Bright cogió el objeto hasta deslizarlo y asegurarlo, su polla palpitó al ver el collar alrededor del cuello de Win. De la argolla que colgaba una plaquita en la que se leía “propiedad de papi”.
Ambos se incorporaron, pero Bright no tanto, tuvo que inclinarse para atrapar la boca Win en un nuevo asalto. Una de sus manos agarraba con firmeza la delicada correa y la otra se movía serpenteante por todo su cuerpo. Entre besos y caricias lujuriosas Bright terminó tumbado sobre el sillón con Win entre sus piernas. No resistió la tentación de tirar un poco de la correa y tensar el choker, ella le devolvió una mirada ardiente.
- Abre -ordenó el abogado
Win risueño sacó su inquieta lengua, primero le dio unos golpecitos en la boca y cara con su miembro antes de permitirle jugar con su polla. Win podría calificarse de adicto a darle mamadas. Por lo que no tardó mucho en chupar con maestría engullendo su miembro sin contemplación. La abstinencia era algo que los dos llevaban muy mal. Se dejó llevar tanto que no previó una mala pasada por parte de su cuerpo, propiciando una descarga de esperma tan rápida como copiosa.
- ¡Maldición!-exclamó él frustrado al no haber sido capaz de contenerse.
No previó que la primera corrida por su parte llegase tan rápido. El deseo, la calidez de la boca, los días de abstinencia y la erótica visión Win le jugaron una mala pasada.
Esa mirada traviesa fue el anticipó para trepar seductor buscando la boca de su amante. Bright negó divertido, rendido al control que Win tenía sobre él.
- Eres mío papi -musitó Win
- Hace tiempo me ganaste. Supe que serías mi perdición desde el primer día que te vi.
Permanecieron los dos intercambiando besos, caricias, hasta que el miembro viril de Bright revivió de sus cenizas como el Ave Fénix. Aprovechando su corpulencia alzó a Win en brazos a la vez que se incorporaba.
- ¿A dónde me llevas, papi? -Preguntó al ver que no estaban llendo al dormitorio principal como era su deseo.
Ansiaba tener el miembro de Bright muy adentro siempre y más en ese momento, cuando las cortinas que ocultaban la naturaleza de su relación habían caído. Quería consumar una vez más y esta vez siendo ambos conscientes que nada los unia.
Sus labios se vieron sellados por otros igual o más ardientes que los suyos, dejó de pensar y se dispuso a volar. En poco tiempo se vio depositado con suma delicadeza sobre el banco que acompañaba al fastuoso piano. El terciopelo acarició las partes más íntimas de su cuerpo, cuando vio al hombre arrodillándose entre sus piernas, abriéndolas de par en par y acercando la cara hacia su zona adivinó sus intenciones. De forma inconsciente, antes de que la lengua y sus genitales fueran uno, se llevó el puño a la boca para que actuase de sordina, como si hubiese necesidad de amortiguar sus jadeos tal y como hacía en casa de su abuelo cuando se masturbaba en mitad de la noche. No funcionó. No funcionó porque una cosa era darse placer con el temor constante a ser descubierto y otra sentir la boca de su amante dandole placer.
- ¡Ahhhhhhh! -chilló de puro gusto
De primeras Win rió, aunque pronto cambió el semblante. La mirada de Bright era de todo menos amistosa. Win se asustó, estaba irreconocible, jamás lo había visto así de excitado; sin duda los días sin follar le habían pasado factura: parecía otro. Todavía se alarmó más cuando, sin consensuarlo previamente, la colocó de rodillas sobre el banco del piano de cara al instrumento, invitándolo a inclinarse hacia adelante, dejando de este modo expedito el camino hacia su entrada. Enseguida notó presión en su esfínter, estaba muy claro lo que sucedería después.
- ¡Papi…! - murmuró en un tono muy débil mientras cerraba los puños intentando mal que bien relajarse
Su cuerpo todavía presentaba secuelas de la paliza recibida y sin duda su trasero era una de las partes más dañadas. Su abuelo se había despachado a gusto con él. Además, su papi solía estimularlo previamente a la penetración circunstancia que en ese momento no pasó. Estaba claro que, por primera vez, iba a follarlo así nada más.
En un rapto de generosidad y amor fue el propio Win que separó los glúteos y suplicó:
- ¡Métela papi! ¡Dame fuerte! Lo necesitas.
El buen juicio de Bright estaba turbado por la lujuria. Win estaba en lo cierto, su polla necesitaba enterrarse muy dentro de el.
Por otra parte, sus razonamientos de lobo volvieron a tomar el mando. Fue solo un momento, tan solo un rapto de locura, pero lo suficiente intenso como para, en cierta forma, culpar a Winde lo sucedido por unos segundos. Si no hubiese sido tan cabezota, si le hubiera hecho caso, si no hubiese dirigido la palabra nunca más al desgraciado de Dew no se habrían enfadado y el hijo de puta de su abuelo no habría tenido la oportunidad ni excusa para darle una paliza. Debía castigarlo y darle un escarmiento para que no se volviera a oponer a sus designios.
Cegado por estos oscuros pensamientos agarró su miembro y lo enfiló hacia la entrada que Win le estaba ofreciendo dispuesto a castigarlo con extrema dureza. Le iba a dar una lección que jamás olvidaría, así aprendería a no desobedecerle jamás.
No pasó.
No pasó porque, justo antes de consumar la sodomía, recobró la cordura y el amor que sentis se adueñó de él. Vio la realidad y no lo que su mente enferma le hacía creer: el mapa multicolor de cardenales que Win tenía dibujado en la espalda, los severos moratones en sus nalgas y, sobre todo, el temblor en sus manos mientras separaba sus dañados glúteos por propia iniciativa y se dijo que el castigo no tenía razón de ser. Win no era más que una víctima, una víctima de su odioso abuelo, pero también suyo, un ser sin escrúpulos capaz de cualquier cosa con tal de consumar su venganza. Win era un ángel y él un demonio, ni más ni menos.

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Pasión Prohibida
FanficHistoria BrightWin. El abogado Chivaaree acaba de descubrir la existencia de un supuesto hijo del cual no tenía conocimiento. Es asi que decide buscarlo y termina impactado por su atractivo comenzando a sentir atracción. Se verá envuelto en un confl...