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Entramos en el instituto ignorando todas las miradas que se posaban en nosotros. Creo que era la única a la que le intimidaban, quizá por la falta de costumbre y debía empezar a tenerla puesto que no voy a patinar con los ojos cerrados.

―¿Estás bien? ―susurró Ivy.

―Sí, voy a la taquilla. Necesito el libro de biología ―fue mi única contestación.

―Bueno, al menos irás con ellos ―señaló al par de chicos a nuestro lado.

―Cuanta responsabilidad ―se burló Zayn.

―Puedo sola, gracias Ivy ―suspiré.

―No puedo ir al entrenamiento de esta tarde, ya sabes, tengo el mío ―dijo abrazándome―. ¿Nos vemos en el almuerzo?

―Sí claro, hoy no me ha dado tiempo a prepararme nada ―negué con la cabeza―. Cogeré algo de la cafetería.

―Qué raro, siempre traes algo ―dijo Ivy sorprendida.

Me encogí de hombros.

―¡Nos vemos! ―me despedí.

No compartíamos apenas clases, iba más con ellos que con mi mejor amiga. Agarré los libros que me tocaban las primeras horas y me encaminé sin decirles nada a la clase de biología. Las miradas seguían encima de mí, como si me estuvieran apuñalando con sus ojos o tan solo era impresión mía. Zayn y Liam estaban como si no pasara nada, pero yo no podía evitar darme cuenta de que la gente me observaba.

Cuando iba a sentarme, alguien me agarró del brazo. Me giré a mirar quien era, Zayn. Por primera vez llegan puntual a clase y tiene que dar la nota. Me volví hacia él y me lo quedé mirando, alzando la vista puesto que yo era demasiado bajita.

―¿Qué pasa? ―siseé.

―Siéntate a mi lado ―soltó.

Alcé la ceja sorprendida.

―¿Ahora das órdenes? ―inquirí.

―No, pero creo que deberías ―se encogió de hombros, sentándose donde siempre.

―Buenos días, Zayn ―dijo una voz femenina.

La melena pelirroja iba a sentarse justo donde me dijo Zayn que lo hiciera, pero él, con todo su desparpajo colocó su mochila ahí para impedir que se sentara.

―Buenos días ―fue lo único que contestó.

Ella hizo el amago de sacar la mochila para sentarse, realmente no recuerdo la última vez que ocupó ese asiento ya que solía sentarse más adelante con su grupo de amigas.

―Hannah, no vas a sentarte aquí ―dijo tajante―. Scarlett, ¿quieres? ―sonó seco pero convincente.

Miré a Hannah, no sabía muy bien cómo actuar ahora mismo. Creo que quería asesinarme y estaba segura de que, de ser legal, lo hubiera hecho sin pudor alguno. Zayn también me observaba, pero es que no eran los únicos. Liam y el resto de la gente que entraba estaban expectantes ante la situación.

―Eh... sí claro ―dije sacando la mochila de Zayn para poder sentarme, no lo impidió.

―Perdona, estás en mi sitio ―dijo Hannah ofendida.

―Me lo ha ofrecido él ―me encogí de hombros.

―Zayn, por favor ―suplicó Hannah.

―No te has sentado aquí desde que empezó el curso y casualmente quieres hacerlo ahora... ―dijo Zayn con media sonrisa―. Buen truco. Conmigo tus celos no funcionan, Hannah.

Ella, indignada y cabreada al mismo tiempo se dio media vuelta y se sentó donde siempre, es decir, con sus amigas. Liam estaba al otro lado de Zayn, escuché una ligera risa por su parte mientras yo tan solo negaba con la cabeza sacando mis apuntes. Mientras el profesor entraba y se dedicaba a impartir la clase, notaba como Hannah me miraba de reojo todavía más enfadada que al principio.

It's ScarlettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora