El Primer Paso

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POV Taylor

La mañana siguiente se sintió diferente. Había algo en el aire, algo entre nosotras, que hacía que todo se sintiera más real. Casey había aceptado tener esa cita conmigo, y aunque todavía me costaba creerlo, el beso que me dio anoche aún resonaba en mi mente.

Mientras tomaba una taza de café en la cocina, pensaba en cómo sería nuestra cita. No quería nada extravagante, no esta vez. Lo que más anhelaba era un momento tranquilo, solo ella y yo, sin el peso del mundo que nos rodeaba. Sabía que nuestra relación aún tenía muchas capas que descubrir, y después de todo lo que habíamos pasado, merecíamos algo simple, sincero.

Mientras estaba perdida en esos pensamientos, escuché pasos suaves detrás de mí. Me giré y vi a Casey entrando en la cocina, ya vestida para comenzar su día. Sonrió al verme, y algo en su mirada me hizo sentir como si todo estuviera en su lugar, aunque fuera solo por unos minutos.

—Buenos días —dije con una sonrisa, sintiendo cómo la tensión de los últimos meses parecía disiparse poco a poco.

Casey se acercó, sirviéndose una taza de café mientras se apoyaba en la encimera, frente a mí.

—Buenos días —respondió—. ¿Cómo dormiste?

Me encogí de hombros, con una sonrisa traviesa en los labios.

—Bueno... mejor que tú, seguramente. Te desperté a mitad de la noche para pedirte una cita, después de todo.

Casey dejó escapar una risa suave, y por un segundo, todo se sintió perfectamente natural.

—Es cierto —dijo—. Pero ahora que estoy más despierta, estoy curiosa. ¿Qué tienes en mente para esa cita?

POV Casey

Mientras tomaba un sorbo de café, no podía evitar sentirme intrigada por lo que Taylor pudiera estar planeando. Había algo en su expresión que mostraba cierta emoción, pero también un toque de nerviosismo, algo inusual en ella.

Taylor se quedó en silencio un momento, como si estuviera organizando sus pensamientos.

—Quiero que sea algo simple —respondió finalmente—. Nada ostentoso, solo tú y yo. No quiero que haya nada que nos recuerde a todo lo que hemos pasado... Al menos por una noche.

Su sinceridad me tocó más de lo que esperaba. Había algo vulnerable en Taylor, algo que rara vez mostraba. Su mundo estaba lleno de peligro y sombras, pero ahora quería algo real. Algo que no estuviera contaminado por el caos de su vida.

—Suena perfecto —dije, sin dejar de mirarla a los ojos—. Lo que importa es que estemos juntas. El lugar es lo de menos.

Taylor sonrió, y pude ver cómo un poco de la tensión desaparecía de sus hombros. Sabía que, para ella, dar este paso no había sido fácil. Estaba acostumbrada a controlar todo, a no mostrar debilidad. Pero conmigo, poco a poco, se estaba permitiendo ser simplemente ella misma.

De repente, el sonido de una puerta abriéndose arriba interrumpió el momento. Poco después, Alex bajó las escaleras con pasos adormilados, frotándose los ojos. Apenas estaba despertando, y su cabello revuelto le daba un aspecto adorable.

—¡Buenos días, mami! —exclamó cuando me vio, corriendo hacia mí con esa energía que parecía surgir de la nada.

Me agaché para abrazarlo, y Taylor se unió a nuestro pequeño momento familiar, acariciándole la cabeza con una sonrisa suave.

—¿Dormiste bien, campeón? —preguntó Taylor, y pude notar la ternura en su voz.

Alex asintió mientras bostezaba, pero rápidamente cambió de tema, emocionado por algo.

—¿Hoy podemos ir al parque? Quiero mostrarles lo que aprendí a hacer con mi cometa —dijo, mirando a Taylor con sus ojos brillantes.

Taylor le revolvió el cabello con cariño y asintió.

—Claro que sí, después del trabajo y de tus clases, ¿te parece?

Alex asintió entusiasmado, y de inmediato comenzó a hablar sobre los trucos que había aprendido, llenando la cocina con su energía.

—¡Voy a hacer que vuele muy alto! Y les enseñaré cómo lo hago. ¡Voy a sorprenderlas a las dos! —exclamó.

Me sonreí, disfrutando de su entusiasmo mientras comenzaba a preparar el desayuno. Mientras cocinaba, pensaba en cuánto había crecido desde que llegamos aquí. Era un niño feliz y lleno de vida, y cada día con él y con Taylor parecía un nuevo comienzo.

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POV Taylor

Ver a Alex tan feliz y abrazando a Casey me llenaba de una calidez que no podía describir. Nunca imaginé que este sería mi futuro, pero aquí estaba, con una familia que significaba todo para mí.

Después de que Alex se preparó para la escuela, me giré hacia Casey. Sabía que había algo importante que decirle, algo que no podía seguir guardando. Mi vida, mi pasado, y ahora, lo que estábamos construyendo juntas, requerían claridad.

—Casey —comencé, sabiendo que tenía que ser honesta—. Sabes que... salir de mi mundo no es algo fácil, ¿verdad?

Ella me miró con comprensión y asintió. Sabía lo que implicaba, y nunca me había presionado para salir de ese mundo antes de tiempo.

—Lo sé, Taylor. Y no espero que lo hagas de inmediato —respondió con calma—. Solo quiero que, si decides hacerlo, lo hagamos juntas, sin apresurarnos.

Su respuesta me dio paz. Sabía que Casey no estaba pidiendo más de lo que podía dar, y eso hacía que la presión disminuyera un poco. Por fin tenía a alguien que no me exigía imposibles, sino que quería caminar a mi lado.

Nos quedamos un momento en silencio, simplemente disfrutando del ambiente relajado. Casey me dio una sonrisa cálida, y supe que, aunque los retos aún estaban por delante, lo más importante era que habíamos encontrado un equilibrio en lo que teníamos. Y eso, para mí, era todo.

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POV Casey

Después de un delicioso desayuno, Alex y yo nos preparamos para salir a la escuela. Mientras lo ayudaba a vestirse, no podía dejar de pensar en la tarde que teníamos planeada. Quería que Taylor viera lo feliz que podía ser Alex al volar su cometa.

—Vamos, campeón, es hora de salir —dije mientras terminaba de abrocharle los zapatos.

—¡Ya voy, mami! —gritó Alex mientras corría hacia la puerta.

Mientras caminábamos hacia el coche, Alex continuó hablando sobre lo que haría en el parque.

—¡No puedo esperar para mostrarles a las dos lo que aprendí! —exclamó, con su energía desbordante.

—Te prometo que serás el mejor volador de cometas —le respondí, sonriendo al ver su entusiasmo.

Una vez que llegamos a la escuela, le di un abrazo a Alex y lo dejé en la entrada. Mientras se alejaba, me sentí un poco triste por dejarlo, pero sabía que volvería a casa para pasar tiempo con él y Taylor.

Al regresar a la mansión, la atmósfera estaba tranquila. Decidí tomarme un momento para pensar en la cita con Taylor. La idea de pasar un tiempo juntas me emocionaba, pero también me hacía sentir nerviosa. ¿Qué pasaría si las cosas se volvían demasiado reales?

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POV Taylor

Cuando por fin llegué a la oficina, el día avanzó lentamente. Estaba ansiosa por la tarde, por lo que sucedería en el parque. No podía dejar de pensar en cómo sería ese momento con **Casey** y **Alex**. Sabía que este sería otro paso en nuestra relación, y eso me hacía sentir un torbellino de emociones.

Finalmente, el día terminó, y cuando llegué a casa, **Alex** ya estaba allí, emocionado por la salida que teníamos planeada. **Casey** se unió a nosotros y, mientras los tres nos dirigíamos al parque, sentí que todo estaba en su lugar. Todo lo que había querido, lo tenía justo en frente de mí.

Y así, a medida que el sol comenzaba a ponerse, con el aire fresco llenando el ambiente, estábamos listas para disfrutar del momento.

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