Capitulo 12

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Evelyn Hazel

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Evelyn Hazel

—Te Deseó más que nadie Darius Beaumont.

Mis ganas de desearlo era demasiado para ser exacto, pero me importa una mierda porque quería disfrutar de él, su cuerpo, su labios, en general todo.

—Vamos a disfrutar como nunca mi amada —Sonríe.

Cuando hizo lo suyo dejándome completamente desnuda frente a él vi cómo se quedaba mirando mi cuerpo sin nada puesto y veo que se mordía su labio inferior en forma provocación.

—Eres una adicción para mi Mi amada esposa, porque eres el mismísimo infierno y yo el Diablo.

Su palabra fueron claves para que él volviera a besarme con posesión como que el mandara y la verdad podría decir que él mandaba.

Cuando se subió encima de mi abriendo mis piernas para separarla para darle más facilidad para que pudiera entrar en mi interior sin problema porque estaba húmeda completamente por él.

—Ah..

Mis gemidos fueron claros cuando siento su gran verga en mi húmeda entrada que mis piernas tuvieron que abrirse un poco más para darle más acceso al placer que estábamos sintiendo nosotros dos.

Nuestros cuerpos estaban unidos nuevamente y me gustaba sentir el placer que estaba sintiendo, no podía creer que su verga entrara completamente siendo de una altura 1,60 para ser exacto y el que media de altura 1.98 era sorprendente.

—¿Quieres tener más placer Mi amada? —Habla con voz ronca.

—Si, por favor.

—Prepárate entonces Evelyn —Comenta sonriendo y saca su verga de mi entrada.

Al ver que siento un vacío enorme total y veo que fue a su casa de mesa y saca una cosa rara de color metálico y tenia en una punta de diamante estaba sellado como nuevo.

—¿Qué es eso? —Pregunté porque era una curiosidad enorme esa cosa.

—Es un Plugs anales sirve para tener mas placer pero también lo recibirás en tu trasero.

—Quieres que entre esa cosa en mi ano estas loco —Lo miro nerviosa.

—Te juro que no te dolerá, mas encima disfrutaras el placer y más se esa cosa está dentro de ti y mi verga en tu húmeda entrada que te parece?

—¿Lo prometes? —Digo nerviosa mirándolo.

—Te prometo que no te dolerá querer a mi esposa.

Al ver su mirada podría jurar que estaba confiando completamente en él, así que dejé que hiciera lo que él quería en mi hermoso trasero de bebe por tenerlo suave y redondo.

Cuando siento que me toma mi cintura para darme la vuelta poniéndome en cuatro y nerviosa de mierda se podría ser exacto.

—Tienes que estar relajada voy a poner un liquido que es especialmente para preparar tu anal.

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