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Win pasó las páginas adelantándose un poco al final.  A partir de ese punto las entradas eran más breves; unas cuantas líneas escritas de forma apresurada, con trazos poco claros, garabatos escritos con prisa. Como no iban fechadas desconocía el tiempo transcurrido entre unas y otras, pero intuía estaban escritas poco antes del funesto desenlace.

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Algo no va bien… la actitud de mi padre se ha tornado más agresiva durante sus violaciones. Con el tiempo había llegado a un punto donde sus vejaciones terminaron siendo tolerables, esto ha dado un giro, es peor que al principio, su locura va en aumento. Lo noto muy molesto, cada vez me folla con más saña y ha desarrollado una inquietante parafilia… asfixiarme con la corbata de mi uniforme escolar hasta que pierdo la consciencia.  Cuando despierto lo veo encima de mí, penetrándome de forma animal, con la mirada inyectada en sangre y dándome duro, muy duro, como si desease hacerme daño.  No me gusta lo que veo en sus ojos cuando lo hace y mucho menos el que se le haya escapado el nombre de Win varias veces al follarme. No hay que ser adivina para saber lo que pretende. Jamás lo permitiré. Le cortaré el cuello si es necesario, pero no tocará a Win mientras yo esté viva.

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Hoy noté que el diario no estaba exactamente como lo dejé. Tal vez me esté volviendo paranoica.  Tengo miedo, si padre ha llegado a leer lo que aquí relato… es capaz de cualquier cosa.

Hoy volvió a llevarme a la habitación prohibida, esa que tiene cerrada y cuya llave pende de su cuello. A veces la miro fijamente mientras lo hace, cualquier cosa con tal de no ver esos ojos inyectados en odio y sangre que me taladran. Solo me lleva ahí cuando está verdaderamente furioso. Habré hecho algo o simplemente tiene un mal día y le apetece desahogarse conmigo.  Está insonorizada por lo que se emplea a fondo en ella: me hace de todo para que grite y, muy a mi pesar, lo consigue.

Cada vez que entró ahí quiero morirme, tiene una pared llena de fotos mías durante sus abusos. Montones de juguetes sexuales, cámaras y el maldito ordenador donde almacena los vídeos y fotos que me toma.

Si tan solo pudiera arrancarle la llave del cuello… con ella tendría las pruebas que necesito para justificar su abuso ante las autoridades, sé que sin pruebas es su palabra contra la mía. Sinceramente no sé si me atrevo a que esos videos salgan a la luz. No podría mirar a Bright a los ojos y descubrir su decepción tras ver lo que hago o lo que digo en esas odiosas películas, no lo soportaría.

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Una semana, solo una semana me separa de mi libertad. Tengo todo planeado, al menos algo luego ya pensaré que más hacer. Seré libre y el maldito cerdo de mi padre no podrá tocarme otra vez. Nunca más podrá poner sus asquerosas manos en mí ni en mi hijo. Espero que se pudra en el infierno, lo odio.

También odio a mi madre por su silencio cómplice mientras papá me tortura, pero sobre todo por no dejar que me acerque a mi tesoro. Es como si quisiera suplantarme.  Duermen juntos en lo que era mi antigua habitación y se encarga en todo lo concerniente a Win con la excusa de que yo soy todavía una niña y que no sé hacer esas cosas. Incluso le está enseñando a Win a llamarme por mi nombre, como si yo fuera su hermana mayor, una extraña, o alguien que viene de visita.

Pronto no podrán tocarme, y lo más importante, alejaré a estos monstruos de Win, mi pequeño tendrá una vida muy diferente a la mía. Espero que Bright ame a Win tanto como yo lo amo. ¡Mi hermoso niño Deseo tener a Bright otra vez sobre mí y purifique mi cuerpo con el suyo, es el único hombre que me ha dado el verdadero placer. ¡Cómo lo amo!, ¡cómo lo deseo! Mi padre no me ha robado ni un solo orgasmo con su pene en estos años, y no lo hará jamás, porque no es más que un maldito violador. Quería que yo lo venerase, que lo amase, pero eso jamás sucederá. No es más que un desgraciado infeliz. ¡Solo unos pocos días! Aguantaré por ti, Win. Mamá te quiere sobre todas las cosas y pronto viviremos los dos felices.


Y luego nada… esa era la última entrada escrita por su madre. Win revisó una y otra vez el diario, pero a partir de ese punto no era más que una sucesión de hojas amarillentas por el paso del tiempo sin el menor resto de escritura.

Una idea se instaló en su mente como grabada con un hierro ardiente, algo que llevaba un tiempo sopesando y que, al leer el diario de su madre, confirmó: Min no sé quería suicidar, por el contrario, quería vivir, luchaba por alcanzar su felicidad junto a él y a Bright. Algo le había pasado poco antes de alcanzar su sueño.

En contra de lo que siempre había creído por las historias que le contaban sus abuelos descubrió a la mujer fuerte, valiente, que aguantó como una campeona los embates de su padre violador. Min no tenía nada de frágil, era una verdadera guerrera. Win nunca se había sentido tan orgulloso de ser su hijo. Nunca antes sintió tanto odio hacia otras personas como el que profesaba a sus abuelos.

- Estoy seguro que no te suicidaste, mamá. Tranquila, te juro que este crimen no quedará impune. Bright y yo haremos pagar al hijo de puta de mi abuelo–murmuró con odio, apretando los puños-, te lo prometo.

Está historia está por finalizar...creo que faltan 3 cap más.

Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora