluso enemigos. Ella nunca haría algo por dañarte al menos que la provoques. Fui acercándome a ella y por mas que intente ayudarla ella no se abría a mi.

Luego murió su padre y todo se descompuso, a Thomas lo conocía muy bien, un excelente hombre. Pienso que ella ya había sufrido mucho y se merecía un descanso. Esta fue su manera de tomarlo. Este acto fue el primero que hizo pensando en ella. Su primer acto egoísta y no la estoy culpando por mi dolor.. perdón, nuestro dolor. Ella ya había hecho mucho por nosotros y nunca por ella misma. Hay que comprender que ella estaba abrumada, nadie nunca le dijo o le ayudó a sobrellevar esto y espero y Judith este mejor ahora.

Me fui de ahí, no iba a poder no llorar.

-Yo te amo Judith. Como nunca ame alguien, fuiste tu quien me enseñó a amar. Y quien ahora me hace llorar.

*-*-*-*-*

Hola.

Otro final de otra novela, espero y lo disfruten.

Se que no es final feliz de siempre, donde se queda con la chica y así, pero un cambio es bueno.

Las amo.

El epílogo lo subo después ♡♡♡