Desperté, después de una larga noche de lluvia y truenos. El ruido de la alarma no ayuda a despertar de buenas en una mañana lluviosa, y para terminar, era lunes de escuela.
-Un lunes menos, un lunes menos-. Repetía este mantra en mi cabeza para animarme. Salté de la cama para ponerme el horrible uniforme azul marino con gris, no cabe duda, la escuela militar tiene pésimo gusto por la moda.
Abrí la ventana para que entrara el aire y mi habitación no oliera a mausoleo de mármol húmedo. En el pestillo de la ventana había un sobre blanco, la sonrisa no tardó en aparecer, sabía lo que era.
Digamos que al señor August Brown le gustan los misterios, y él se convirtió en uno después de todo, mi abuelo le hizo creer a todos su muerte, yo también lo hubiera creído si no fuera por este tipo de notas y cartas que me dejaba.
Abrí el sobre y comencé a leer la carta que contenía. Sus cartas me revolvían el estómago,era una mezcla de terror y fascinación inexplicable, la mayoría no las entendía.
Entró mi tío, tocando y abriendo la puerta a la vez, con su madil morado y por debajo una camisa, pantalón y corbata de vestir. Tal vez iba a avisarme que el desayuno estaba listo y que me diera prisa, pero se quedó inmóvil cuando me vio el papel entre las manos, él también sabía de las cartas misteriosas, pero decidió preguntar.
-¿Qué tienes ahí?
-Ya sabes que es- le dije con una sonrisa, al igual que yo, él aún no entiende como son posibles esas cartas. Le di la carta para que la leyera y empezó con su lectura rápida.
-Empiezo a pensar que las cartas son en realidad para tí, ya que no entiendo nada de lo que escribe.
Me miró serio.
-Tú no te preocupes, y date prisa que ya es tarde para la escuela Aly.
Termine de arreglarme y bajé casi corriendo, seguramente no llegaré a tiempo. Mi tío estaba sacando el coche.
El camino fue silencioso, cada uno sumido en sus pensamiento. Llegamos al colegio, que más bien parecía una base militar, este lugar no era para mí, pero ya que más da, sólo faltan pocos años para que lo deje.
Mi tío habló con el prefecto de la institución, le dijo que fue su culpa que llegara tarde; y a mi me dijo que fuera a la biblioteca a esperar el toque de la clase para incorporarme a la siguiente, así lo hice y me dirigí al gran saló de la biblioteca, no había nadie, asi que decidí buscar un buen libro para pasar los siguientes cuarenta minutos, no encontré ninguno que llamará mi atención, así que decidí comer la fruta con yogurt que mi tío me dio, no había nadie así que no había problemas si comía.
Empecé a escuchar pasos cerca de mi, así que guarde rápido la fruta a mi mochila y tome el primer libro que encontré y lo abrí en una página aleatoria, oí que se abrió la puerta y empecé a leer "biología marina y sus ecosistemas " Alcé la cara y me di cuenta que no había nadie, eso era raro, yo escuche claro el sonido de la puerta abrirse y los pasos entrando.
-Hola Alicia- Escuche la voz proveniente de un hombre alto, pálido, con el pelo negro y vestido de una manera extraña, parecía gótico, todo de negro y cuero.
Mi mente buscaba la información sobre este hombre, pero nada, en mi vida lo había visto, pero... ¿Como sabía mi nombre? O ¿De donde me conocía? Esto no me gustaba, no me agradaba que se aparezca de esa manera, me quede ahí parada, pero la sensatez me decía que me andara con cuidado y que elija bien mis palabras y mis movimientos.-Disculpe, pero... ¿Nos conocemos?
-Sí, no me equivoque, sí eres Alicia- Me dijo en una risita malévola. Bueno un punto menos a mi favor, le confirmaste quien eres sin pensarlo antes. Bueno aún podemos arreglar algo.
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Eternos: Juego De Sombras
FantasyLa sangre es lo que nos define, lo que nos separa y lo que nos une. Si la cabeza domina cuerpos y el corazón domina mentes ¿Quién es más peligroso entonces? No juegues con lo que no entiendes. Primera regla de los normales. Si vas a quemarte, asegúr...