Veintidós

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La mujer que estaba del otro lado comenzó a analizar a Judith y una vez terminado su análisis, llegó a una conclusión, la aventó para poder entrar en el lugar y lo observó, ahora sin pantalones.
-Eres un maldito descarado hijo de puta.- se fue contra él y Judith sólo observó como la ridícula chica hacia su berrinche. José pudo tomarla de los hombros antes de que le rasgara toda la cara.- Sueltame.- le ordenó.- Sueltame o voy a gritar. - y eso hizo.
-Cállate que pareces ardilla.- dijo Judith irritada y provocando a la mujer un poco, ésta volteó a verla con furia y se fue contra ella pero antes de que pasara José la tomó por la cintura.
-José no necesito ayuda, yo puedo con ella.- mencionó desafiando aún más a la pequeña chica.
-Zorra.- le gritó y logró safarce del agarre de José. Judith descuidada no se espero la delgada pero pesada mano de Anette en su mejilla derecha. Indignada, no le soltó una chacheta, si no una patada en la entre pierna y luego un rodillaso en el estómago tirandola al piso, se iba a ir contra ella, ya una vez tirada en el suelo, y ahora José la detuvo a ella.
-Tranquila Judith.- pero ella era más brava y fuerte, así que se la llevó a su cuarto y la aventó en la cama, se quiso levantar para salir de nuevo, pero él se subió arriba de ella y le inmovilizo los brazos tomando la por las muñecas, para luego besarla ferozmente.- me excitas cariño, con toda tu furia, pero esa guardarla para mi.- Y ella no lo miraba, volvio a besarla.- ahora regreso.
Salió del cuarto, a tiempo ya que Anette estaba a unos pasos de este.
Su furia estaba reflejada en sus ojos. La tomó por el brazo y se la llevo hasta la sala.
-Me estas engañando.- dijo al borde de las lágrimas.
-Mira dejémonos de cosas, no me vengas con tus mamadas.
-Si para que ocupas las mías si aquella zorra te la debió de haber estado mamando antes de que abriera la puerta.
-No es una zorra, mejor persona que tu si es, a parte no recuerdas que tu rompiste conmigo, así que no me salgas con estas putas cosas ahora.
-Sabes que, quédate con la zorra.- se dirigió a la puerta.
-No gracias, no me quiero quedar contigo.- pudo escuchar el como frenó y se regresó sólo para plantarle una tronada cachetada a este en la mejilla.
-Imbécil.
-Zorra.- le contestó y de respuesta fue un portaso.
Se dirigio al cuarto donde dejó a Judith y ahí estaba, molesta. No sabía por que, pero tenía miedo de acercarse, de que lo rechazara. Sus miradas se cruzaron y el temió de su vida. No sabia que decir y solo fue acercándose lentamente, como perrito regañado, le tocó una pierna para llamar su atención, pero vio que ni lo volteó a ver, así que su mano fue a la parte interna de su muslo, acariciando aquella zona tan sensible. Se relajó.
-Perdóname ¿Si?.- le dijo tierno y ella negó con la cabeza.- esa loca no volverá a molestarnos, lo juro.- ahora acariciaba su pierna de arriba abajo, después le plantó varios besos en esta misma.
-¿En serio me estas rogando?.- dijo Judith con aires de grandeza.- Soy privilegiada al ser la chica a la cual PepeProblemas el macho Alfa de YouTube le ruega. Si tan sólo tuviera mi cámara.- el semblante de José cambió, ahora él se había "enojado". Dejó de hacer las caricias y se volteó mirando el techo. Judith comenzó a reírse, ahora le tocaba a ella rogarle.- Bueno ya que estas enojado, no habrá problema si me quiero, ya sabes, bañar y bueno, tu sabes.- se levantó de la cama dándole la espalda para luego deslizar la camisa por sus brazos haciendo que cayera al suelo.- me quité todo este bochorno que me dio.- fue deslizando su ropa interior por su trasero, lentamente, ella sabía que ahora tenía toda su atención, sabía que la observaba, la prenda igual cayó al suelo y en el momento que iba a dar un paso fue detenida y tumbada a la cama. Y una sonrisa de victoria se pintó en su rostro al estar aprisionada bajo el cuerpo de José.
-Que atrevida.- le dijo
-¿Quien? ¿Yo?
-Si corazón ¿quién más?
-No se, tal vez la zorra de hace rato, yo que se.
-Vaya que me saliste brava. Me encantó como la golpeaste. Eso significa que contigo nadie se mete.
-Si.- y le besó los labios igual de feroz que antes.- anda que hay que terminar esto, y luego me voy por que el maldito profesor de música anda encargando ensayos a lo imbécil.
-Linda tu estas excenta en esa materia.- y la última prenda que él llevaba voló por la habitación. Se estiró para de uno de los cajones sacar un preservativo y una vez con uno en la mano.
-Pepe, deja ya de cojer y sal un momento.- dijo aquella persona conocida por todos: Alex Strecci.

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WAAAAAAAA!!!!
ESTE CAPITULO ESTUVO L,ENO DE SALSEO Y COCHINADAS!!!!
LA JUDITH ES UNA LOQUISHA Y EL PEPINISHO IGUAL
Espero y tengan u bonito día :3

-RobSparkles

¡Hey Judy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora