Capítulo 29

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-Después de casi cometer la mayor estupidez en la vida, creo que es tiempo de madurar y agradecer la inmensa suerte que tengo. ¿No lo crees? Y creo que es la forma más factible para enderezar mi camino.

Le Sonreí amplia y sinceramente.

-Estoy muy feliz por tí Andru. Por cierto, ¿Ya arreglaste tu problema?

-¿Crees que estaría tan contento si no? Me aceptaron en seguida el Testigo Aly.

-Me alegro mucho -Dije cortante.

-A tí te pasa algo. Y no me lo quieres decir. ¿Qué pasa?

-¿Eh? No, nada Andru, no te preocupes.

-Es por el problema de Jerém ¿Cierto?

-¿Lo sabes? -Andru estaba lleno de sorpresas.

-Claro, mi papá me cuenta todo de nuestra raza, pero no se involucra mucho -Torció la boca de lado -Y te digo qué, sé que podrás ganarle a ese idiota Aly.

-Gracias Andru, de verdad lo valoro.

-No agradescas. Aly, sólo promete que vas a hacer que valga cada movimiento que hagas con Jerém.

Lo miré a los ojos.

—Lo prometo. Y también prometo ser la primera en ir a visitarte al internado.

—Eso espero —Sonrió.

-¿Y no tienes miedo de entrar a ese internado? -Pregunté para cambiar el tema.

-La verdad es que un poco. Pero voy a hacer que valga.

-¿Qué valga? -Fruncí el ceño.

-Sí. Ya sabes, que valga. Por más que duela, por más difícil o adversas que estén las cosas, si las vas a soportar, haz que valgan. -Se encogió de hombros -Hay un dicho entre los mestizos. "Si vas a quemarte, asegúrate que valga la pena".

Lo escuchaba atenta. Nunca pensé que Andru pensara de esa manera tan filosófica.

-Es una de tantas cosas que nos separan de los hombres normales. Ellos no arriesgan, se quedan en su zona de confort para no perder, sin saber que ellos ya están perdiendo al no intentar ganar más.

Le Sonreí ampliamente. Andru había dado un paso muy grande en el ámbito del cambio, había madurado sin perder su locura.

-Me dejas impresionada Andru. -Enarqué las cejas.

-Andru Gates, impresionando desde tiempos inmemorables -Se golpeó ligeramente el mentón. Ambos reímos.

Al salir a la avenida, en frente del edificio de Andru, aproveché para llamar a Julian y contarle lo que pasó con Ana Lucía.

-Julian, tenemos que vernos, es urgente -Le dije un tanto preocupada.

-¿Aly? -Se escuchaba confundido -¿Estás bien? ¿Qué te ocurre?

-Jerém dio acercamiento -Solté sin trabas.

-¿Dónde estás?

-En el centro de la ciudad.

-¿Pero estás bien?

-Sí -Murmuré.

-De acuerdo, nos vemos en la cafetería del centro. Ya sabes cuál. En quince minutos.

Colgó la llamada de una forma grotesca.
Sí sabía de qué cafetería hablaba, habíamos ido un par de veces. Si tomaba un trasporte, cualquiera que fuera, llegaba en cinco minutos; pero como no me gustó el tono de su voz, y que pareció que me dio órdenes, me iré caminando, llegaba en quince minutos, puede que más, sólo para hacerlo exasperar un poco.

Eternos: Juego De SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora