Law no era alguien que disfrutara la compañía de los demás. Prefería el silencio, la soledad y el rincón más apartado del salón. A pesar de ser un omega, no le gustaba atraer atención. Con su sudadera negra con capucha y su aire distante, era más fácil evitar el caos de las interacciones sociales.
Hasta que llegó Luffy.
—¡Oi, tú! —exclamó una voz despreocupada a sus espaldas.
Law levantó la mirada, encontrándose con Luffy, un chico con una sonrisa deslumbrante y despreocupada. Un alfa, por supuesto. Los alfas siempre estaban llenos de energía, pero este era distinto; no mostraba ese aire dominante que solían tener los otros. Luffy no quería intimidar. Solo quería… acercarse.
—¿Qué quieres? —murmuró Law, ajustando los auriculares en sus oídos, esperando que la conversación terminara rápido.
Luffy lo ignoró por completo y se dejó caer en el asiento frente a él, como si fueran amigos de toda la vida.
—Vamos a salir —dijo con la misma naturalidad con la que uno dice "buenos días".
Law arqueó una ceja, desconcertado.
—¿Salir?Luffy asintió.
—Sí, una cita. Tú y yo. Hoy después de clases.El omega lo miró incrédulo.
—¿Por qué diablos tendría que ir a una cita contigo?—Porque me caes bien —respondió Luffy sin pensarlo dos veces. Luego sonrió aún más—. Y porque quiero conocerte mejor.
Algo en la honestidad desarmante de Luffy hizo que Law no supiera cómo negarse. Al final, suspiró, pasándose una mano por el cabello.
—Está bien… pero si es una trampa o haces alguna estupidez, te arrepentirás.Luffy soltó una carcajada.
—¡Perfecto! ¡Nos vemos a las cinco!Y así, sin más, Luffy salió corriendo, dejándolo atónito en su asiento.
Cuando llegó a casa, Law aún estaba pensando en lo absurdo de todo. ¿Cómo terminó aceptando salir con un alfa tan caótico? Cora-san, su tutor y figura paterna, lo recibió en la puerta con una sonrisa cálida.
—¿Tienes cara de que pasó algo interesante? —bromeó mientras dejaba sus cosas en la cocina.
Law bufó.
—Cora-san, ¿cómo se supone que voy a vestirme para una cita?El hombre rubio se quedó en silencio un momento, claramente sorprendido por la pregunta. Luego sonrió como si fuera Navidad.
—¿Una cita? ¿Tú? ¡Esto es un milagro!—Cierra la boca —gruñó Law, sintiendo cómo el calor subía a sus mejillas.
Cora-san rió y puso una mano sobre su hombro.
—Tranquilo, Law. Te ayudaré. Quiero que la pases bien.Después de media hora de revolver el armario y debatir opciones, Cora-san le ofreció una chaqueta de cuero negra y unos jeans ajustados, que le daban un aire despreocupado pero atractivo.
—Te ves increíble —dijo Cora-san con una sonrisa orgullosa—. Ese chico no va a saber qué lo golpeó.
Law miró su reflejo en el espejo y, por primera vez, pensó que tal vez esta cita no sería un desastre total.
Luffy lo estaba esperando frente a una heladería, con una sonrisa aún más grande que la de la mañana. Llevaba su chaqueta roja favorita y una bufanda negra alrededor del cuello, como si el frío no pudiera afectarlo.
—¡Law! —gritó, agitando la mano.
El omega rodó los ojos, pero no pudo evitar que una pequeña sonrisa se formara en sus labios. Luffy tenía algo contagioso en su energía, y Law se dio cuenta de que no le molestaba tanto como pensó.
—¿Por qué una heladería? Está haciendo frío —comentó Law mientras se acercaba.
Luffy se encogió de hombros.
—Porque me gustan los helados.Sin más preámbulo, Luffy lo tomó de la muñeca y lo arrastró dentro del local. Se sentaron junto a la ventana, y Luffy pidió dos helados gigantes con tantos toppings que Law se preguntó si realmente pensaba comérselos.
—Entonces… —comenzó Luffy mientras comía una cucharada enorme—. ¿Siempre eres así de gruñón?
Law alzó una ceja.
—¿Siempre eres así de molesto?Luffy soltó una carcajada.
—¡Me gusta tu estilo!A pesar de sí mismo, Law sintió que una sonrisa se le escapaba. Había algo refrescante en la forma en que Luffy era directo pero sin malicia. Como si no tuviera filtros, pero tampoco malas intenciones.
La conversación fluyó más fácilmente de lo que Law esperaba. Hablaron de tonterías, de sus materias favoritas, de cosas que odiaban de la escuela. Incluso Luffy logró arrancarle una risa genuina a Law con una de sus historias ridículas sobre cómo casi incendia el laboratorio de química.
Todo parecía ir demasiado bien… hasta que, de repente, Law sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
La luna roja comenzaba a elevarse en el cielo, anunciando una noche problemática para los omegas. Sin que Law lo notara, su cuerpo ya había empezado a reaccionar. Su respiración se volvió irregular, y sintió un leve temblor en sus manos.
—¿Law? —Luffy lo miró con preocupación, notando el cambio inmediato en su comportamiento—. ¿Estás bien?
—No… —murmuró Law, llevándose una mano a la frente. Sabía lo que venía: un pre-celo inesperado. Había estado demasiado nervioso por la cita para darse cuenta de las señales antes.
Luffy reaccionó al instante. Pagó la cuenta rápidamente y lo ayudó a levantarse, pasándole un brazo por la cintura para sostenerlo.
—Vamos. Te llevaré a casa —dijo, su tono más serio de lo habitual.
—No… puedo ir a casa… —susurró Law, sintiendo cómo su cuerpo se debilitaba.
Luffy frunció el ceño, claramente preocupado, pero no hizo preguntas. En lugar de eso, lo llevó a un parque cercano, donde había menos gente, y lo sentó en un banco.
—Respira, Law. Estoy aquí. No dejaré que nada malo te pase.
El omega lo miró con ojos nublados, luchando contra la oleada de emociones y hormonas. El instinto le decía que buscara el consuelo del alfa a su lado, pero su mente racional se resistía con todas sus fuerzas.
—¿Por qué… eres tan amable conmigo? —preguntó en un susurro.
Luffy lo miró directamente a los ojos, sin rastro de burla ni segundas intenciones.
—Porque me gustas, Law. Desde el primer momento en que te vi. No sé cómo explicarlo, pero… quiero estar a tu lado. No importa lo que pase.
Law sintió que algo cálido se encendía en su pecho. Quizás, por primera vez en mucho tiempo, no se sintió solo.
—Idiota… —murmuró, pero esta vez había un rastro de afecto en su voz.
Luffy rió suavemente y lo abrazó, cuidando de no sobrepasar los límites.
—Vamos. Te llevaré a casa antes de que Cora-san me mate.
Y así, bajo la luna roja, Luffy y Law comenzaron algo que ninguno de los dos había planeado, pero que ambos sabían que sería especial.
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One shots luffy x law
RomanceAquí cuento varias historias de law x luffy espero y les guste las escribo con toda mi dedicación, hay omegaverse por si les gusta este tipo de historias pueden leerla con gusto. Los personajes no me pertenecen.