Capítulo 8

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Desperté. Hoy era el día, el día en que mi tío viene; el día en que se revelan tantas cosas y se aclaran otras muchas, tan sólo de pensar en todo lo que voy a hablar con mi tío, me da vueltas la cabeza y el estómago se me contrae. Lo que es seguro: pueden decirme mil veces de mis orígenes y mi linaje, pero siempre saldrán dudas y preguntas. Por hoy me concentraré en las que me he originado y las más importantes. Tampoco será fácil para mí tío explicar decisiete años que me tuvo en ignorancia sobre mis orígenes, no quiero presionarlo, pensé en lo que Adeline me dijo, él me ha criado y querido como si fuera su hija, además, me ha dado lo mejor y me ha dado todo lo yo quisiese en bandeja de plata.
¿Él sabrá donde están mis verdaderos padres? ¿Por qué me dejaron con él?
No importa mucho, mi tío se ha esmerado conmigo, me ha dado todo el amor que un padre y una madre pueden dar, además que es mi mejor amigo, cómplice y es el mejor tío del mundo. Para mí Charles Brown es mi padre.
Él siempre ha estado conmigo, es el que me levanta cuando me caigo, todos los festivales de la escuela, los torneos, me cuida cuando estoy enferma, incluso cuando el asma me ataca con todo, él se queda y se desvela por estar ahí conmigo. Por que él ha sido todos los personajes que yo quisiera, en los juegos, en la tarea, me lleva y me trae de la escuela, todas las clases extras, además que trabaja y aún así siempre tiene tiempo para mí. Ha disimulado la falta de padres, ha hecho que yo sea feliz, me ha enseñado de valores y principios, él ha creado un mundo mágico para mí, para que yo no notara ausencia de nadie y olvidará al mundo inmundo que nos rodea y aún así cuando él no puede estar con migo, ha hecho que la soledad sea mi compañía entre libros y mensajes de texto de parte de él.
Las lágrimas corrían por mis mejillas y no quería detenerlas, era el llanto de felicidad, de tener a la mejor persona a mi lado y apenas darme cuenta de que él es toda la familia que necesito, y no me importa todo lo que me puedan decir, de mis genes, del linaje y del legado de mis padres, no importa, yo me quedó con mi tío y eso no cambia nada para mí.

Me levanté y me cambié el uniforme, tomé mi tiempo para que no se notara que había llorado, bajé las escaleras de caracol y fui a la cocina, no había nadie, no estaba Adeline.

En la mesa había unos sobres de correspondencia, me acerque y observe los nombres, tres estaban a nombre de Dominic Batiachelo y dos estaban a nombre de Haesen Wilawooth, eran de un banco de la ciudad. Alcé la cara para verificar que nadie me estuviera observando, en especial Haesen que llega sin hacer ruido alguno. Al extremo de la mesa había una taza de café y un papel extendido. Alicia Brown, la curiosidad mató al gato. Me recordó mi subconsciente. Mejor morir enterada que morir con la duda ¿No? Me acerque a ver el papel y también era de el banco, estaba a nombre de Haesen. Yo no sé mucho de cosas de un contador pero estoy cien por ciento segura que era un estado de cuenta bancario, y el total era una suma bastante jugosa. Haesen era millonario y por las cosas que hacen la suma de dicha cantidad millonaria, Haesen tiene un departamento en la ciudad. Salí de la cocina a revisar que nadie estuviera en esa área, quería leer más pero la vergüenza sería bastante si me descubren leyendo el estado financiero de Haesen. Fui a los pasillos, al comedor y volví, pero cuando entré, Haesen estaba ahí sentado revisando su papel y bebiendo su café ¡Ay no! Dije lamentándome en mi mente, quería seguir leyendo de el Haesen millonario.
Haesen volteó a verme y me sonrió, yo le sonreí, pero mi sonrisa era más forzada que de ganas.

-Buenos días -Haesen saludó -¿Por qué tan temprano?

-Si te soy sincera no tengo la menor idea de la hora -Y era verdad, perdí la noción del tiempo desde que llegué aquí.

-Muy mal Alicia, te hace falta un reloj biológico. Simplemente no puedes andar por ahí sin saber en que hora vives -Haesen amaneció de buen humor hoy, sonreía y eso era buena señal, no sospechaba que hurgué en sus cuentas bancarias.

-Ajá y según tu reloj biológico ¿Qué hora es? -No quería levantar ninguna sospecha de que había estado antes en la cocina, mejor que piense que acabo de llegar.

Eternos: Juego De SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora