Bajo La Lluvia

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La Universidad de Grand Line era conocida por su prestigio académico, y ahí es donde Trafalgar Law había decidido estudiar medicina. Era un Omega reservado, distante y enfocado en sus estudios, siempre intentando mantener las distancias con los demás, especialmente con los Alfas. Había aprendido a cuidar de sí mismo y no permitir que su condición le definiera.

Un día, en una de sus clases más difíciles, el profesor Garp asignó un trabajo en equipo. A Law le tocó trabajar con un Alfa llamado Monkey D. Luffy, un joven que, aunque siempre parecía distraído y despreocupado, tenía una energía inagotable y un corazón tan grande como su sonrisa.

Law no estaba muy entusiasmado con la idea de trabajar con Luffy. No es que tuviera algo en contra de él, pero prefería trabajar solo. Sin embargo, no tenía opción, así que, cuando Luffy le sugirió hacer el trabajo en su departamento, Law dudó, pero finalmente aceptó. No quería que lo acusaran de ser el que no cooperaba.

El día del trabajo llegó, y Law fue al departamento de Luffy después de sus clases. El lugar era pequeño y desordenado, pero de alguna manera reflejaba perfectamente la personalidad del Alfa. Se sentaron en la mesa del comedor, y aunque Luffy no parecía el tipo más académico, su pasión y entusiasmo eran innegables.

Horas más tarde, ya había anochecido. Mientras trabajaban, el cielo se cubrió de nubes y pronto empezó a llover torrencialmente. Law miró por la ventana, preocupado. Había olvidado llevar paraguas y su departamento quedaba bastante lejos.

"¿Qué pasa, Law?" preguntó Luffy, notando la inquietud en su compañero.

"Nada… sólo que olvidé mi paraguas," respondió Law, sin querer mostrar su preocupación.

Luffy sonrió ampliamente. "¡No te preocupes! Puedes quedarte aquí esta noche si quieres. No tiene sentido que te vayas a casa empapado."

Law titubeó. La idea de quedarse en casa de un Alfa, incluso de uno tan despreocupado como Luffy, no le entusiasmaba. Sin embargo, la lluvia no daba señales de detenerse, y la perspectiva de caminar bajo la tormenta era aún menos atractiva.

"Está bien… Gracias," murmuró finalmente.

Luffy se levantó rápidamente y rebuscó en un armario. Sacó una camiseta y unos pantalones cortos. "Aquí tienes, puedes ponerte esto. No es mucho, pero al menos estarás seco."

Law tomó la ropa con un gesto de agradecimiento. Después de cambiarse, se sintió un poco más cómodo, aunque todavía estaba en guardia. Luffy, por otro lado, parecía completamente relajado. Se sentó en el sofá, encendió la televisión y empezó a hablar de lo primero que se le ocurría, como si Law fuera un viejo amigo.

La calidez del lugar, la risa despreocupada de Luffy, y el sonido de la lluvia golpeando la ventana empezaron a relajar a Law. Aunque nunca lo habría admitido, se dio cuenta de que estar con Luffy no era tan incómodo como había imaginado.

Mientras la noche avanzaba, Luffy comenzó a cabecear de sueño, finalmente quedándose dormido en el sofá. Law lo observó por un momento, sorprendido de lo fácil que era estar con él. A pesar de las diferencias en sus personalidades y el hecho de que Luffy era un Alfa, no sentía la necesidad de poner una barrera entre ellos.

Quizás, pensó Law mientras se acurrucaba con la manta que Luffy le había dado, no todos los Alfas eran como él había temido. Y quizás, sólo quizás, trabajar con Luffy no sería tan malo después de todo.

Pasaron varios meses desde aquella noche lluviosa en la que Trafalgar Law se quedó en el departamento de Luffy. Desde entonces, algo había cambiado entre ellos. Habían seguido trabajando juntos en el proyecto, y, para su sorpresa, Law descubrió que le gustaba la compañía de Luffy. El Alfa tenía una manera de hacer que todo pareciera más fácil, más ligero, y Law, sin darse cuenta, empezó a bajar las barreras que había erigido alrededor de su corazón.

El proyecto terminó con éxito, pero Luffy y Law siguieron pasando tiempo juntos, compartiendo clases, comidas y conversaciones que cada vez se volvían más profundas. Law comenzó a darse cuenta de que su corazón latía un poco más rápido cuando Luffy estaba cerca, y no solo por su condición de Omega. Había algo más, algo que nunca antes había sentido.

Una tarde, después de una agotadora semana de exámenes, Luffy invitó a Law a su lugar favorito en la ciudad: un acantilado que daba al mar. Era un sitio tranquilo, alejado del bullicio, donde el sonido de las olas rompía el silencio y el viento jugaba con sus cabellos.

Se sentaron juntos en el borde del acantilado, mirando el horizonte. Luffy estaba extrañamente callado, como si estuviera pensando en algo importante. Law, por su parte, no podía quitarse de la cabeza todo lo que había sentido en los últimos meses.

"Luffy," comenzó Law, con un tono más serio de lo habitual, "hay algo que necesito decirte."

Luffy lo miró, con esos ojos grandes y honestos que siempre parecían llenos de vida. "¿Qué pasa, Law?"

Law respiró hondo, su corazón acelerándose. "No sé cómo sucedió, pero... me importas más de lo que debería. Al principio pensé que era solo porque me había acostumbrado a tu presencia, pero me di cuenta de que es más que eso."

El viento sopló con fuerza, y por un momento, Luffy se quedó en silencio, procesando lo que Law acababa de decir. Luego, sonrió de esa manera tan genuina que siempre lograba tranquilizar a Law.

"Yo también quería decirte algo," respondió Luffy, su voz suave pero firme. "Desde aquella noche en mi departamento, supe que había algo especial en ti. Al principio, solo quería ser tu amigo, porque pensé que eso era todo lo que tú querías. Pero ahora... no quiero ser solo tu amigo."

Law sintió que un peso enorme se levantaba de su pecho. "¿Entonces...?"

"Entonces, quiero estar a tu lado," dijo Luffy, acercándose más a Law. "Quiero que estemos juntos, no como compañeros de clase, sino como algo más."

Los ojos de Law se encontraron con los de Luffy, y en ese momento supo que no había nada más que temer. Había encontrado a alguien con quien podía ser él mismo, sin importar que fuera un Omega y Luffy un Alfa. Lo que realmente importaba era que se habían encontrado, y que ahora, bajo el mismo cielo, estaban dispuestos a compartir mucho más que solo un proyecto universitario.

"Entonces," dijo Law, sintiendo una calidez que lo llenaba por dentro, "supongo que ya sabes la respuesta."

Luffy sonrió y, sin decir una palabra más, tomó la mano de Law, entrelazando sus dedos. Juntos, miraron el sol desaparecer en el horizonte, sabiendo que, pase lo que pase, enfrentarían el futuro uno al lado del otro.

One shots luffy x law Donde viven las historias. Descúbrelo ahora