Conexiones Delicadas

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POV: Taylor

Han pasado tres días desde aquella cena en la que todo cambió. Desde entonces, he intentado acercarme a Casey de la única manera que sé: lentamente, sin presiones. Cada mañana, he dejado una flor en la puerta de su habitación, un gesto pequeño, casi insignificante, pero que espero la haga sentir que no todo es una trampa en esta mansión.

Sé que Casey ha estado buscando a su hijo, y he estado nerviosa por cómo reaccionará el niño a su nueva vida aquí. No es fácil para un pequeño cambiar de entorno tan drásticamente, y menos cuando su madre está inmersa en esta complicada red que he tejido. Pienso en Alex, el hijo de Casey, y no puedo evitar sentir una punzada en el corazón. A pesar de mi fachada, tengo un secreto que nadie conoce, ni siquiera Oliver. Amo a los niños. Siempre he sentido una conexión especial con ellos, quizás porque en su mundo todo es más simple, más honesto. He apoyado numerosas fundaciones dedicadas a la infancia, pero lo hago en silencio, sin que nadie lo sepa. Mostrar una debilidad como esa podría ser peligroso en mi posición.

Mientras me preparo para su llegada, me pregunto cómo será Alex. ¿Se parecerá a Casey? ¿Tendrá su determinación, su fuerza? Mi mente corre con posibilidades hasta que, finalmente, los veo llegar. Casey, con su expresión de cansancio y alivio mezclados, y junto a ella, un pequeño niño que no debe tener más de cinco años.

Mi corazón da un vuelco al ver a Alex. Es una mezcla perfecta de sus padres. Su cabello negro es un poco alborotado, enmarcando un rostro angelical con ojos azules que parecen ver más de lo que deberían. Su piel es clara, casi tan pálida como la nieve, y hay una curiosidad innata en su mirada que me deja completamente cautivada.

El pequeño se queda boquiabierto al ver la mansión, sus ojos recorriendo cada rincón, como si intentara memorizarlo todo de una sola vez. La pureza de su asombro me conmueve más de lo que esperaba.

Recuerdo las palabras de Oliver. "Sé tú misma, Taylor. No intentes ser lo que no eres". Su consejo resonó en mi mente durante días, y ahora, al ver a Alex y a Casey juntos, decido tomarlo en serio. Si quiero ganarme su confianza, debo ser parte de sus vidas, no solo en la periferia, sino de lleno.

Me acerco a Casey y Alex, tratando de mantener la compostura mientras mi mente trabaja a toda velocidad. Casey me mira con una mezcla de desafío y agotamiento, pero es a Alex a quien me dirijo primero.

—Hola, pequeño. Bienvenido a tu nuevo hogar —digo, sonriendo suavemente, esperando no asustarlo.

Alex me mira con esos ojos grandes y asombrados, y durante un breve instante, temo que se esconda detrás de su madre. Pero para mi sorpresa, da un paso adelante, mirando a su alrededor antes de devolverme la mirada.

—¿Vives aquí? —pregunta con inocencia.

—Sí, vivo aquí. Y ahora, tú también —le respondo, arrodillándome para estar a su nivel—. Hay muchas cosas divertidas que podemos hacer juntos, si te apetece.

Casey observa la interacción en silencio, su expresión imposible de leer. Pero algo cambia en su mirada cuando ve a Alex relajarse ligeramente. Quizás, solo quizás, estoy en el camino correcto.

Mientras guiamos a Alex por la mansión, mostrándole su nueva habitación y algunos de los lugares que pronto se convertirán en su hogar, no puedo evitar pensar que me está gustando esto más de lo que debería. No es solo parte del plan, es... algo más.

Decido, en ese momento, que seré parte de la vida de estos dos. De lleno. Puede que no sea lo que esperaba cuando todo esto comenzó, pero ahora que Alex está aquí, las cosas han cambiado. Y, por primera vez en mucho tiempo, me siento bien con ese cambio.

AUTORA:
YA CAYÓ UHHHHH JAJAJAJAJAJ
TAYLOR:....... cagaste
AUTORA:😨 *corre por su vida*

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