Pov: Casey
Estaba sentada en el comedor de la mansión, frente a un plato de comida que probablemente costaba más que mi alquiler mensual. Todo en esta casa parecía diseñado para recordarme lo fuera de lugar que estaba. El ambiente lujoso y el silencio solo hacían que me sintiera aún más como una intrusa.
El día había sido extraño desde el principio. Taylor, con su comportamiento enigmático y su control calculado, había logrado mantenerme en un estado de constante alerta. Pero lo que realmente me había dejado desconcertada era lo que había ocurrido en esa misma mesa un poco antes.
Taylor había intentado coquetear conmigo. No era algo que esperaba, no de alguien como ella. Había comenzado de manera sutil, con un comentario sobre mi apariencia que había sonado casi torpe. Había levantado la vista, sorprendida, cuando me lo dijo, y ahí estaba ella, mirándome con una especie de nerviosismo que no encajaba con su usual seguridad.
No sabía cómo reaccionar, así que me limité a darle una mirada de desconcierto. Su intento de seducción había sido... bueno, extraño. No porque fuera inapropiado, sino porque no parecía natural en ella. Estaba acostumbrada a su control, a su capacidad para manejar cualquier situación con frialdad y precisión. Pero aquí, había fallado. Y ese pequeño fallo, esa grieta en su armadura, me dejó más confundida que nunca.
Intenté concentrarme en la comida, pero mi mente seguía regresando a la forma en que Taylor se había puesto un poco roja después de mi reacción. Había pasado de ser la fría y calculadora secuestradora a alguien que parecía no tener idea de cómo comportarse en una situación como esa. La incomodidad que sentí no era tanto por sus avances, sino por la inesperada vulnerabilidad que mostraba.
Después de un rato, Taylor se disculpó torpemente, murmurando algo sobre tener cosas que hacer. La vi salir de la habitación, aún claramente avergonzada, y me quedé ahí, preguntándome qué diablos acababa de pasar.
Cuando terminé de comer, Gato apareció en la puerta para llevarme de regreso a mi habitación. Su expresión era neutra como siempre, pero algo en su postura sugería que también estaba un poco desconcertado por lo que había presenciado.
Entré a mi habitación, agradecida por un momento de soledad, pero mi alivio duró poco. Algo en la cama llamó mi atención: un sobre grande y blanco, colocado de manera deliberada sobre la colcha. Mi corazón comenzó a latir más rápido mientras lo recogía, reconociendo de inmediato que no podía ser nada bueno.
Me senté en la cama, abriendo el sobre con dedos temblorosos. Lo que encontré dentro me dejó helada. Fotografías. Docenas de ellas, mostrando a Michael, mi prometido, en situaciones que no dejaban lugar a dudas. No solo una, sino muchas mujeres diferentes, en lugares diferentes. Cada imagen era como un golpe directo al estómago.
Me quedé mirando las fotos, intentando procesar lo que estaba viendo. Taylor me había dicho que Michael no era quien yo pensaba, pero no estaba preparada para esto. No podía entender cómo alguien que decía amarme podría hacer algo así. ¿Cuánto tiempo había estado engañándome? ¿Y por qué?
La rabia comenzó a reemplazar el shock inicial. Esto era demasiado. No solo estaba atrapada en una mansión con una mujer que no entendía, ahora también tenía que lidiar con la traición de la persona en la que más confiaba. ¿Qué clase de juego estaba jugando Taylor?
Dejé caer las fotos en la cama y me levanté, sintiendo la ira burbujear bajo la superficie. Quería gritar, quería llorar, pero no podía dejar que Taylor viera lo afectada que estaba. No le daría esa satisfacción.
Al volver a sentarme, cerré los ojos e intenté calmarme. Tenía que pensar con claridad. ¿Qué quería Taylor que hiciera con esta información? ¿Estaba intentando manipularme, o simplemente quería herirme? Y si era lo segundo, ¿por qué? ¿Qué ganaba ella con esto?
No tenía respuestas, solo más preguntas. Pero había algo que sabía con certeza: no podía dejar que esto me rompiera. Taylor Morgan podría ser poderosa, podría ser astuta, pero yo no era una víctima. No me rendiría tan fácilmente.
Me recosté en la cama, mirando el techo, con las fotos todavía esparcidas a mi lado. Sentía como si todo mi mundo se estuviera desmoronando, pero al mismo tiempo, una nueva resolución comenzaba a formarse en mi mente. No sabía cuál era el plan de Taylor, pero si ella pensaba que podía controlarme o doblegarme, estaba muy equivocada.
Cerré los ojos, tratando de mantener a raya el dolor que amenazaba con desbordarse. Mi vida se había vuelto un caos desde que fui secuestrada, pero esto era diferente. Esto era personal. Y si Taylor quería jugar, tendría que enfrentarse a alguien que estaba lista para luchar.
AUTORA:
interesante interesante
hasta aquí el cap espero les guste
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DANGEROUS LOVE
De TodoEn NeoCity, la detective Casey Brooks se encuentra atrapada en una peligrosa red de crimen organizado liderada por Taylor Morgan, desafiando todo por un amor prohibido que podría destruirlas a ambas.