Bright se reclinó en el asiento del piloto, en la parte trasera donde había disfrutado del cuerpo de Win descansaba un objeto de suma importancia de ahí en adelante. No le bastaba que este fuera suyo en cuerpo, lo quería todo. Su yo posesivo, quería una entrega total. Una que otra mancha de flujo aún se podía adivinar en el asiento trasero junto al regalo. Su polla vibró cuando sus ojos se pasearon con la figura de aquel angelito que llegó prácticamente corriendo. Win presentaba las mejillas sonrojadas y el aliento entrecortado. Sus ojos parecían brillar de una manera especial al observar al imponente todoterreno que la esperaba; una deliciosa mezcla de ansiedad y pudor.Win no podía creerlo, la nube que lo había elevado el día anterior volvía a llevarlo a lo más alto. Tuvo que obligarse a no correr justo antes de llegar a su destino, no quería dejar entrever a aquel prepotente lo caliente que estaba. Caminó con un paso un tanto tambaleante por la excitación y el corazón en la garganta. La puerta del copiloto se abrió invitándola a precipitarse de nuevo al averno. Se coló en el vehículo con una falsa seguridad que se desplomó al cruzar miradas con el abogado. Que imponente era, volvió a sentirse insignificante y prescindible. Un granito de arena en la inmensidad de la playa.Antes de que pudiese decir algo, sus labios se vieron atrapados por los del hombre, y las pocas dudas que su cabecita aún albergaba por lo que iba a suceder aquel día se disiparon como la espuma. Cerró los ojos, se sumergió de nuevo en esa boca y su mente se quedó en blanco. Bright lo besaba de una forma dulce y firme al mismo tiempo, le comía la boca y a la vez lo dejaba respirar al tiempo que le acariciaba el costado. Lo hacía de maravilla, tanto que aquellos primeros arrebatos ya lo hicieron temblar y humedecerse. Quedó boquiabierto como un pececito de colores cuando se vio privada de semejante delicia. Esperaba más, pero Bright tenía otros planes:– ¡Feliz cumpleaños! –dijo él de repente sin poder ocultar la satisfacción que le provocaba ver al joven tan descolocado–. ¿Todo bien?
Win solo pudo asentir, abrumado como cada vez que sentía ese otro cuerpo tan cerca al suyo.– Hola –dijo, parecía un tanto cohibido, pero solo por un segundo, arrojó el skate a la parte trasera al tiempo que su cuerpo tomó el mando y se lanzó sobre él pretendiendo obsequiarle con otro beso igual de apasionado que el recibido, colocando a la vez la palma de su mano sobre el bulto que emergía del pantalón del adulto. No estaba dispuesto a quedar como un niño tonto y pensó que, un poco de iniciativa por su parte, sería bien recibida por él.– Eh. Tranquilo conejito –lo detuvo él apartando la mano con suavidad, entre divertido y halagado ante el ardiente arrebato de su hijo.– Yo pensé... como ayer...– Admito que ayer nos ganaron las prisas, pero no pretendo pasar la tarde follando en el coche, es poco práctico... y sobre todo incómodo. Tengo un dolor enorme en el hombro, apenas puedo moverlo –dijo él guiñando un ojo al tiempo que le sacaba la lengua.– Lo... lo siento –musitó apartando la mirada ruborizado– Está todo planeado –continuó él dándole un suave beso a modo de perdón–. Miniño merece lo mejor y más en este día tan especial. No todos los días se cumplen años.– Ya te dije que no soy un niño.Win repitió la frase pronunciada en día anterior, pero por alguna razón ya no sonó, tan convincente en su cabeza.– Lo serás.Win le regaló una tímida sonrisa, se sentía tan excitado y a la vez tan nervioso por inminencia de volver a dejarse llevar por el placer que ni siquiera se percató de las dos pequeñas bolsas que ocupaban el asiento de atrás hasta la segunda vista, una del supermercado del centro comercial y otra de una joyería realmente cara.– ¿Qué llevas en esa bolsa?– ¿En esta? – Sí.– Tu regalo. Pero por mucho que insistas no voy a dártelo ahora. Esperaré a que estés totalmente desnudo para mí.– Vaya, qué galante –rió Win ante la ocurrencia meneando la cabeza–. ¿Y en esa otra? La de plástico.– Oh, nada importante. Algunas cosas de aseo y lubricante.– ¿Lubricante? –Win se sintió un poco ofendido, había demostrado con creces el día anterior que, pese a ser exultantemente joven, era capaz de insertarse una buena porción del generosa polla de aquel presuntuoso–. No creo que haga falta. – Sin duda, lo creo pero siempre puede ser de utilidadWin sonrió. No sabía qué le atraía más de aquel sinvergüenza: su imponente físico o su manera de tratarlo.Mientras el coche enfilaba el camino hacia su nidito de amor a Bright le encantó ver el gesto temeroso y expectante a la vez de su hijo. Estaba seguro de que su joven mente intentaba adivinar cómo iba a ser capaz de albergar nuevamente ese monumental polla en su pequeño esfínter. Sin saber muy bien el motivo pensó en su primer amante y no para bien. Lo odiaba por haberle arrebatado algo que, sin duda, le pertenecía. Al menos aquel amigo de su hijo de polla mediocre no lo había hecho disfrutar como él. Intuía su identidad, pero no estaba muy seguro. Ya tendría tiempo de averiguarla y pasar cuentas con él.

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Pasión Prohibida
FanficHistoria BrightWin. El abogado Chivaaree acaba de descubrir la existencia de un supuesto hijo del cual no tenía conocimiento. Es asi que decide buscarlo y termina impactado por su atractivo comenzando a sentir atracción. Se verá envuelto en un confl...