Trafalgar Law había pasado su vida construyendo barreras emocionales. Como un omega altamente respetado y uno de los mejores cirujanos del mundo, nunca había permitido que sus instintos le controlaran. No había tiempo para un alfa, no cuando tenía sus propias ambiciones y un pasado que lo atormentaba. Pero, con el tiempo, su deseo de tener hijos se había vuelto imposible de ignorar.
Sin un alfa en quien confiar, Law decidió seguir adelante con la inseminación artificial. Al principio, todo parecía bajo control. Estaba embarazado de mellizos, y aunque se sentía más solo de lo que había anticipado, confiaba en que podía manejarlo. No necesitaba a nadie, o al menos eso se repetía constantemente.
Un día, mientras estaba en una bulliciosa ciudad portuaria para recoger suministros médicos, Law se encontró con un alfa que irradiaba una energía tan despreocupada que era imposible ignorarlo. Era Monkey D. Luffy. Su sonrisa era tan amplia y sincera que Law se sintió extrañamente atraído hacia él, algo que le incomodó profundamente.
"¡Oye, tú! ¿Qué estás buscando? Parece que tienes algo en mente", le dijo Luffy, acercándose a Law sin ninguna reserva.
Law lo miró con frialdad, esperando que eso lo alejara. "No es de tu incumbencia", respondió con su típico tono seco.
Pero Luffy simplemente se rió, sin ofenderse en absoluto. "Eres raro, pero me agradas. ¡Vamos, te invito algo de comer!"
Antes de que Law pudiera protestar, Luffy ya lo estaba arrastrando hacia un restaurante cercano. Era imposible no dejarse llevar por su energía. Pero mientras más tiempo pasaba con él, más consciente era Law de su secreto. Sabía que debía mantener distancia, pero la compañía de Luffy era como un bálsamo inesperado en su vida solitaria.
Pasaron varias semanas en las que Luffy y Law se encontraron regularmente. Aunque Law se esforzaba por mantener su embarazo en secreto, era difícil ocultarlo. La preocupación crecía en su mente, preguntándose qué haría Luffy si se enteraba de la verdad. Pero la decisión no era suya.
Una tarde, mientras caminaban por la playa bajo un cielo nublado, Luffy finalmente rompió el silencio que había estado creciendo entre ellos.
"Law... sé que estás ocultando algo", dijo Luffy, su tono más serio de lo habitual.
Law sintió un nudo en el estómago. "No sé de qué hablas", replicó, su voz temblando ligeramente.
Luffy lo miró directamente a los ojos, con una expresión que Law no había visto antes. "¿Por qué no me dijiste que estás embarazado?"
El aire se quedó suspendido entre ellos. Law dio un paso atrás, sus ojos se llenaron de sorpresa y miedo. "¿Cómo lo supiste?"
Luffy se encogió de hombros, su expresión suavizándose. "Soy más listo de lo que parezco. Además, siempre presto atención a la gente que me importa."
La respuesta de Luffy tomó a Law por sorpresa. Sintió un dolor en el pecho, una mezcla de culpa y alivio. "Luffy... estos no son tus hijos. Yo… opté por la inseminación. No esperaba encontrar a nadie. No esperaba encontrarte a ti."
Luffy lo observó en silencio durante unos momentos, asimilando lo que Law acababa de decir. Luego, sonrió, una sonrisa que irradiaba calidez. "¿Y eso qué importa? No estoy aquí solo porque esperara que fueran mis hijos. Estoy aquí porque me importas tú. Y si me dejas, quiero estar aquí para ti y para ellos."
Law sintió sus defensas desmoronarse ante esa simple declaración. "No tienes por qué hacer esto, Luffy. No es tu responsabilidad."
"Lo sé", dijo Luffy, dando un paso adelante y tomando la mano de Law. "Pero quiero hacerlo. No quiero que sigas solo. Quiero estar contigo, pase lo que pase."
Las palabras de Luffy calaron profundamente en Law. Durante tanto tiempo, había pensado que tenía que hacer todo por sí mismo, que no podía permitirse depender de nadie. Pero Luffy estaba dispuesto a desafiar todo eso, y por primera vez en mucho tiempo, Law sintió que estaba bien dejar entrar a alguien más en su vida.
El tiempo pasó, y con Luffy a su lado, Law comenzó a sentir una paz que nunca había conocido. Sin embargo, no todo fue fácil. Hubo momentos en los que Law dudó de la decisión de permitir que Luffy se acercara tanto, temiendo que el alfa pudiera cambiar de opinión cuando la realidad del embarazo se volviera más tangible.
Una noche, cuando el parto se acercaba y Law se sentía abrumado por el miedo a lo que vendría, Luffy lo encontró en su cuarto, solo y en silencio.
"Luffy, no sé si puedo hacer esto", admitió Law, su voz rota por la vulnerabilidad.
Luffy se sentó junto a él y lo abrazó con firmeza. "No tienes que hacerlo solo, Law. Estoy aquí. No me voy a ir, te lo prometo. No importa cuán difícil se ponga, vamos a enfrentarlo juntos."
Las palabras de Luffy calmaron las dudas de Law. Y cuando finalmente llegó el momento del parto, Luffy estuvo allí, sosteniendo su mano, dándole fuerza. Los mellizos nacieron bajo una intensa tormenta, pero el caos exterior no podía compararse con la tormenta de emociones que Law sintió al ver a sus hijos por primera vez.
Cuando los pequeños lloraron por primera vez, Law supo que había encontrado algo que había estado buscando toda su vida. Luffy, con los ojos llenos de lágrimas de alegría, besó a Law en la frente y luego miró a los mellizos con ternura.
"Son perfectos", susurró Luffy. "Gracias por permitirme ser parte de esto."
Law, exhausto pero lleno de una felicidad que nunca pensó posible, tomó la mano de Luffy con fuerza. "Gracias por estar aquí. No sé cómo habría hecho esto sin ti."
Con el tiempo, los cuatro formaron una familia inquebrantable. Aunque los mellizos no eran biológicamente hijos de Luffy, él los amó incondicionalmente, como si lo fueran. Y a medida que los niños crecieron, fue claro que Luffy había traído algo a la vida de Law que ni siquiera él sabía que necesitaba: un hogar lleno de amor y risas.
Aunque el camino había sido inesperado y lleno de desafíos, Law nunca había estado tan seguro de algo en su vida. Con Luffy a su lado, tenía todo lo que siempre había querido, y más.
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One shots luffy x law
RomanceAquí cuento varias historias de law x luffy espero y les guste las escribo con toda mi dedicación, hay omegaverse por si les gusta este tipo de historias pueden leerla con gusto. Los personajes no me pertenecen.