De mí- Camila

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Nunca había sentido algo así
La vida me mantuvo siempre en paz




















Su vida amorosa siempre había sido muy reducida, quedando solamente en atracciones platonicas.

Y no era porque no fuera capaz de conseguir una cita, todo lo contrario, pues de vez en cuando debía de rechazar a personas, —tanto hombres como mujeres—, las cuales deseaban salir con él. El problema era el poco espacio en su agenda, pues necesitaba trabajar a tiempo completo si deseaba mantenerse en flote.

Y eso nunca fue un inconveniente para él.

Sin embargo, cuando consiguió un buen puesto de fisioterapeuta sus razones cambiaron, siendo así que rechazaba a la gente por el enamoramiento que tenía por su jefe.

El cual parecía romperle el corazón constantemente.















Llegaste abrir las puertas del dolor
Y a regalarme soledad
Tu piel envenenó mi corazón
























Nunca sabía como actuar a su lado.

En momentos podía ser la persona más histérica y fácil de enfadar, pero en otros podría actuar como si realmente estuviera preocupado de él.

Tan confuso.

El tacto de las manos de Jaekyung sobre su piel le hicieron estremecerse, sintiendo como aquellas zonas se quedaban calientes, como si desearán sentir más de aquella sensación.

Las caricias eran lentas, demasiado lentas que le hacían perder la cordura. Deseaba mantenerse firme hasta que se acabará esa experiencia, pues si cedía a los deseos profundos de su mente simplemente terminaría envenenandose con ilusiones falsas.

Porque si se dejaba llevar caería en una red de calidez y caricias, dándose cuenta en el amanecer que aquellas sensaciones habían sido remplazadas por frialdad y soledad.




















Dejando en completa oscuridad
Y así en lugar de olvidarte yo
Te fui queriendo mucho más
















Iba caminando detrás de Jaekyung, observando la amplia espalda de este.

Sí, sabía que Jaekyung no era la mejor persona que existía, ni siquiera estaba cerca de serlo. No obstante, él sabía perfectamente del constante esfuerzo y sobrexplotacion en el que vivía el luchador, haciendo que su admiración hacia el creciera.

Y también otro tipos de sentimientos.














Y ahora estás aquí
Viéndome sufrir
Dime, cómo debo hacer para olvidarme
De tus besos y sacarte para siempre
De mí
De mí
De mí
De mí
























Tomó en manos el llavero que tanto le había costado conseguir, sintiendo las lágrimas caer en sus mejillas.

Soy un idiota.

Se repetía a si mismo mientras que con tristeza habría el bote de basura y lanzaba aquel objeto.

Sabía que podría venderlo y usar aquel dinero en algo mejor, pero eso no era lo que deseaba hacer.

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