POV Taylor
La noche ha caído y el reloj avanza rápidamente. La jornada de trabajo ha sido tan extenuante como siempre, pero logro finalizar todo a tiempo. Me dirijo a mi habitación para prepararme para la cena con Amelia. Mientras me visto con un traje ceñido que resalta mi figura, me doy cuenta de cómo mi cuerpo se ajusta perfectamente al material. El traje revela cada línea y curva, y sí, aunque trato de no pensarlo, el contorno de mi pene es visible. No es algo que suelo considerar, pero esta noche quiero estar perfecta.
Cuando termino de arreglarme, salgo de mi habitación con confianza. Mi mente ya está en la noche que tengo por delante, pero al pasar por el pasillo, me encuentro con Casey. Ella está en la entrada de su habitación, con una expresión que no puedo descifrar inmediatamente.
—Hola, Taylor —saluda con una sonrisa que no logra ocultar la curiosidad.
—Hola, Casey —respondo, notando cómo sus ojos se posan en mi traje, deteniéndose un momento en mi entrepierna.
Frunzo el ceño ligeramente al ver su expresión. No estoy acostumbrada a ver esta intensidad en su mirada, especialmente hacia mí. La tensión es palpable, y me doy cuenta de que estoy inquieta por su reacción.
—¿Vas a salir? —pregunta Casey, su tono sugiere más de lo que las palabras indican.
—Sí, tengo una cena con una amiga —respondo con tranquilidad, aunque su mirada sigue siendo difícil de ignorar.
Casey parece debatirse entre algo que quiere decir y mantener la compostura. Finalmente, con un tono casual pero cargado de celos sutiles, añade:
—¿Una amiga? Parece que te estás arreglando para impresionar.
No puedo evitar sonreír ante su comentario. Hay algo en provocar esa reacción que resulta inesperadamente gratificante. No suelo interactuar con Casey más allá de lo estrictamente necesario, pero su leve celosía es una sorpresa agradable.
—Bueno, nunca se sabe a quién te puedes encontrar —digo, mi tono juguetón—. Es importante mantener las apariencias, ¿no?
Casey arquea una ceja y su expresión cambia a una mezcla de sorpresa y molestia. Por un instante, parece que las palabras están a punto de estallar, pero solo me ofrece una sonrisa forzada.
—Que tengas una buena noche —dice, y su tono es tan neutral como puede ser, aunque sus ojos revelan más.
La veo partir, y un sentimiento extraño me invade. La tensión de su mirada y su reacción me afectan más de lo esperado. Sin embargo, tengo una cita que atender y no puedo permitirme distraerme.
Llego a recoger a Amelia tal y como habíamos quedado, su saludo es cálido y sus palabras son cargadas de insinuaciones, lo que facilita la transición de una noche de trabajo a una de indulgencia.
La cena es una mezcla de conversación trivial y miradas sugerentes. Amelia no pierde la oportunidad de insinuar que su interés va más allá de una simple amistad. Respondemos a los comentarios con dobles sentidos y sonrisas que dejan poco a la imaginación.
Taylor: "Este restaurante tiene una vista impresionante. ¿Siempre eliges lugares con buenas vistas?"
Amelia: "Solo cuando quiero disfrutar de algo más que la comida. A veces, la compañía es lo más importante."
Taylor: "Entonces, supongo que elegiste bien esta noche. ¿Cómo va todo en tu trabajo?"
Amelia: "No me quejo, aunque mis clientes suelen decir que soy muy persuasiva. Pero, en realidad, me gusta que las cosas sean interesantes. Y tú, ¿cómo van tus proyectos?"
Taylor: "Van bien, gracias. Aunque, a veces, me gustaría tener un poco de diversión fuera del trabajo. Es difícil encontrar algo que realmente me distraiga."
Amelia: "Es una pena. Porque si buscas algo interesante y divertido, creo que te lo podría ofrecer. Aunque a veces, lo que más nos intriga es lo que está justo delante de nosotros, pero no lo vemos."
Taylor: "¿Ah, sí? ¿Y qué es lo que crees que no estoy viendo?" (sonríe mientras juega con la copa de vino)
Amelia: "Bueno, digamos que lo que tienes frente a ti podría ser exactamente lo que estás buscando. A veces, las mejores sorpresas están en los lugares más inesperados."
Taylor: "Eso suena intrigante. Me pregunto qué más podrías tener bajo la manga."
Amelia: "Quizás lo descubrirás esta noche. O tal vez prefieras esperar y ver si puedo mantenerte interesada."
Taylor: "No tengo dudas de que tu habilidad para mantener el interés es algo digno de explorarse. Estoy bastante curiosa por ver qué más podrías ofrecer."
Después de la cena, Amelia propone continuar la noche en un hotel cercano. Acepto sin dudarlo. La atmósfera en la habitación es densa con el deseo acumulado de toda la noche. La energía entre nosotros es palpable y, mientras Amelia se desviste, la tensión se vuelve aún más intensa.
Al llegar a la habitación de hotel, inmediatamente ataco la boca de Amelia, cosa que la toma por sorpresa pero me corresponde casi de manera inmediata, subo su rojo vestido y noto como esta mojada lo que provoca una gran excitacion haciendo notar un ya muy erecto y palpitante pené.
Taylor:ya estas toda empapada y apenas comenzamos.
Amelia: Ta-TayyYy y-ya deja de jugar, te necesito.
Taylor: te recuerdo que tu no me dices que hacer oíste?.
Amelia:s-sii... Ahh
Comiezo a quitar su ropa, dejandola completamente desnuda, Amelia tiene un cuerpo perfecto, sus tetas son de un tamaño mediano al igual que su culo, tiene unas curvas de infarto y una piel perfectamente bronceada.
Comienzo a besarla nuevamente bajando por su cuello dejando una muy notable marca.
Amelia: maldita sea Taylor, no me dejes marcas.
Taylor: cierra la maldita boca.
Continuo besando y mordiendo su cuello y ya cuando veo las múltiples marcas comienzo a lamer bajando lentamente hasta llegar a sus tetas apretando una con una de mis manos y la otra aprisionandola con mi boca chupando y mordiendo comí si de un caramelo se tratara, al mismo tiempo con la mano que tengo libre comienzo a estimularla, frotando, metiendo y sacando mis dedos, lo que provoca un sin fin de gemidos y al aumentar las embestidas, noto como su cuerpo se tensiona, para después dejar salir sus fluidos, la suelto provocando que se caiga al suelo por el temblor de sus piernas.
Taylor: levántate, ve directo a la cama y esperame en 4.
Amelia:okAaayYy....
Me quito la ropa y de uno de los bolsillos saco un condon y procedo a colocarmelo, después me dirijo a la cama con Amelia ya esperandome como se lo había pedido, sin previo aviso meto mi pene, lo que provoca que suelte un gritito de dolor y Comienzo a embestirla fuerte haciendo caso omiso a sus quejas, y de vez en cuando dejando nalgadas y ahorcandola.
Amelia:Tay-tayYyloorrr uhmmm m-me ahh vo-voyy a venirrr.
Con eso dicho comienzo a embestirla más rápido notando como su cuerpo se pone rígido hasta que por fin llega el tan deseado orgasmo.
Después de eso, la noche continuó con un par de rondas más hasta que liberé todo mi estrés contenido y caí rendida.
Cuando la madrugada llega y el cansancio se apodera de mí, me levanto, me visto y regreso a la mansión. El silencio en la casa es acogedor y, a pesar de la intensidad de la noche, siento un extraño alivio al estar de vuelta en un entorno conocido. Me deslizo bajo las sábanas y cierro los ojos, permitiéndome finalmente descansar.
Mientras la oscuridad envuelve la habitación, mi mente vuelve a Casey y la noche que hemos tenido. La tensión entre nosotros persiste, y me sorprende cuánto me afecta. Por ahora, me conformo con la tranquilidad de la noche, sabiendo que en algún momento tendré que enfrentar lo que siento.
AUTORA:
AQUÍ HACE CALOR UFFF.Taylor casi partes a la mushasha calmate por favor
ESTÁS LEYENDO
DANGEROUS LOVE
РазноеEn NeoCity, la detective Casey Brooks se encuentra atrapada en una peligrosa red de crimen organizado liderada por Taylor Morgan, desafiando todo por un amor prohibido que podría destruirlas a ambas.