Win tenía la cabeza en las nubes, tanto que sus abuelos lo reprendieron durante la cena por no estar con los pies sobre la tierra, le era imposible dejar de pensar en Bright. El estado maltrecho de su entrada también le recordaba cómo se tragó centímetro a centímetro aquel descomunal miembro. Aunque, en honor a la verdad, dudaba que ese increíble suceso se repitiera. No dejaba de pensar que ese abogado tendría seguramente muchas chicas a quien follarse aparte de él. Quería guardar las esperanzas para un próximo encuentro, sin embargo, era consciente de que ese hombre solo había aprovechado su oportunidad de enterrar su miembro en él, un joven impresionable que no dudó en abrirse de piernas ante su imponente figura y su palabrería seductora.
Miraba el móvil, ningún mensaje, como las doscientas veces anteriores. Ni siquiera tenía su número, no se lo pidió de vuelta, por lo que sería imposible propiciar un nuevo encuentro por su parte. El desánimo creció en Win conforme el tiempo iba transcurriendo hasta convencerse de que no era su tipo y que tampoco pudiera cumplir las expectativas de un tipo como aquel, había sido un polvo fácil y nada más. Nunca nada de lo que hacía parecía suficiente para satisfacer los altos estándares de su abuelo y eso era un golpe en su autoestima. A veces comprendía porque su madre había decidido terminar con su vida, con una presión como la que se veía sometido a diario, una mente frágil se vendría abajo con suma facilidad en aquel ambiente competitivo y hostil.
En la noche, tumbado en su cama seguía sin creer en su temeraria forma de actuar. No pudo evitar acariciarse en busca de placer recordando lo que hace algunas horas sucedió. Ciertamente llegó a correrse fue placentero hasta que se quedó dormido.
En un piso de lujo, Bright analizaba lo sucedido ese día. Dudaba de cómo proceder. Le invadía una serie de sentimientos contradictorios. Su venganza estaba en marcha y a la vez había sido uno de los mejores polvos de su vida, pero ... ¿qué clase de padre se follaba a su propio hijo y más de una forma tan intensa el día de su primer encuentro? Sentía algo parecido a la culpa, sin llegar del todo a ella. En cualquier caso, se sentía extraño, débil; tener escrúpulos no era propio de él.
Tan afectado estaba que hasta sopesó la posibilidad de actuar como un padre responsable y no utilizar a Win para consumar su venganza. Al fin y al cabo, el viejo zorro estaba en las últimas y que cayese de su trono era cuestión de tiempo.
Meditando sobre esa posibilidad estaba cuando tropezó con algo oculto en el bolsillo de su pantalón. Con la emoción del momento había olvidado la pañoleta que le arrebatado a su hijo. Su nariz se perdió en medio de la suave tela absorbiendo el aroma de su Win, impregnándose de él, embriagándose hasta la extenuación con su esencia. No era suficiente de Win, quería más de él y, antes de darse cuenta, se masturbaba frenéticamente con el objeto de su hijo rodeando su pene. El orgasmo le alcanzó evocando la firmeza de su culo, la angostura de su entrada y sus grititos de placer al ser azotado. Al ver la mancha de esperma creciendo a lo largo y ancho de la prenda supo que su suerte estaba echada: seguiría adelante a toda costa. Si bien la venganza iba perdiendo fuerza en su motivación final de poseerlo, la atracción carnal hacia Win crecía por momentos.
Unos minutos más tarde movió unos cuantos hilos para concretar su idea.
– ...
– No me importa lo que cueste, lo quiero para mañana en la mañana. Sí, sí, no, no me vale. Haz lo que te ordené y más te vale no quedar mal –dijo antes de cortar la llamada.
Si había algo que irritaba a Bright era que le llevasen la contraria. Intentó en vano calmarse y llamó a su secretaria. Tan poco empático como de costumbre, se saltó el protocolo de los saludos y le ordenó tener a primera hora una reserva en el Gran Hotel Domine. Habitualmente el establecimiento estaba siempre lleno los fines de semana y realizar una reserva con tan poca antelación era poco menos que imposible pero su bufete de abogados era más poderoso por lo que ayudaba a ocultar que por ganar juicios y el gerente del regio establecimiento hostelero le debía más de un favor por su desaforada pasión por los jovenzuelos.
Después de cortar con esa última llamada, pasó sus dedos por las mordidas que su pequeño conejo salvaje le había infringido. Su polla volvió a tensarse al recordar la deliciosa figura de su chico clavándose su mástil... tan salvaje, tan ocurrente, tan suya.
Miró por enésima vez su expediente, concretamente una foto en particular. Se recostó en su sillón de cuero y se tocó de nuevo. Ese chico de mirada altiva y coqueta le haría perder la cordura. Sentía esa misma necesidad que con Min, pero con un contrapunto. Win era verdaderamente suya, era su hijo, y nadie podría arrebatárselo. No podrían repetir el pasado con el, porque su intención era quedarse con su pequeño. Ya luego se encargaría de gestionar asuntos como su parentesco. ¡Cómo disfrutaría de ello! Carecer de escrúpulos se mezclaba con la bestia posesiva dormida que amenazaba con resurgir y cuyo objetivo era el guapo chico de ojos castaños. El corazón que creyó muerto volvió a latir con intensidad.
La mañana resultó completamente decepcionante para Win, la bandeja de WhatsApp amaneció llena, pero pasó de todos los mensajes. El único mensaje que le interesaba brillaba por su ausencia. Se maldijo por ser tan infantil y pensar que aquel hombre hablaba en serio, sintió que lo veía como alguien especial y, obviamente, no fue así. "Supéralo Win, para él sólo has sido uno más. Lobos como ese tienen en lista de contactos a un montón de mujeres que están infinitamente más buenas que tú con las que follar. Olvídate de él".
Ajeno al conflicto emocional de su hijo, Bright llevaba una mañana movida. Para su satisfacción el encargo llegó con la puntualidad que siempre esperaba para con cada uno de los trámites que realizaba. Con un rápido repaso de sus opciones, optó por la más osada, estaba seguro que la sangre de su sangre no iba a decepcionarlo.
Decir que Win torció el gesto después de la felicitación por parte de sus abuelos sería quedarse corto. Ese maldito traje esos súper caros; tan asquerosamente formales que le entraron ganas de vomitar sobre él. Le pidieron, mejor dicho, ordenaron que lo usase para esa tarde. Teóricamente irían a casa del viejo perro, el apodo que Win usaba para referirse a Koldo, uno de esos viejos babosos, amigo de su abuelo, a cuya cara mansión lo arrastraban a veces para que tocase el piano para esos viejos asquerosos y no le quedaba más opción. En esta ocasión no sabía que era peor, si la expectativa de ir, o la fiesta sorpresa que se ocultaba tras la falsa invitación.
Se guardó las ganas de gritar, y asintió en silencio. Solo les dijo que pasaría una hora al parque, pues había quedado con sus amigos. Una mentira piadosa para ganar tiempo, necesitaba reflexionar y, probablemente, llorar en soledad. Cogió el skate y casi salió corriendo de su casa, no paró hasta llegar a las inmediaciones del skate park. Soltó muy despacio el aliento al llegar al parking de la playa, rememorando el día anterior. Justo cuando se encaminaba a la pista, su móvil vibró, un mensaje en WhatsApp, su pulso se desbocó. Número desconocido. Le temblaron los dedos al abrir el chat.
– ¿Está bonito tu traje? ¿Preparado para tu encantadora fiesta?
– Serás cabrón –contestó de vuelta, soltando la tensión acumulada por la espera.
– Jajaja. Te veo en el parking del centro comercial.
– ¿A qué hora?
– Ya. Estoy esperándote.
La tabla de skate pareció tener vida propia y se le escapó de entre los dedos, cayendo al piso violentamente.
– No estoy arreglado. No pensé que escribirías
Se maldijo por haber perdido la esperanza tan temprano
– Te lo dije Win, conmigo es todo o nada.
Soy un cabrón, pero por algún motivo no me apetece serlo contigo.
Win recogió la tabla a la velocidad del rayo y la abrazó.
– Nos vemos dentro de poco.
Win no lo pensó mucho y ante el escenario que se dibujaba ante él optó por, si no la mejor, la más satisfactoria de las opciones. Echó a correr hacia el sitio del encuentro decidido a pasar el mejor cumpleaños de su vida.

ESTÁS LEYENDO
Pasión Prohibida
FanfictieHistoria BrightWin. El abogado Chivaaree acaba de descubrir la existencia de un supuesto hijo del cual no tenía conocimiento. Es asi que decide buscarlo y termina impactado por su atractivo comenzando a sentir atracción. Se verá envuelto en un confl...