El viejo gruñía y vociferaba, alcoholizado y fuera de sí. El alcohol había hecho aflorar sus oscuras pretensiones. Win no perdió el tiempo y se encerró en la biblioteca. Si bien sintió los golpes iniciales a la puerta, a los minutos su abuelo desistió. Seguro se había quedado dormido. Sin embargo, no era estúpido, no saldría de ese sitio hasta que llegase su abuela, esperando que su presencia y la sobriedad hicieran olvidarse de ese mal episodio.
Se acomodó en la silla detrás del escritorio, por suerte le había dicho a Bright que no se conectaría en la noche, eso le quitaba un poco de presión hasta el amanecer. Y lo llenó de un gran hastío. Sin mucho que hacer, comenzó a fisgonear por el mueble, buscando algo interesante para pasar el tiempo y templar un poco sus nervios. Afuera no se sentía ni el más mínimo movimiento.
Abrió uno de los cajones, una gran cantidad de papeles con resoluciones del juzgado, cartas de bufete y poco más. Siguió mirando hasta llegar al último de los cajones. Frunció ligeramente el ceño. Ese era diferente al resto, no le llevó mucho tiempo darse cuenta que tenía un doble fondo. Tocó los bordes, hasta que dio con un pequeño pestillo, lo accionó y lo que había allí lo dejó aún más extrañado.
Un fuerte olor a semen llenó sus fosas nasales, se olía rancio, dentro solo se guardaban dos objetos, una ropa interior muy gastadas, medio rotas y llenas de semen seco y un cuaderno, también salpicado de lo mismo. Pudo la curiosidad, y cogió el cuaderno. Estaba repleto, lleno con una pulcra caligrafía, estilizada y moldeada.
Tras unos minutos leyendo soltó el cuaderno como si le quemase, temblaba, las piezas del acertijo terminaron de encajar. En sus manos tenía su boleto dorado, la clave para destruir a su abuelo y poder vivir en paz con Bright, ante ella tenía el diario del abuso continuado de su abuelo a su madre. Volvió a coger el cuaderno y saltó a las últimas páginas, con el pulso acelerado, sus ojos se llenaron de lágrimas.
- Estoy segura que no te suicidaste, mamá. Tranquila, te juro que este crimen no quedará impune. Bright y yo haremos pagar al hijo de puta –escupió con odio-, te lo prometo.
25 de agosto.
Sola en esta misma habitación donde duermo cada noche, pienso en lo mucho que echo de menos a mí amado.
Debí suponer que en el momento en el que mi padre descubriese la existencia de Bright, todo saldría mal.. Nuestro plan de escaparnos juntos se fue por un precipicio ante la promesa jurada de mi progenitor de encarcelarlo si volvía a acercarse a mí. Lo sabía, el hecho de enamorarme era un privilegio que no podía permitirme.
Llevo muchos años cargando el peso de esta cruz y por fin he decidido desahogarme. Por dos principales motivos; dejar un testimonio de lo que mi padre le hace a su hija y… porque tengo un retraso en el período.
28 de agosto.
Mi padre me educó para ser la hija perfecta y complaciente. Todo lo que me ha impuesto se ha acatado diligentemente, no me sale de otra forma. Me crio para ser sumisa, accesible a él las veinticuatro horas del día y, sobre todo, muda.
Los primeros roces tuvieron lugar mucho antes de lo moralmente aceptado. Al principio eran relativamente castos; tocamientos disfrazados de juegos cariñosos entre un padre y una hija como hace todo el mundo. Con los años esos juegos perdieron su esencia inocente, cada vez más por su mente enfermiza y fueron a mayores.
El abanico de abusos era de lo más variado. Desde inocentes roces públicos, a menudo enmascarados como distraídos golpes en el trasero que se detenían cuando mamá aparecia y eso no terminaba allí porque no contento con eso se colaba en mi habitación en mitad de la noche para masturbarse hasta eyacular sobre mi cuerpo desnudo o en mi boca entreabierta, dándome a beber su esencia, obligándome a tragarla convirtiéndome así en cómplice de su depravación. Ambos compartimos ese secreto maldito.
Lo peor vino cuando comenzó a obligarme a participar de forma activa y me violó. Claro que le he mentido a Bright sobre mi nula experiencia en el sexo; no puedo contarle que todas las noches mi padre me viola y después hace que le folle la boca. Eso le rompería el corazón y lo peor, lo apartaría de mi lado. A saber, qué pensaría de mí si adivinase que esos labios que con tanta pasión besa están a diario manchados de la sucia esencia de mi propio padre.
Nunca he disfrutado del sexo hasta conocer a Bright y he podido enmascarar mi experiencia siendo torpe adrede con Bright. Él me mira con condescendencia y hace esfuerzos para no ser tosco conmigo. Me gustaría entregarme de manera completa, demostrarle todo lo aprendido durante los abusos que comete mi padre, pero debo reprimirme, parecer inexperta y primeriza o descubrirá mi secreto.
2 de septiembre.
Esto es un desastre. Escribo esto al borde de las lágrimas, estoy embarazada.
Mi madre me llama puta pecadora e insiste en “deshacerse del error” como ella llama a mi bebé. Por lo visto eso de cumplir con los preceptos católicos empieza fuera de casa, de puertas adentro se hace lo que haga falta para salvar las apariencias. No hay poder humano que me obligue a deshacerme de esta criatura, independientememte que sea producto de una violación no puedo quitarle la vida al ser que crece dentro de mi.
Hay algo que no deja de atormentarme ¿Bright va a odiarme porque tendré un hijo que no es de él.

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Pasión Prohibida
FanfictionHistoria BrightWin. El abogado Chivaaree acaba de descubrir la existencia de un supuesto hijo del cual no tenía conocimiento. Es asi que decide buscarlo y termina impactado por su atractivo comenzando a sentir atracción. Se verá envuelto en un confl...