Se pasaron la tarde abrazados, comiendo helado de chocolate, en el sofá de su casa.-¿Estas mejor.- le dijo antes de abrir la puerta para salir. La tomó de la cintura y acercó sus rostros. Ella asintió algo triste. José pegó sus labios a los de Judith.
-Gracias.
-Es un placer estar contigo.Horas después ella estaba sola.
Su padre ya había tardado en llegar y eso la estaba preocupando.
Marcó a su celular, pero mandaba buzón.
-Que raro.
No le dio importancia y fue a dormir.
No habían pasado ni tres horas de su sueño cuando los insistentes golpes en la puerta la despertaron.
-Voy. - abrió y se llevó una sorpresa.- ¿En que le puedo ayudar oficial?
-¿Judith Nixon?
-Si esa soy yo.
-Acompañenos.
-¿Se me acusa de algo?
-No, no es eso, solo....- el oficial suspiro.- Necesitamos su ayuda.
-¿Para que?
-Identificar un cuerpo.El color de Judith se fue, piel estaba blanca. Del perchero tomó su chaqueta ya que hacía frío y estaba lloviendo.
Las llaves de su casa estaban en su chamarra, al igual que su teléfono, cerro su vivienda.-¿Por qué tengo que identificarlo yo?.
-Señorita, será mejor que le diga llegando allá.Manejaron por media hora y llegaron a la morgue del centro de la ciudad.
Estaban a punto de entrar a una sala.
-Señorita, queremos que identifique si este, si este cuerpo que le vamos a mostrar, es el de, su padre Thomas Nixon.
Los sentidos se le agudizaron, un vacio en el estómago se hizo presente.
-¿Que?.- pronunció en un susurro.
-Si, hubo un muy feo accidente de tránsito, explosiones y fuego. Solo, le pedimos que lo tome con calma. Entre, vea el cuerpo, sale, nos dice si es quien creemos, si no, solo lo dice y muchas gracias.Entró sola. Su corazón no aguantaría esto.
Miro la mesa metálica y sus ojos se empañaron.
Salió de esa habitación.
-¿Bien?
-Es él. - dijo Judith entre susurro y sollozo.
-Necesitamos que se quede unos minutos, para llenar unas formas.- asentio.
-Si me permiten, primero.Busco con desesperación el baño, cuando lo encontró, entró.
Un dolor en el pecho se hizo presente, no podía respirar bien y las lágrimas no dejaban de salir.
Lo he perdido todo.
Yo que he tratado he hacer mejores las cosas, he perdido todo.
Mi familia.
Mi padre era lo único que quedaba y lo perdí.
¿A caso el destino de los Nixon es morir de una forma tan desastrosa?.
Marqué un numero.-¿Judith son las 3 de la mañana?
-Álvaro, lo perdí todo.- dije llorando.
-Tranquila, tranquila, todo esta bien.
-No Álvaro, nada está bien.- le grite.
-¿Donde estas?
-Para que, no importa.
-¿Donde vergas estas Judith?
-En la pura morgue.
-¿Que haces ahí?
-Papá murió.
-¿Que?
-MI PAPÁ MURIÓ.
-¿Donde estas exactamente ?
-En el baño.
-Voy para allá. - colgó.Álvaro tomó sus muletas, una chaqueta y sus llaves, le importó poco su condición, con tal de ir a ayudar a su amiga el haría todo.
Tardó unos treinta minutos en llegar al lugar, entró y busco inmediatamente los baños.
Le importó poco que fuera el baño de mujeres.
-¿Judy?.- y la vio tirada en el suelo, sollozando.
El corazón se le estruja, al ver a su pequeña, de esa forma de nuevo.
-Judy.- no pudo evitar tirar unas lágrimas también.
Como pudo se agachó, ya el dolor de su pierna era lo de menos.
-Ven aquí. - la tomó entre sus brazos y ella comenzó a llorar.Un llanto desconsolado, que solo había escuchado una vez en ella y que ahora volvía a vivir, el mismo dolor, la misma pena.
Ella no se merecía eso.
No se dijo ni una palabra, por que no se necesitaban.
Solo con acariciar su cabeza bastaba.Judith no podía dejar de llorar, por ratos se calmaba, pero luego el llanto volvía.
-Vamos linda.- le dijo Álvaro sorbiendo de la nariz, ya que el también había llorado.- hay que ir a arreglar todo.
-No quiero. No quiero volver a ver a mi padre así.
-Si quieres lo hago yo. - asintió. En su pecho.Salieron del baño y en eso los policías se acercaron a ellos, junto con una secretaria.
-Bueno, usted es?
-Álvaro Contreras, un amigo cercano de la familia y parte de la empresa también
-Bueno, no creo que usted pueda firmar estos papeles, ya que no es un miembro de la familia como tal.
-Es mi prometido.- dijo Judith muy apenas.- el puede firmar.
-Señorita. ..- dijo la secretaria.
-Mire, hace apenas un tiempo mi madre murió y ahora mi padre lo esa, no puedo firmar nada.-las lágrimas salían de sus ojos de nuevo.
-Calma pequeña.
-Es que, me..
-Bueno está bien. Acompañenos por aquí señor.
-Quedate aquí Judith.- dijo Álvaro, mientras ella se sentaba en una sillaÉl siguió a la señorita hasta una oficina.
-Bueno, solo queremos algunod datos del señor .- abrió la se carpeta .- Nixon.
-Está bien.Después de unos diez minutos Álvaro salió.
-Anda a tu casa.- le dijo a Judith.
-No Álvaro, por favor. Lleva me a la tuya. No aguantaré estar esta noche en esa casa.
-Bueno, bueno. Anda.Eran las 5 de la mañana cuando llegaron al apartamento de Álvaro quien no hizo más que ayudar a Judith a dormir.
-Pobre pequeña. -dijo para él mientras la abrazaba por la espalda, acostados en la cama. - ¿por que estas sufriendo tanto?
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NO ME ODIEN POR HACER ESTO
Lo se lo se :'( es taaaan triste pobre Judy pero bueno así tenía que pasar.
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¡Hey Judy!
Fanfiction"Es una malcriada" le comento a sus amigos. "Es un creido" le gritó a su padre.