Diego iba conduciendo, no se a donde nos dirigiamos, pero ya estábamos muy lejos de la ciudad, la carretera estaba desolada, giró en un lugar, donde no había pavimento, era terreno, pero él se veía muy seguro de lo que hacía y a donde iba.
-Vamos Judy, no hagas nada estúpido. - se mencionó Diego así mismo cuando vio el coche de Judith estacionado al frente. Se detuvo y apagó las luces del auto.- vamos José, saca tu celular, pero no gastes tu pila, vamos a necesitar el flash para buscarla, pase lo que pase, no le reproches nada, no le digas nada, solo déjame lo a mi.
-¿Qué? ¿Por qué?
- Solamente hazme caso, llevo una vida conociéndola. Solo no la agobies.Caminamos por otro sendero unos minutos y había un portón negro, que estaba abierto.
Entramos y era un terreno grande, había una casa al fondo, una fuente en el medio antes de llegar. Era muy bonito.Giramos hacia la izquierda y había otro portón pero mas pequeño. Salimos a otro terreno y Judith estaba ahí, abrazada a la tumba y pude escuchar como lloraba.
-Jude. - le dijo Diego.
-Deja me tranquila por favor Diego. Quiero estar sola.
-No, anda, vamos a dentro.
-No quiero.- siguió llorando.
-José ayúdame, tu carga la.
-Pero
-Ella no se va a resistir, solo tómala en brazos y ya.Me acerqué a ella y tomé de la muñeca acercando la a mi.
-No.- decía llorando, pero no hizo afán de soltarse.
Con ella en mis brazos llorando entramos a la pequeña casa, Diego me dijo que la dejará en la recamara principal, que no la molestaramos.
Estaba en un sofá recostado, con los pies sobre el brazo del sillón, en mi celular, el sueño se me había ido así que intentaba cansar mi vista con la luz del aparato y poder dormir. Diego ya tenia rato dormido, estaba en el otro sillón roncando ligeramente.
Pero yo sentía un presentimiento, era algo que no me dejaba dormir. Era algo malo.
Me levanté de mi lugar y fui hasta la cocina por agua, bebí y después salí a ver el lugar, llegue hasta la tumba donde encontramos a Judy y sentí la necesidad de hablar con quien estaba bajo la tierra.
La madre de Judith.
-Buenas noches.- obviamente no obtuve respuesta. - No recuerdo si Judy me dijo su nombre alguna vez, así que con permiso. - mire la él nombre en la lápida. - Natalia Dixon. Muy buenas noches Natalia. Sabes, nunca antes había conocido a alguien como tu hija. Ella es alguien que me ha enseñado mucho últimamente. Es una persona muy alegre, te intenta reparar, aun que por dentro ella este mas rota que nada. Mi vida era algo muy desastroso, jugaba con las chicas, no sabia lo que hacía y ella vino un día con una boba, arrogante y desquiciada sonrisa, poniendo en orden unas cuantas piezas, pero no se, por más que la quise ayudar, ella no se dejó. Simplemente me alejó. No deja que nadie entre, pero ella se te mete sin pensarlo dos veces.
Tengo poco de conocer a tu hija Natalia, y ya siento que no puedo vivir sin ella. El señor Thomas no lo sabía y creo que ahora que están ustedes juntos de nuevo lo va a saber, supongo que usted le contará. - las lágrimas ya habían salido hace unas palabras y las limpie con el dorso de mi mano.- Judy es alguien muy importante ahora en mi vida y no quiero que me aparte de ella de nuevo. Disculpeme por haberme sentado en su lápida, estoy un poco cansado.- di un suspiro largo, sorbi por la nariz y me levanté. - gracias por escucharme Natalia.- un aire fuerte corrió y respiré hondamente. - Buenas noches.Salí de ahí en dirección a la casa de nuevo. Entré y un escalofrío me recorrió la espalda, sin dudarlo corrí hasta el cuarto donde Judith estaba, abrí la puerta y no podía creer lo que veía.
Judith sentada a los pies de la cama, con las venas cortadas en vertical y un tubo de pastillas en la mano.
No.
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Perdónenme chavas unu
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¡Hey Judy!
Fanfiction"Es una malcriada" le comento a sus amigos. "Es un creido" le gritó a su padre.