El Viaje Del Corazón

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Era una tarde calurosa en la Universidad Grand Line. El bullicio de los estudiantes se mezclaba con el canto de las cigarras, creando un ambiente vibrante y agitado. Entre todos ellos, dos jóvenes destacaban, aunque por razones muy distintas. Luffy, un alfa conocido por su energía inagotable y su risa contagiosa, era el tipo de persona que siempre estaba rodeado de amigos. Sin embargo, a pesar de su popularidad, había algo que le faltaba: nunca había encontrado a alguien que realmente le importara de esa manera especial. Sus amigos no dejaban de burlarse de él, diciéndole que acabaría solo si seguía ignorando el tema del amor.

En contraste, Trafalgar Law, un omega reservado y serio, era la imagen de la soledad elegida. Se mantenía alejado de la mayoría, prefiriendo la tranquilidad de sus estudios a la compañía de los demás. Aunque atraía la atención de muchos alfas, ninguno lograba acercarse lo suficiente como para romper sus barreras. Law había escuchado las mismas bromas que Luffy: que si seguía tan distante, terminaría solo y amargado.

Eustass Kid, un beta con una personalidad explosiva, había visto suficiente. Era amigo tanto de Luffy como de Law, y estaba cansado de escuchar las mismas quejas de ambos. Decidió tomar el asunto en sus propias manos y orquestó una reunión en su apartamento con un solo objetivo: juntar a esos dos cabezotas.

El sol se había puesto y la noche envolvía la ciudad en un manto fresco. Luffy llegó primero al departamento de Kid, como siempre sin saber del todo por qué estaba allí. Golpeó la puerta con fuerza y sonrió al escuchar la risa áspera de Kid del otro lado.

“¡Hey, Kid! ¿Dónde está la comida?” exclamó Luffy, entrando sin esperar invitación.

Kid se burló, como de costumbre. “Siempre pensando en tu estómago, Mugiwara. Pero no, hoy no es solo para comer. Hoy vas a conocer a alguien especial.”

Luffy frunció el ceño, confundido. “¿Eh? ¿Alguien especial? ¿Qué estás tramando?”

Antes de que Kid pudiera responder, la puerta se abrió de nuevo, revelando a Law. El omega entró con una expresión neutral, aunque sus ojos mostraban cierta molestia. Estaba claro que no estaba allí por elección propia.

“Kid,” murmuró Law en un tono que sugería advertencia. “Espero que esto no sea otra de tus estupideces.”

Kid solo sonrió, ignorando el tono amenazante. “Tranquilo, Law. Solo pensé que tú y Luffy podrían… ya sabes, congeniar. Ambos necesitan salir un poco de su burbuja.”

Luffy miró a Law con curiosidad, sin la menor señal de incomodidad. “¡Hola! Soy Luffy. Nunca te había visto por aquí, ¿eres amigo de Kid?”

Law observó al alfa que tenía delante. Luffy era… diferente. No había esa tensión que solía sentir con otros alfas, esa presión subyacente. Este chico parecía genuinamente interesado en conocerlo, y no en marcar territorio.

“Law,” respondió simplemente, estrechando la mano que Luffy le ofrecía. Su tono era distante, pero no tan frío como esperaba. “Y sí, supongo que podríamos llamarnos amigos.”

Kid, satisfecho de haber hecho su buena obra del día, los dejó a solas con una excusa barata. Luffy, siempre directo, no perdió el tiempo. “¿Qué estudias, Law? Pareces del tipo que se toma las cosas en serio.”

Law lo miró de reojo, sorprendido por la falta de formalidades. “Medicina. Estoy en mi último año.”

“¡Vaya! Eso suena difícil,” respondió Luffy con una sonrisa. “Yo no sé si podría con tanto estudio. Me distraigo demasiado.”

Law soltó un pequeño suspiro, sintiendo cómo la rigidez en sus hombros comenzaba a relajarse. “Sí, requiere dedicación, pero es lo que quiero hacer.”

One shots luffy x law Donde viven las historias. Descúbrelo ahora