CAPÍTULO 25

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__Quiero estar contigo para siempre__

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__Quiero estar contigo para siempre__

Evelyn Hazel

Verlo como me agarraba de mi cintura para apegarme más a él, viendo cómo se comió mi labio dejándolo hinchado y adolorido por aquel beso apasionado que nos estábamos dándonos.

Me faltaba aire para poder respirar y Darius se dio cuenta me separó de su labio dándome cuenta que también tenía su carnosos labios hinchados y manchado de labial color rojo.

—No deberías estar aquí Evelyn —habla juntando nuestras frente, cerrando nuestros ojos al mismo tiempo.

—Lo sé, pero hablé con mi padre —murmurando.

—¿De qué hablaste con Harris?

—Que no pienso dejarte jamás y que me iría contigo a donde sea que vayas con tan solo poder estar a tu lado —abro mis ojos viéndolo.

—Joder Evelyn sabes lo que pasará si vienes conmigo —ver sus ojos preocupado era demasiado.

—Se lo que significa, porque desde que salí aquella casa mi apellido Hazel ya no será usado porque me ha desheredado ahora solo soy Evelyn —sonrió.

—No solo serás Evelyn ahora tu apellido es Beaumont —la miro.

—¿Te refieres a que ahora mi nombre será la señorita Evelyn Beaumont? —mis ojos brillaron al escuchar aquel apellido.

—Exacto tenías ese apellido desde que te casaste conmigo —dice al final.

—Y-o no... Sabía eso —lo miró sorprendida.

—Ahora lo sabes —su voz era ronca.

Sonrió al verlo sentía mi corazón latía por mil horas creo que estar enamorada de este hombre era difícil de creerlo.

—Señor hay que irnos, el copiloto está avisando que es hora de marcharnos —gritó Isaac por el ruido del Jet privado.

—Vamos pequeña —al sentir como agarró mi mano para subir con él al Jet privado.

Subo con cuidado las escaleras al llegar la puerta entro mirando hacia adentró era grande y hermoso era todo color negro y café o mostaza creo.

Miro a Darius que me indica dónde tengo que sentarme y me siento frente a él poniéndome el cinturón de seguridad.

Sonrió nerviosa y veo que él hace lo mismo poniéndose el cinturón de seguridad, escuchó como la puerta se cierra por la azafata.

Miro por la ventana que el Jet privado empieza avanzar a la autopista, ver mi país, mi ciudad donde había crecido ahora lo abandonaría para siempre.

Todos los recuerdos de mi padre con mi hermano que me enseñaron muchas cosas para poder cuidarme yo misma sin depender de una persona.

Fueron los mejores días de mi niñez hasta adulta cuando viaje sola a las Vegas donde conocí aquel hombre llamado Darius Beaumont que lo tengo frente sería mi esposo por equivocación gracias a la borrachera de esa fiesta.

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