Capítulo 27

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Me levanté a abrir la puerta.

-Ya te dije que no sé dónde está Haesen -Lyrio se escuchó del otro lado de la puerta. Tocó de nuevo.

Giré la perilla y abrí la puerta, sentí la presencia de Haesen detrás de mi espalda. Vi las caras de Lyrio y Azu.
La cara de Lyrio era neutra, pero en cambio la de Azu estaba cargada de coraje y odio hacia mí.

-Valla, los encontré a los dos al mismo tiempo -Dijo Lyrio. Nos contemplaba muy meticulosamente.

-Haesen -Azu chilló -Dijiste que hoy saldríamos a montar.

Azu estaba lista con su traje de montar oscuro de la otra vez, pero Haesen estaba vestido con la misma ropa de ayer, y más aparte tenía ojeras, que denotaban que no había dormido en toda la noche.

-Lo olvidé por completo, Azu. Lo siento pero tendrá que ser otro día -Haesen se restregó la cara con cansancio.

-¿Qué estabas haciendo aquí tan temprano? -Azu preguntó.

-Estaba tocando el piano.

-¿Se besaron? -Lyrio soltó de repente, preguntándonos a Haesen y a mí.

Mis ojos se abrieron y sentí a Haesen tensarse detrás.

-¿Qué? -Exclamamos Azu y yo al mismo tiempo.

-No digas tonterías Lyrio -Dijo Azu.

-No son tonterías, todo encaja: Estaban solos, tardaron en abrir la puerta...

-Eso no significa nada -Azu la interrumpió.

-Y sus labios están hinchados, los de ambos -Terminó murmurando.

Azu miró de inmediato nuestros labios y los estudió unos segundos.
Me quedé estática, cualquier movimiento era sospechosos, y yo no quería que se dieran cuenta que Haesen y yo efectivamente nos besamos.

Mi tío giro al pasillo con el teléfono en el oído. Qué oportuno.

-Está bien Ana Lucía, nos vemos en cuanto regrese -Estaba hablando con Ana Odiosa, ya era tarde para sus llamadas de acosadora -Sí, sí, a esa hora.

Colgó la llamada. Suspiró, y hasta entonces, se percató que tenía expectadores.

-Chicos -Sonrió.

-Hola -Saludé.

-Aly, prepárate nena, ya nos vamos en quince minutos -Me informó y asentí. Él se fue derecho por dónde vino.

Azu se fue dando pasos duros de coraje, y Lyrio fue tras ella.
Ni siquiera miré a Haesen cuando empecé a caminar fuera de ahí.

-Alicia -Me llamó y no volteé -Alicia.

Repitió mi nombre llamándome y sólo caminé más rápido. No me siguió, creo que entendió mi mensaje sutil de que no lo quería cerca por un rato.

En el camino a la cocina, me topé con Clarissa.

-Aly -Saludó -Madrugaste muy temprano.

-Sí. En pocos minutos nos vamos Clarissa -. Informé.

-Ya veo. Y seguro querrás despedirte de Nicolas -Habló dándolo por hecho.

-Sí -Dije dudosa. La mera verdad era, que me había olvidado de despedirme de Nicolas, mejor dicho, ni siquiera lo pensé. Me sentí mal, él no se merece esa grosería, después de haber sido tan amable y atento el día de ayer -. ¿Dónde está?

-En su estudio Aly. A estas alturas tienes que saber que él casi nunca sale de ahí.

-Claro. Hasta luego Clarissa, nos vemos pronto -Me despedí.

Eternos: Juego De SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora