En una vibrante ciudad costera, Law, un joven Omega de 19 años, estaba tratando de reconstruir su vida después de haber sido abandonado por el Alfa con el que había soñado un futuro. Aunque el dolor de la traición era profundo, Law no podía permitirse hundirse en la desesperación. Su hija Lucía, que ahora tenía seis años, era su mayor fuente de motivación. La ayuda incondicional de su hermana Lami había sido crucial; ella había asumido la responsabilidad de cuidar a Lucía mientras Law trabajaba y estudiaba.
Una mañana, mientras preparaban el desayuno, Lami observó a Law con preocupación.
—Law, ¿has pensado en buscar a alguien que te ayude? No tienes que hacerlo todo solo. —Lami dijo mientras servía el café.
Law, ocupado organizando los papeles para la junta de maestros, le dedicó una mirada cansada pero decidida.
—No, Lami. No quiero depender de nadie más. —respondió Law—. He pasado mucho tiempo tratando de levantarme, y ahora que por fin estoy viendo resultados, no quiero arriesgarme a que alguien más vuelva a decepcionarme.
Lami suspiró, dejando el tazón de café sobre la mesa.
—Entiendo que quieras ser independiente, pero no puedes hacer todo esto solo. A veces, tener a alguien que te apoye puede hacer una gran diferencia. Un Alfa que te cuide y te apoye podría ser exactamente lo que necesitas.
Law frunció el ceño, su rostro reflejaba un cansancio profundo.
—Lo que necesito ahora es enfocarme en mi trabajo y en Lucía. No tengo tiempo para buscar una relación. Y, sinceramente, no creo que pueda confiar en un Alfa otra vez.
Lami lo miró con comprensión, pero también con tristeza.
—Solo quiero lo mejor para ti y para Lucía. No te niegues a la posibilidad de recibir apoyo, ¿sí? A veces, dejar entrar a alguien en tu vida no significa debilidad, sino fortaleza.
Law sonrió levemente, pero la mirada en sus ojos mostraba una firmeza inquebrantable.
—Gracias por tus consejos, Lami. Pero ahora necesito irme. Llegaré tarde a la junta de maestros de Lucía.
Lami asintió, comprendiendo la prisa de su hermano, y le dio un abrazo rápido.
—Cuídate y no olvides que estoy aquí para ti, siempre.
La junta de maestros se realizó en una sala amplia y luminosa en la escuela primaria local. Law llegó justo a tiempo para el inicio de la reunión, donde se presentó a los nuevos maestros. Uno de ellos era Luffy, el maestro de geografía. Desde el primer momento en que Law vio a Luffy, hubo una chispa innegable. Luffy, con su energía vibrante y su sonrisa contagiosa, capturó la atención de todos en la sala, especialmente la de Law.
Después de la junta, Luffy se acercó a Law, con una expresión amigable pero profesional.
—Hola, soy Luffy. Soy el nuevo maestro de geografía de Lucía. ¿Podemos hablar un momento sobre el progreso de tu hija?
Law, aún un poco distraído por la reciente reunión, asintió con una sonrisa.
—Claro, por favor. ¿Qué te gustaría discutir?
Luffy le explicó las áreas en las que Lucía podría mejorar y le ofreció algunos recursos adicionales. La conversación fluyó naturalmente, y Law no pudo evitar sentirse atraído por la actitud desenfadada y apasionada de Luffy por la enseñanza.
—Si necesitas ayuda adicional, no dudes en contactarme —dijo Luffy al final de la conversación—. Me encantaría ver cómo progresa Lucía.
Law, agradecido, asintió.
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One shots luffy x law
RomanceAquí cuento varias historias de law x luffy espero y les guste las escribo con toda mi dedicación, hay omegaverse por si les gusta este tipo de historias pueden leerla con gusto. Los personajes no me pertenecen.