Confusión y Tensión

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POV Casey

La noche ha caído sobre la mansión, y aunque la jornada ha sido tranquila, me siento inquieta. Alex se ha quedado dormido después de un largo día de juegos, y ahora, mientras me preparo para descansar, no puedo evitar sentirme un poco más... vacía de lo usual. Los días aquí son monótonos, pero cada vez que Taylor aparece, parece que todo se agita en mi interior.

Salgo de mi habitación para buscar un poco de agua, pero me detengo en seco cuando veo a Taylor en el pasillo. Va vestida con un traje negro que le queda como un guante, marcando su cuerpo atlético de una forma que resulta imposible ignorar. Mis ojos, sin querer, se deslizan hacia su entrepierna, donde noto un bulto que me hace fruncir el ceño.

—Hola, Taylor —saludo, intentando mantener la compostura mientras mis pensamientos corren desbocados.

—Hola, Casey —responde, con esa sonrisa calmada que tanto me irrita, como si siempre tuviera el control de todo.

Me fijo en cómo el traje se ajusta a su cuerpo, y por alguna razón, me siento irritada. No es solo el hecho de que se ve bien, es la arrogancia en su postura, como si supiera exactamente el efecto que tiene.

—¿Vas a salir? —pregunto, intentando que mi voz suene despreocupada, aunque sé que la curiosidad se me nota.

—Sí, tengo una cena con una amiga —responde con una tranquilidad exasperante.

¿Una amiga? Claro, una amiga. Porque Taylor Morgan tiene tantas "amigas". Miro su traje, cómo se le ciñe, y me viene a la mente la ridícula idea de que ha elegido algo tan ajustado para... ¿impresionar?

—¿Una amiga? Parece que te estás arreglando para impresionar —le digo, y no puedo evitar que un toque de celos se cuele en mi tono.

Su sonrisa se ensancha, y eso solo logra irritarme más. No sé por qué estoy tan afectada. Normalmente, intento mantener la distancia emocional con ella, pero algo en este momento me hace querer provocar una reacción, cualquier reacción.

—Bueno, nunca se sabe a quién te puedes encontrar —dice, con ese tono juguetón que me hace querer rodar los ojos—. Es importante mantener las apariencias, ¿no?

Oh, claro, is impirtinti mintiniir lis ipirienciis. aunque sé que solo me estoy frustrando más. Debería dejarla ir, debería desear que se vaya, pero en lugar de eso, quiero decirle que no salga, que se quede. ¿Qué diablos me pasa?

—Que tengas una buena noche —respondo, obligándome a sonar neutral, aunque por dentro siento que estoy ardiendo de rabia contenida.

Taylor me mira por un segundo más, y siento como si estuviera analizándome, como si estuviera buscando algo en mi expresión. Entonces, sin más, se despide y se marcha, dejándome sola en el pasillo con mis pensamientos confusos.

Cuando me quedo sola, mi frustración se convierte en un nudo en mi estómago. ¿Por qué me importa con quién sale? No debería importarme. Ella es Taylor Morgan, la mujer que me tiene atrapada en este juego, y aun así, estoy aquí, molesta porque se va con otra persona.

Vuelvo a mi habitación, cerrando la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria. Me dejo caer en la cama, pero la incomodidad no desaparece. Me doy la vuelta, intentando encontrar una posición cómoda, pero es inútil. Sus palabras, su sonrisa, todo sigue girando en mi mente.

Finalmente, me rindo a la frustración. Cierro los ojos, pero sé que no descansaré bien esta noche. No con todos estos pensamientos en mi cabeza, no con la imagen de Taylor saliendo con otra mujer, y definitivamente no con la confusión que siento cada vez que nuestras miradas se cruzan.

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