La Conexión Del Destino

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En el peligroso y vasto mundo del Nuevo Mundo, donde piratas y Alfas compiten por el poder, una alianza inesperada había formado un lazo más profundo entre dos hombres que nunca imaginaron estar tan conectados. Monkey D. Luffy, un Omega que desafiaba todas las expectativas, y Trafalgar Law, un Alfa imponente con un corazón frío, habían formado una alianza para enfrentarse a los peligros del Grand Line. Sin embargo, lo que comenzó como una alianza estratégica, pronto se convirtió en algo mucho más profundo.

Después de la intensa batalla contra Doflamingo, ambos comenzaron a pasar más tiempo juntos, explorando las islas y enfrentando enemigos. Había una tensión palpable entre ellos, una atracción que ambos trataban de ignorar, pero que cada día se volvía más difícil de ocultar. Fue durante una misión en una isla remota que todo cambió.

La isla era conocida por su clima errático, pero lo que ni Luffy ni Law sabían era que la isla también amplificaba las feromonas naturales de los Alfas y Omegas que la visitaban. Esa noche, mientras sus tripulaciones descansaban, Luffy comenzó a sentirse extrañamente inquieto. Su cuerpo respondía de manera que nunca antes había experimentado, y no podía evitar pensar en Law, que se encontraba solo en la cubierta del Polar Tang.

Incapaz de contenerse, Luffy decidió ir a buscar a Law. Lo encontró mirando el horizonte, con su habitual expresión seria, pero al sentir la presencia de Luffy, Law se giró para mirarlo, y algo cambió en sus ojos. La atracción que ambos habían sentido durante tanto tiempo explotó en ese instante, y sin pensarlo dos veces, se encontraron abrazándose, dejándose llevar por los instintos que habían reprimido durante tanto tiempo.

Esa noche, bajo el cielo estrellado, los dos finalmente se unieron, dejando que sus cuerpos y corazones hablaran. Fue un momento de conexión profunda, donde todas las barreras que habían construido se derrumbaron. Cuando la mañana llegó, ambos sabían que nada volvería a ser igual.

Durante las semanas siguientes, Luffy comenzó a notar cambios en su cuerpo. Aunque estaba acostumbrado a su energía inagotable y apetito voraz, esta vez era diferente. Su cuerpo estaba más sensible, y una sensación extraña de calidez se instaló en su abdomen. Sin saber qué hacer, decidió visitar a Chopper, el médico de su tripulación.

Chopper, siempre diligente y preocupado por la salud de su capitán, realizó varios exámenes, y al final, miró a Luffy con una mezcla de sorpresa y felicidad.

—Luffy… parece que estás embarazado —dijo Chopper, casi sin poder creerlo.

Luffy parpadeó, asimilando la información. Sabía que era posible, pero escucharlo lo dejó atónito. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, Chopper continuó.

—Pero… eso no es todo. —Chopper señaló la pantalla de su pequeño dispositivo médico—. Estás esperando mellizos.

Luffy sintió como si todo su mundo se detuviera por un momento. Mellizos. Dos vidas creciendo dentro de él. La noticia era abrumadora, pero también increíblemente emocionante. Sin embargo, la preocupación rápidamente se mezcló con su alegría. ¿Cómo reaccionaría Law? Aunque habían compartido esa noche intensa, Luffy no estaba seguro de cómo Law se sentiría acerca de convertirse en padre, y no de uno, sino de dos niños.

Decidido a no ocultar la verdad, Luffy buscó a Law. Lo encontró en la sala de mando del Polar Tang, concentrado en algunos mapas. Cuando Law levantó la vista y vio la expresión en el rostro de Luffy, supo que algo importante había sucedido.

—¿Qué ocurre, Luffy? —preguntó Law, su tono más suave de lo habitual.

Luffy tragó saliva, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

—Law… tengo que decirte algo importante. —Tomó aire antes de continuar—. Estoy… estoy embarazado. Y… vamos a tener mellizos.

Por un momento, el tiempo pareció detenerse mientras las palabras de Luffy se asentaban en la mente de Law. Sus ojos se abrieron ligeramente, y aunque su expresión era difícil de leer, Luffy notó un brillo de sorpresa y, quizás, de emoción en sus ojos.

—¿Mellizos? —repitió Law, como si estuviera procesando la información.

Luffy asintió, sin saber qué esperar. Sin embargo, lo que Law hizo a continuación lo sorprendió. Law dio un paso hacia él y, con una delicadeza que rara vez mostraba, colocó una mano en el vientre de Luffy. La calidez del toque de Law se extendió a través de su cuerpo, y Luffy sintió que todas sus preocupaciones se disipaban.

—Nunca pensé que esto podría pasar… —dijo Law en voz baja, casi para sí mismo—, pero… no podría estar más feliz de que sucediera contigo.

Luffy, sintiendo una oleada de emoción, sonrió ampliamente, dejando que sus lágrimas cayeran. No de tristeza, sino de pura felicidad. Law lo atrajo hacia sí, abrazándolo con fuerza, y Luffy sintió la seguridad y el amor que había temido no encontrar.

Durante los meses siguientes, Luffy y Law se enfrentaron juntos a los desafíos del embarazo. Las náuseas matutinas, los cambios de humor, y las preocupaciones sobre cómo serían como padres eran algo nuevo para ambos, pero lo enfrentaron con la misma determinación con la que enfrentaban sus enemigos en el mar.

La tripulación del Sombrero de Paja, al enterarse de la noticia, se mostró eufórica. Todos se unieron para asegurarse de que Luffy estuviera cómodo y seguro, aunque eso significara frenar su viaje por un tiempo. Zoro y Sanji peleaban sobre quién sería el mejor tío, mientras Nami y Robin ayudaban a Luffy a preparar todo para la llegada de los bebés.

Finalmente, el día llegó. En una tranquila isla que habían encontrado en el Nuevo Mundo, Luffy entró en trabajo de parto. Fue una experiencia agotadora, pero cuando finalmente sostuvo a sus dos hijos en brazos, toda la fatiga desapareció. Los dos bebés, un niño y una niña, eran perfectos. La niña tenía el cabello negro y los ojos brillantes como Law, mientras que el niño tenía la sonrisa y la energía característica de Luffy.

Law, que había estado a su lado todo el tiempo, miró a sus hijos con una mezcla de asombro y amor. Tomó a la niña en sus brazos, mientras Luffy sostenía al niño.

—Son perfectos —susurró Luffy, mirando a Law con una sonrisa agotada pero llena de felicidad.

Law asintió, incapaz de apartar la vista de sus hijos. La sensación de conexión, no solo con Luffy, sino con los pequeños que ahora eran parte de sus vidas, era algo que jamás había imaginado, pero que ya no podía imaginar vivir sin.

—Lo son —respondió Law, su voz suave y llena de una emoción que rara vez dejaba salir—. Y haremos lo que sea necesario para protegerlos, juntos.

Luffy asintió, sabiendo que esa promesa era algo que Law cumpliría sin dudar. Ahora, no solo eran compañeros y aliados, sino una familia. Y mientras el barco del Sombrero de Paja navegaba hacia nuevas aventuras, Luffy, Law y sus dos pequeños mellizos, sabían que estaban listos para enfrentar cualquier desafío, siempre que estuvieran juntos.

One shots luffy x law Donde viven las historias. Descúbrelo ahora