Capítulo 16

557 46 0
                                    

La pelirroja nos guió por un corredor donde salimos a una bodega muy espaciosa, había autos muy lujosos y bonitos, estaban desde elegantes hasta los deportivos. Haesen seguía tomando de mi mano y también con mi mochila en su hombro.
La gerente se paró en frente de un modelo mini cooper, color perla con negro, era un auto muy hermosos y tenía el toque de elegancia y juvenil que quedaba perfecto con Haesen, la elegancia de su tiempo y lo jovial que aparentaba.

-Su pedido señor Wilawooth -La chica alzó los brazos como edecán mostrando el auto.

-Perfecto. Lo quiero llevar ahora mismo -Haesen hablaba con un toque de madurez.

-Claro, haré que preparen todos los documentos -Sonrió -En un momento vuelvo -Dio media vuelta y se fue con el contoneo de su cadera.

Me quedé en silencio rodeando el bello auto, que tengo entendido que es de Haesen. Los asientos eran de cuero negro al igual que el volante, daba la misma personalidad de Haesen, oscura, sería y elegante.

-¿Qué te parece? ¿Te gusta? -Haesen observaba mis movimientos.

-Sí, es muy bonito y va de acuerdo con tu personalidad, te verás muy bien ahí adentro -Señalé el asiento del conductor.

-¿Mi personalidad? -Preguntó y asentí -Eso solo depende de como me veas tú. Y si acabas de decir que es un auto lindo, entonces...

Lo miré con desagrado y rodé lo ojos. Ya empezaba con sus arrogancias. Lo ignoré.

-No te enojes tortuguita -Me guiñó un ojo y ladeó su sonrisa.

Lo volví a ignorar y le di la espalda para volver a rodear el auto con pasos lentos.

Haesen me tomó por sorpresa y me abrazó bruscamente poniendo sus manos en mi espalda baja. Trataba de quitarme pero él era más fuerte que yo y mi hombro lastimado no ayudaba en nada.

-¡Haesen! -Me quejé.

-¿Sí…? -Respondió sonriendo.

Estaba entre los brazos de Haesen y nos mirábamos fijamente, él estaba sonriendo.

-¿Me darías otro beso? -Me preguntó el muy idiota.
Abrí mis ojos de sorpresa.
Empezó a correr la sangre, mi cara se sentía tibia y seguramente ya estaba ruborizada.

Él recuerda el beso de esa noche en el instituto Kligooth y yo he tratado de olvidarlo. Mi pecho bajaba y subía a causa de la respiración nerviosa que estaba teniendo.

Oímos que alguien carraspeó fingidamente. Haesen me soltó y pudimos ver a la gerente pelirroja con un folder color crema entre las manos y su mirada puesta en mí con odio, apretó su mandíbula y me barrió de pies a cabeza con su mirada.
¿Qué le pasa a la chica esta? Yo la miré con el ceño fruncido, no me iba a intimidar.
Haesen la miró y después miró a mí.
La chica le sonrió a Haesen y caminó hacia nosotros.

-Aquí están sus papeles señor Wilawooth, sólo necesito unas cuantas firmas -Le habló con su sonrisa coqueta. Estaba más que claro que la chica gustaba de Haesen y mucho.

-Claro. ¿Aly tienes un bolígrafo? -Me preguntó Haesen.

-Claro...-Iba a darle el bolígrafo a Haesen cuando la pelirroja me interrumpió.

-No hace falta, aquí tengo uno -La chica se puso entre nosotros. Haesen se empezaba a irritar con su actitud.

-Por aquí señor -Se dirigió al cofre del mini cooper y puso los papeles.

Me quedé a unos metros de ellos, no quería estorbar y Tampoco era algo de mi incumbencia, aunque moría de curiosidad de saber cuanto dinero le costo ese coche tan bonito y por pedido, después de revisar los estados de cuenta de Haesen, ha deber gastado una buena suma de dinero.

Eternos: Juego De SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora