Aun así, Bright no permaneció quieto, no era de piedra. Curvando su cadera hacia adelante podía sentir el bulto del chico hirviendo, vibrando con esos espasmos tan placenteros. El castaño ardía por dentro y lo demostraba por fuera.
Los grititos de Win iban en aumento. Embargado por el placer, no se preocupó por disimularlos hasta que se volvieron realmente escandalosos. En un momento dado se presionó contra su amante con más fuerza, cerrando los ojos y pudo sentir la tensión de su cuerpo convulsionando contra su polla. Avergonzado por el volumen de sus jadeos, se llevó un puño a la boca para evitar gritar, cosa que sólo consiguió en parte, su fuego interno parecía desbocado.
Cuando el calor que emitía su entrepierna se tornó insoportable, necesitó de esa mano para traer hacia sí la barra de carne contra la que se frotaba y daba gusto así que comenzó a chillar abiertamente, bramidos de lujuria que ni podía ni quería acallar. A las puertas de correrse desesperado por su inminente estallido, le dio a su amante un sensual y doloroso mordisco en la base del cuello, sintiendo acto seguido multitud de descargas de placer rápidamente sintió su ropa mojada.
Le llevó un par de minutos serenarse. Su ropa interior no fue capaz de contener el torrente de su corrida.
Las mejillas de Win brillaban como las llamas de una hoguera. En seguida se dio cuenta de lo que iba ahora, de la locura que había hecho y, sobre todo, la que estaba a punto de cometer. No era normal el furor que sentía, era la primera vez que actuaba así, ese hombre le atraía como un imán hacia la zona más lujuriosa de su mente.
—Disculpa el mordisco —soltó con la voz baja, sus mejillas aún más rojas por la intensidad del momento le dieron paso a su ya mancillado pudor.
—Gajes del oficio —dijo él sentándose lentamente junto a Win para, acto seguido, comenzar a desatar los cordones de las zapatillas del chico.
— Esto no está bien, tienes la edad para ser mi padre —musitó el cuando sus zapatillas volaron hacia la parte delantera del vehículo.
— Mejor. —Él le volvió a obsequiar esa sonrisa descarada mientras la despojaba de los calcetines—Los chicos de tu edad no tienen ni idea de follar.
— Qué... qué fuerte, no puedo creer que esté haciendo esto. De verdad que no soy tan fácil como parece...
Bright hizo caso omiso de sus palabras y, sin pudor alguno comenzó a bajarle los cómodos pantalones de algodón que usaba para el skate. Lo hizo delicadamente, tomándolos por los elásticos, llevándose al mismo tiempo el boxer del joven.
— Lo sé, lo sé. Se nota que estás nervioso —apuntó Bright en un tono pausado, con una seguridad en sí mismo que lo desarmó—. Levanta un poco la cadera, por favor.
Puede que se tratase del tono imperativo de sus palabras o por su reciente corrida, pero pudo sentir un pequeño espasmo en su cuerpo y como sus pezones se endurecieron tanto que el roce de su camiseta se le hizo incómodo al escuchar la orden directa.
— "Pero, ¿cómo se atreve a pedirme eso?" — pensó Win totalmente descolocado ante tal petición —. "¿Qué crees que soy?"
Aún así y para su sorpresa Win abrió los ojos de par en par. No entendía a sus brazos, ni a sus caderas. Win no les había ordenado nada, pero aun así se alzaron ligeramente, obedeciendo el mandato de aquel desconocido, facilitando la maniobra de aquel engreído para desnudarlo. Se suponía que debían protegerlo, salvaguardar su honra, preservar su casi virginal integridad y, sin embargo, actuaban de forma diametralmente opuesta, obedeciendo sin rechistar a la obscena orden.
La ropa de la parte inferior del cuerpo de Win salió por los aires, cayendo sobre el salpicadero del vehículo. De inmediato el interior se llenó de una fragancia diferente al ambientador, ácida y hormonada, procedente del cuerpo del chico.
—Yo... —balbuceó mientras el hombre le separaba las piernas con suavidad —... yo no...
— Tú... sí. Te mueres por hacerlo, igual que yo.
Bright no se cortó en absoluto, fijó la mirada en la sonrisa del chico. Seguro de que sus actos no tendrían oposición por parte de Win y, utilizando los dedos con delicadeza, jugueteo con su entrada.
Win cerró los ojos y jadeó de nuevo, era la primera vez que alguien le tocaba ahí. Totalmente abierto y expuesto quería morirse de gusto. Notaba el pulso en su entrada, acelerado y febril y sobre todo ansioso, ansioso por ser penetrado.
—Estás hermoso hasta cuando te ruborizas —Murmuró Bright justo antes de enterrar la cabeza entre las piernas y llevarse a la boca el miembro del chico.
— ¡Ay, Dios! —murmuró Win con los ojos en blanco por el ir y venir de la lengua en esa zona.
El placer le hizo cerrar de forma instintiva las piernas, pero Bright se lo impidió. Sus fuertes brazos abrieron en canal las rodillas de la joven y no le permitió cerrarlas hasta que se tragó toda la esencia del chico. Win tendría que acostumbrarse a tener las piernas abiertas para él, pero de momento no le importaba tener que hacer todo el trabajo.
— Delicioso —sentenció Bright cuando se dio por satisfecho.
Bright se tomó su tiempo, la venganza es un plato que se sirve frío. Además, quería deleitarse con la expresión de lujuria y miedo de su chico. Si bien al principio tenía la intención de follarse al recuerdo de Ming a través de el, se dio cuenta de que madre e hijo, aunque muy parecidas en el físico, en lo relativo a la forma de ser eran completamente diferentes. Ming, dulzura y amabilidad; Win, fuego y arrogancia.
Al implacable abogado le estaba costando lo propio controlar sus impulsos con la mirada fija en su siguiente objetivo, sonrosado y apetecible. Recordó las primeras palabras que cruzó con su hijo, quería borrar cualquier rastro de la polla del amigo que había profanado lo que era suyo. Sin duda su instinto posesivo, ese que le hizo volverse loco por Ming, estaba resurgiendo de las cenizas por momentos, pero también quería asegurarse de eliminar a toda la competencia que evitase que aquel chico cayese en sus garras y frustrase sus planes.

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Pasión Prohibida
FanfictionHistoria BrightWin. El abogado Chivaaree acaba de descubrir la existencia de un supuesto hijo del cual no tenía conocimiento. Es asi que decide buscarlo y termina impactado por su atractivo comenzando a sentir atracción. Se verá envuelto en un confl...