Un amor tentador

CAPITULO TRES: REUNIÓN

En el anillo de la lujuria más específico en el castillo de asmodeo, en una habitación secreta se encontraban los seis pecados capitales sentados cada uno en sus respectivos asientos en una enorme mesa circular, cada uno de ellos con sus propios sentimientos al respecto de la situación y la muerte de su padre.

Beelcebú se encontraba viviendo su beelcejuize mientras miraba su celular posiblemente fotos de ella en su cumpleaños con su padre.

Leviatán se encontraba visiblemente cansado e irritado, su cola serpentina se agitaba constantemente mientras miraba a sus hermanos.

Belphegor quién estaba aún recostada en su silla de colchón, con los ojos cerrados intentando relajarse, fracasando estrepitosamente pues se miraba triste y enojada.

Asmodeo se estaba limpiando las lágrimas usando un pañuelo, A diferencia de sus otros hermanos, él sí demostraba su tristeza por la pérdida de su padre.

Satanás estaba enojado pero demasiado enojado, no era un enojo natural de él, no. Es un odio y rabia pura que si no fuera porque beelcebú y asmodeo usaron distintos afrodisíacos para intentar aligerar el ambiente, Satanás hubiera salido a buscar a lucifer para intentar matarlo.

mammón estaba con el seño fruncido mientras mandaba mensajes repetidos a su celular, era obvio que se los mandaba a sus fabricantes de armas y robots para posiblemente, crear el mayor ejército de máquinas para atacar el anillo del orgullo.

Nadie hablaba. Todos se mantenían en silencio, un silencio que sería roto por leviatán el cual aún se encontraba con su seño fruncido.

— Y entonces... ¿Quieren hablar del tema? —preguntaría leviatán haciendo que los demás finalmente dejarán lo que estaban haciendo.

— muy bien entonces... ¿qué es lo que haremos a partir de ahora? —preguntaría la gobernante del anillo de la pereza.

— ¡¿QUE NO ES OBVIO? IREMOS AL ANILLO DEL ORGULLO Y MATAREMOS A TODOS ESOS CABRONES Y MALDITOS IMBÉCILES! — exclamaría lleno de furia y rabia Satanás mientras sus ojos amarillos se tornaron en un rojo sangre.

— aunque apoyo la idea no podemos ir a atacar sin planear — diría mammón el cual comenzó a pensar hasta que empezó a hablar.

— Todos estamos enojados, okay? Nadie de aquí está feliz aunque tampoco es que estuviéramos tan felices en nuestras vidas... El Punto es que ha pasado, lo que muchos de nosotros no aceptaban por no decir ninguno de nosotros aceptaba esto... Padre ha muerto... — diría mammón mientras su cara refleja una expresión de tristeza y dolor.

—Y... Y... Y... entonces qué haremos...? No podemos dejar que esto se quede así... — dirías asmodeo mientras se limpiaba las lágrimas de sus ojos.

Beelcebú le pasaría uno de sus refrescos calmantes a su hermano mayor.

— tenemos que empezar a preparar nuestros ejércitos... una guerra se aproxima, nosotros no saldremos afectados después de todos somos algo así como aliados del cielo... Además qué padre obligó a todos los líderes del cielo firmaron un contrato que decía que no nos harían ningún daño a nosotros al no ser que nosotros hiciéramos algo que mereciera nuestra ejecución — diría la gobernante de la Gula con una expresion de tristeza y rabia.

— estoy de acuerdo con tu idea pero no pudimos atacar en estos momentos... —respondería leviatán para volver a hablar.

— tenemos que prepararnos adecuadamente... preparar nuestros ejércitos, prepararnos a nosotros mismos y atacar en el momento adecuado. Ese momento adecuado será cuando el cielo nos llame.