Win abrió los ojos de par en par, como un chiquillo corrió por toda la suite, el piso de madera, la paleta de colores combinadas entre grises, la gran cama King size en medio de la habitación y tras la puerta de madera se ocultaba un baño de lo más chic. No miró demasiado la parte de los sofás o la gran televisión empotrada en la pared. Tenía de todo, bañera, ducha, ¡Hasta lavabos dobles! Bright se apoyó en la estantería que conectaba la suite, viéndolo ir de acá para allá. Su rostro tan iluminado le pellizcó el corazón, la venganza iba perdiendo fuerza como motivación principal para cortejarlo. Finalmente se asomó para ver la vista del Guggenheim desde la ventana. Se acercó a él abrazándole, lo tomó desprevenido.
– Gracias por librarme de esa odiosa fiesta, papi –le dijo Win con una gran sonrisa continuando con lo que él creía una broma.
– De nada. Bueno, es momento de que empiece la celebración. Fuera ropa; desnúdate para mí.
Win no pudo aguantarle la mirada a ese par de ojos que lo acribillaban. No estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones y se paralizó.
– ¿A qué esperas?
– No sé. Me da cosa que me mires.
– Tu cuerpo es mi regalo, desenvuélvelo para mí.
– ¿No se supone que él de cumpleaños soy yo? –le dijo sacándole la lengua.
Bright se aproximó a Win frunciendo el ceño y blandiendo sus manos como si fuesen las garras de un lobo feroz:
– ¡Grrrr! Si me obligas a hacerlo Conejito te lo arrancaré a mordiscos si hace falta; se interpone en mi objetivo y eso me molesta. Sabes que hablo totalmente en serio y supongo que lo necesitarás cuando tengas que volver a casa, ¿verdad?
Win chilló entre risas y corrió hacia el baño, pensando que tendría un tiempo para retomar el valor del día anterior y desnudarse como Brigth quería. Se sobresaltó un poco al verlo entrar detrás de él, con la bolsa de plástico entre las manos.
– ¿Qué es lo que haces?
– Quiero ver cómo lo haces.
– Pero, ¿qué dices?
– Lo que oyes. No te preocupes, soy tu papi, no hay problema con que te quites la ropa delante de mí.
– Eres increíblemente pervertido, ¿Lo sabías, papi?
– Ni te lo imaginas.
Win, tras encogerse de hombros, se rindió. Respiró profundamente un par de veces y dejó caer la ropa sin mucho tiento, muerto de vergüenza.
En un arrebato de pasión Bright lo cogió de la cintura, atrapándolo contra la pared. La polla dura del abogado lo pudo sentir encima de su boxer dejándole muy claro cuál era su intención. Nuevamente la tela, cumplía un molesto propósito interponiéndose en la pasión existente entre ellos. Con un rápido movimiento el adulto le bajó la ropa interior con muchas ganas, dejándoselos a la altura de los tobillos.
– ¡¿Qué haces, loco?!
_ Me las voy a quedar –dijo señalando la prenda que rozaba el suelo. Sin ropa te ves todavía mejor –alegó él con una gran sonrisa.
– Nunca había conocido a alguien tan pervertido
– Eso es porque nunca habías estado con un hombre de verdad.
– Ya, ya… eso será.
Ágilmente Win se hizo con su ropa interior con la firme intención de lazárselas a la cara, pero él anduvo rápido de reflejos y las atrapó al vuelo.
– Sal, voy a hacer ir al baño –la súplica se tornó indignación al ver que Bright no se movía–. ¿De verdad vas a quedarte ahí de pie… mirando?
– Así es. ¿Algún problema?
– Pues sí. Me da vergüenza.
– Pues no parecías muy avergonzado ayer mientras me cabalgabas en el coche.
– ¡Cabrón! –chilló Win. Por favor… por lo menos date la vuelta
Bright meneó la cabeza con intención de negarse, pero finalmente, cedió.
– Pero sólo porque es tu cumpleaños.
Win se sintió aliviado. No obstante, volvió a tensionarse al descubrir la mueca divertida de su amante a través del espejo.
_Eres tonto papi –rió ante la ocurrencia.
El abogado se desnudó sin prisa, con la confianza que da el saberse vencedor de antemano, tenía un as escondido que sabía que gustaba mucho a su hijo. Los ojos de Wina se clavaron en el fibroso cuerpo, turbándose ante su aspecto tan masculino y cuidado. El bulto que se dibujaba en el bóxer le recordó el monumental polla que allí yacía.
– Y, por cierto, a partir de hoy, siempre estarás dispuesto para mí.
– ¿No te cansas de ser tan directo?
– No, hay que serlo si quieres ser un buen abogado.
– ¿Lo eres?
– El mejor.
– Mi abuelo piensa igual de sí mismo.
– ¡Ya le gustaría a ese vejestorio llegarme a la suela de los zapatos!
Furioso por la mención al hombre que más odiaba en este mundo alzó a Win y lo depositó sobre el mármol junto al lavabo. Invirtió un par de segundos en serenarse, no quería que su furia contenida estropease todo.
_ Deja que papi te haga su primer regalo Win, hoy es tu día y serás tratado como te lo mereces –dijo al fin saliendo del baño después de darle un besito en la frente.
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Pasión Prohibida
FanfictionHistoria BrightWin. El abogado Chivaaree acaba de descubrir la existencia de un supuesto hijo del cual no tenía conocimiento. Es asi que decide buscarlo y termina impactado por su atractivo comenzando a sentir atracción. Se verá envuelto en un confl...