Capítulo 13

574 47 0
                                    

No tardó en salir la carcajada sonora de Haesen.
Me tenía intimidada.

-Claro que no. Y no te rías, no es gracioso -De nuevo mi gesto de fruncir las cejas y los labios aplastados apareció.

-¿Me estas llamando mentiroso? -Se hizo el ofendido. Seguía burlándose de mí.

-No -Ya no sabía que más decirle -Y si estaba soñando con ustedes, no te ilusiones, debió haber sido una pesadilla -Le guiñé un ojo.

¡Punto para Alicia Brown! Le borré la sonrisa.
Rodó los ojos.

-Como digas -Habló irónico.

-¿Qué es eso? -Señalé a una cosa azul que estaba colgado en la silla del escritorio.

-Es una férula para tu brazo. Lo deberás usar al menos una semana y media.

Genial, ahora iré con esa cosa a la escuela y tendré que dar explicaciones a todos.
Ni hablar que será el doble de difícil encontrar el dichoso cofre. Me quejaba en mi mente.

Mi tío entró con una bolsa de plástico.

-Hola chicos ¿Interrumpo algo? -Me miró insinuando de nuevo algo que no pasaba entre Haesen y yo.

-No, nada -Murmuré -¿Qué traes ahí? -Señalé la bolsa.

-Tu nuevo uniforme señorita. Desde mañana iras a la escuela.

Mi cara se transformó en un ceño sorprendido.

-¿Tan pronto? -Mi expresión era de horror -¿Y qué hay de la férula y todo eso?

Haesen soltó la carcajada de burla.

-Dios Aly, no te va a pasar nada con la férula -Haesen habló.

-Eso es cierto, sólo la llevas con el uniforme y listo -Mi tío le dio la razón a Haesen.
-Bueno chicos los dejó. Por favor Haesen asegurate que se duerma temprano -Haesen asintió.

Mi tío salió de mi habitación. Me dedicó la mirada de emparejarme con Haesen.

-¿Puedo? -Haesen se refirió al la bolsa que contenía el uniforme. Asentí. Sacó el uniforme de la bolsa.
-Va a se extraño no verte con el uniforme de Kligooth puesto.

-Espero que me reconozcas -Le dije vagamente.

-Va a ser difícil olvidar esa maraña de chocolate que tienes por cabello -Ahí va de nuevo a reírse de mí.

-Gracias -Le dije con desdén -¿Y así eres con todas las chicas que conoces?

Haesen me miró. En sus ojos hubo un brillo, como si la pregunta hubiese sido un reto, y él lo hubiera aceptado.

-¿A qué te refieres Alicia? -Su sonrisa era una red que me atrapaba y no me dejaba salir, hasta que el orgullo le suplicara de rodillas que me deje en paz.

-Ya sabes. Así de... -Vacilé -Así de engreído, y además eres grosero.

A Haesen parecía divertirle cada uno de mis insultos.

-No, así no soy con todas -Me dijo haciéndose el serio -Sólo soy así contigo.

Al maldito, los músculos de la cara le dolían por aguantarse la risa. Mi cara se deformó en una de odio.

-¡Eres un imbécil! -Le dije con amargura.

Salió la carcajada guardada de Haesen.

-¿Ves por qué sólo contigo soy así? -Fruncí el ceño -Eres la única chica que me dice esas cosas. Otras chicas me tratan bien y me recuerdan lo atractivo que soy. ¿Por qué ser grosero con ellas? Cuando ellas aprecian la belleza humana.

Eternos: Juego De SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora