Era una chica de mi estatura, su pelo rubio, casi plateado, ojos azules muy claro incluso más claros que los de Haesen, hasta sus cejas eran blancas. Su uniforme era similar al del Kligooth, sólo que el saco en color azul marino y lo demás era igual al de Kligooth.
-Son muy bellos -Le sonreí.
-Así es, son naturalmente bellos -Igual sonrió.
-Soy Alicia Brown -Me presenté.
-Alicia -Repitió sonriente -Yo Lyrio, sólo Lyrio.
Es la chica por la que preguntó Alexy.
-Hola Lyrio -Ya no sabía que más decirle.
-¿Quieres caminar conmigo?
-Claro -Sonreí.
Antares era igual de grande que Kligooth, hasta yo diría que mucho más grande. Lyrio y yo caminábamos. Ella era una chica que no te podía aburrir, tenía temas de todo tipo, me podía hablar de historia así como de cuentos mágicos.
-¡Lyrio! -Se escuchó un grito, llamando a Lyrio.
Nos giramos y divisamos la figura de Nicolas, caminando a pasos grandes y apurados a nosotras.
-¿Sí? -Lyrio respondió una vez que estuvo al lado de nosotras.
-¿Puedo acompañarlas señoritas? -Preguntó cortésmente.
Ambas asentimos y seguimos caminando, pero ahora con la compañía de Nicolas.
-Aly, cuéntame de tu vida -Lyrio me dijo en una voz que me enterneció.
—En realidad no hay mucho que contar. Estudio la preparatoria en la milicia, vivo con mi tío y soy una chica bastante normal.
—¿Cuantos años tienes? —Nicolas preguntó en seguida que terminé de dar una breve reseña de mi vida.
—Diesiciete años.
Me dio la impresión de que mi respuesta no le gustó, tensó su mandíbula.
—No eres nada normal —Lyrio dijo con la mirada pérdida en el suelo —Si fueras normal, no estarías aquí —Me miró sonriéndome.
Haesen apareció sudando y agitado con un estoque, detrás de él estaba la chica castaña en el mismo estado en el que estaba Haesen.
—Aly, te estaba buscando —Haesen me dijo sonriente y agitado.
—Veo que ya los conociste —Miró a Lyrio y Nicolas.
—Sí, ya —Sonreí.
—Ven a jugar conmigo tortuguita —Me tomó por la mano.
Todos los demás veían nuestra escena: Haesen alentándome a jugar con él y yo negándome tirando de mi mano.
—Por favor, por favor —Haesen suplicaba.
—Si la señorita Alicia no quiere, no la obligues Haesen —Nicolas habló duro.
—Sí Haesen, si ella no quiere, entonces dejala —La chica castaña apoyó el comentario de Nicolas.
La inconformidad de ambos nos tomó por sorpresa, incluso pasaron unos segundos para que Haesen y yo reaccionáramos.
Nicolas miraba mal a Haesen y la chica me miraba mal a mí.
—¿Qué están jugando? —Pregunté para romper la tensión.
—No es un juego, es entrenamiento de esgrima —La chica me dijo fría.
—Es lo que tu no sabes Azu, Aly es muy buena para chocar espadas —Haesen explicó.
—Haesen, llegas en un momento muy inoportuno, estamos conociendo más a Aly —Lyrio habló.
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Eternos: Juego De Sombras
FantasyLa sangre es lo que nos define, lo que nos separa y lo que nos une. Si la cabeza domina cuerpos y el corazón domina mentes ¿Quién es más peligroso entonces? No juegues con lo que no entiendes. Primera regla de los normales. Si vas a quemarte, asegúr...