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Todavía resonaba la estruendosa ovación en el teatro cuando el móvil del bolsillo de Bright vibró alertando de un nuevo mensaje. Aprovechó que el nuevo intérprete se posicionaba en el escenario para echar un último vistazo a su rival y escabullirse del palco. Prácticamente voló por los pasillos rezando para que su incipiente erección pasase desapercibida para el resto de los mortales. Atravesar el control de seguridad que separaba la zona exclusiva de los artistas no fue un reto para él. Al chico que intentó detenerle le tocó la lotería, probablemente tardaría años en volver a ganar un billete de una manera tan rápida y sencilla. Para su desgracia el pasillo estaba atestado de gente. Montones de bailarinas corrían de un lado para otro entre gritos, nervios y chillidos perseguidas por sus madres transformadas en maquilladoras, peluqueras y psicólogas. Ya comenzaba a desesperarse cuando sintió como una mano cogía su saco y lo arrastraba a un pasillo lateral mucho menos concurrido.

-   Por aquí… tonto…

-   Hola, guapo -se inclinó y atrapó la boca de Win en un beso cargado de sensaciones.

Intentó no excederse, disfrazarlo de un ósculo afectivo pero las ganas que tenía de Win eran tan grandes que sucumbió: no se detuvo hasta que sus lenguas se encontraron, aunque fuese brevemente.

-  Has estado espectacular mi amor. Te ves increíble

-  Me alegro que te haya gustado papi -comentó risueño relamiéndose los labios-. No te rías de mí, sabes que no me gusta nada vestir de esta manera.

-  No hay nada más erótico que ver a tu chico interpretando la pieza con la que sueles follarlo contra el piano -le dio un suave tironcito a la cadena-. Eres increíble.

-   Lo sé -contestó un tanto altivo. Win echó una mirada al pasillo, esos ojos brillantes le avisaron a Bright que planeaba algo- y eso que casi nunca me dejas terminar la pieza. Eres ansioso, así que aprovechemos el tiempo.

-  Amor… ¿En qué estás pensando? Yo creía que íbamos a irnos…

-   No podemos. Tengo que saludar al final de la última actuación junto con el resto y después hay una especie de aperitivo solamente para los alumnos y sus familias.

Además, hay cambio de planes. La abuela no está y al viejo se le ha metido en la cabeza celebrarlo los dos solos. Quiere llevarme a uno de esos sitios caros y aburridos, de esos en los que el nombre del plato es diez veces más largo que lo que ponen dentro No creyó esta vez lo de ir a dormir a casa de mi amigo lo siento.

-   Mierda…

-   ¡Sí! ¡Yo también me muero de ganas, llevo toda la semana ensayando y ensayando…

Con una sonrisita picara lo arrastró por el pasillo hasta la zona de los solistas. Sin darle tiempo a protestar lo arrastró hasta su camerino.

-  ¡Mierda!

-  ¿Qué pasa?

-   Que los camerinos no son individuales en este teatro. En cuanto acabe el tonto del clarinete vendrá para aquí a colgarlo todo en su insta.

Enseguida encontró una solución a su problema.

-   ¡Eso es!

Ansioso y caliente, arrastró a Bright hacia el baño. Una vez dentro cerro con cerrojo, y comenzó a manipular la bragueta de Bright con la mirada encendida.

- ¡¿Qué haces?!

-   ¡Vaya pregunta, letrado!

-  ¡Pero… aquí nos pueden descubrir!

-   ¿Y? ¡Eso es lo que lo hace más interesante! -Win le estaba introduciendo su mano por el hueco.

-    ¡Joder, sigue! -dijo él al notar el suave tacto de la piel en su miembro viril-. ¡Estamos locos!

-  Cada día, más -confirmó Win sacando la polla medio erecta de los pantalones-. Cómo extrañé tu polla papi. Eres mío, Bright Chivaaree

-  De eso no hay duda, Win.

Apremiada por las ganas y por la posibilidad de ser descubierto Win no demoró el encuentro entre la verga su amado y su boca complaciente. Ambas se conocían desde no hacía mucho y ya se habían hecho muy buenas amigas. Win conocía de memoria las reacciones del miembro de su amado sabia qué cosas le gustaban mucho y qué cosas le gustaban más y cuáles lo volvían loco. Poco menos que lo deglutió desde el principio, movió la cabeza de forma contundente, no frenética pero sí rápida, succionando con vehemencia y gracia. Se dedicó en cuerpo y alma a trabajarse el extremo de la polla de forma intensa, lúbrica y lujuriosa con sus labios y lengua.

Win no pudo terminar porque de improviso alguien entró al camerino y Win detuvo su maniobra de succión. Con sus labios sellados con polla escuchó el ir y venir de alguien con respiración pesada por la habitación contigua quieti como una estatua. Su pulso se aceleraba y más todavía cuando notó que alguien se acercaba a su escondite y golpeaba la puerta.

-    ¿Win? ¿Estás ahí?

Bright se alteró al escuchar la voz de su rival al otro lado de la puerta. Tensó los músculos y apretó los puños. Se le pasó por la cabeza abrirla, masacrarlo ahí mismo y huir con Win a un sitio lejano, apartado del resto del mundo, con sus convencionalismos caducos y contrarios al amor que se profesaban.

-    Sí, abuelo-dijo Win dejando de mamar.

-    ¿Estás bien?

-    Sí. He pasado con muchos nervios.

-    Es normal. Lo has hecho bastante bien, con algunos fallos, pero bueno… supongo que no das para más. Estás muy distraído últimamente.

Su profesor de piano, sin duda su crítico más despiadado, le había reconocido que su actuación había sido notable, que el piano y Win habían sido uno y que era, con mucho, el mejor de los alumnos que había tenido en su carrera de docente, incluido su malograda madre. Por lo visto a su abuelo no le parecía lo suficiente, nunca estaba satisfecho con lo que Win hacía.
  

Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora