Bajo Fuego

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POV Casey

El sonido de los disparos resonaba en mis oídos, mezclado con el eco de las sirenas de emergencia. Novak estaba en el suelo frente a mí, con los ojos llenos de odio, pero aún con esa sonrisa desafiante que me daba mala espina.

—Quizás para ti se acabó —repetí, reforzando mi posición y sin bajar el arma que le apuntaba—, pero no te equivoques. Hoy no te saldrás con la tuya.

Sabía que Novak era capaz de cualquier cosa, y no me sorprendería que, incluso en su derrota, tuviera una carta bajo la manga. Ese hombre nunca se rendía fácilmente.

Antes de que pudiera decir algo más, sentí una presión repentina en mi espalda. Una alarma interna me hizo girar la cabeza, buscando a Taylor entre la niebla de humo y disparos.

—¡Taylor! —grité, con una mezcla de preocupación y rabia.

POV Taylor

Todo sucedía rápido. Demasiado rápido. El humo comenzaba a disiparse, pero los disparos y gritos seguían ensordeciéndome. Vi cómo Casey se lanzó sobre Novak, manteniéndolo bajo control, pero mis ojos estaban enfocados en el resto de la situación. Nuestros hombres estaban ganando terreno, asegurando a los últimos hombres de Novak, pero aún había peligro.

—¡Taylor, cuidado! —escuché a Marcus gritar, justo cuando una ráfaga de balas pasó cerca de mí.

Me agaché detrás de una caja, con el corazón latiendo descontroladamente. Sabía que Novak no había jugado su última carta. Tenía algo más preparado, lo sentía en el aire.

Me levanté y vi cómo uno de los hombres de Novak se acercaba a Casey por detrás, intentando tomarla por sorpresa. Mi sangre se congeló.

—¡Casey! —grité, y sin pensarlo dos veces, disparé. El hombre cayó al suelo justo a tiempo, pero Novak aprovechó el caos.

POV Casey

El sonido del disparo me hizo girar justo cuando sentí que algo se movía detrás de mí. Taylor había disparado al hombre que intentaba atacarme, pero el pequeño momento de distracción fue suficiente para que Novak intentara escapar.

Con una velocidad que no esperaba de él, se lanzó hacia una salida lateral, empujando a uno de sus hombres hacia mí para ganar algo de tiempo. Sabía que no podía dejarlo escapar, pero antes de que pudiera seguirlo, vi algo que me hizo detenerme.

Había una pequeña luz roja titilante en el cinturón del hombre caído, justo en la parte inferior de su chaqueta. Mi corazón se detuvo al instante cuando reconocí lo que era.

—¡Taylor! —grité, levantándome y corriendo hacia ella—. ¡Es una bomba!

La reacción fue inmediata. Taylor corrió hacia mí, y juntas salimos disparadas hacia la puerta más cercana, mientras el caos se desataba a nuestro alrededor. Novak había dejado una trampa, y no nos habíamos dado cuenta a tiempo.

POV Taylor

El aire se volvió denso, y todo a nuestro alrededor comenzó a moverse en cámara lenta. Sentía el calor de la explosión acercándose, pero lo único que me importaba en ese momento era que Casey estuviera a salvo. No importaba si me costaba la vida, no iba a dejar que ella sufriera por esto.

Ambas corrimos hacia una pared cercana, buscando cobertura justo cuando la explosión sacudió el almacén. El estruendo fue ensordecedor, y por un momento, todo fue caos: escombros volando, las luces parpadeando y gritos por todas partes.

—¡Casey! —grité, pero mi propia voz se ahogó entre el ruido de la explosión.

No sabía si estaba bien. Mis ojos buscaban desesperadamente su figura entre el polvo y los restos de la explosión. Y entonces la vi, entre los escombros, levantándose con esfuerzo. Sentí un alivio tan fuerte que casi me dejó sin aliento.

Corrí hacia ella, y cuando finalmente estuve lo suficientemente cerca, la ayudé a ponerse de pie.

—¿Estás bien? —pregunté, mi voz cargada de preocupación.

—Estoy bien —respondió, aunque su respiración era entrecortada—. ¿Y tú?

Asentí, pero mis ojos se enfocaron nuevamente en Novak. El hombre estaba intentando escapar entre los restos del almacén, su figura desapareciendo entre las sombras.

POV Casey

No podía permitir que Novak se fuera. Este era nuestro único momento para atraparlo, y aunque el caos a nuestro alrededor seguía, teníamos que terminar lo que empezamos.

—¡No puede escapar! —grité, señalando hacia donde había visto su figura moverse—. ¡Vamos tras él!

Taylor no necesitó que le dijera dos veces. Ambas comenzamos a correr entre los restos del almacén, esquivando las cajas caídas y los escombros, intentando mantener a Novak a la vista.

Cada paso que daba era una batalla contra el dolor que me quemaba los músculos, pero no podía detenerme. Él no iba a escaparse de esto. No después de todo lo que había hecho.

—¡Allí! —exclamó Taylor, señalando hacia una de las puertas laterales que Novak había abierto. Se estaba dirigiendo hacia el muelle, probablemente intentando huir en uno de los barcos.

Corrimos tras él, y cuando finalmente llegamos al muelle, lo vimos. Novak estaba tratando de subir a un pequeño bote, pero su escape no iba a ser tan fácil.

—¡Detente! —grité, apuntándole con mi arma.

POV Taylor

Sabía que Novak no iba a rendirse. Incluso con una pistola apuntando a su cabeza, aún conservaba esa maldita sonrisa arrogante.

—¿Realmente crees que vas a ganar? —preguntó, su voz cargada de desprecio.

—Ya hemos ganado —le respondí, avanzando lentamente hacia él.

Casey estaba a mi lado, su postura firme y decidida. Sabía que no podíamos bajar la guardia, no hasta que Novak estuviera completamente fuera de juego.

—Esto es solo el principio —dijo Novak, y antes de que pudiera seguir hablando, Casey disparó. Un disparo limpio, directo al brazo que sostenía el arma. Novak gritó de dolor, su pistola cayendo al suelo.

Nos acercamos lentamente, y con la fuerza de ambos, lo inmovilizamos. Era el final de Novak.

POV Casey

Sentí una oleada de alivio y triunfo recorrerme cuando finalmente colocamos a Novak bajo custodia. Sabía que esto no borraba el daño que había causado, pero era un paso hacia la justicia. Un paso hacia el cierre que necesitábamos.

y por primera vez en mucho tiempo, sentí que podíamos respirar.

Taylor se giró hacia mí, su respiración aún agitada, pero con una pequeña sonrisa de alivio en su rostro.

—Lo hicimos —dijo, casi sin creerlo.

—Lo hicimos —respondí, devolviéndole la sonrisa.

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DANGEROUS LOVE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora