Novak aún tenía sus dedos alrededor de su cuello. Intentaba tragar saliva como si nada hubiera pasado, pero aquel hombre había sido tan rudo que temía por la seguridad de su propia columna cervical.-¿Seguro no queres ir al hospital?- le preguntó Simone deteniendo un poco su marcha. Había accedido a caminar junto a él, le había pedido a Rony que se mantuviera unos metros más atrás y había dado los primeros pasos sin atreverse a mirarlo, pero al notar la forma en que se tocaba el cuello, su conciencia pudo más, al fin y al cabo no le había hecho nada malo y se había llevado una paliza, pensó con arrepentimiento.
-No, no..- dijo aclarándose la garganta en busca de algunos minutos más para terminar de recuperarse.
-Digo, no es necesario, igual en adelante intentaré mantenerme alejado de sus manos.- dijo girando para señalar a Rony, quien lo miró con suspicacia, aún no entendía porque buscaba a Simone, pero con solo verla tan desesperada por su bienestar, quiso creer que se trataba de alguien bueno.
Simone sonrió mientras negaba con su cabeza.
-Es un buen chico, un poco rudo a veces, pero de buen corazon.- dijo con algo parecido a la resignación al final. Ella era justamente lo contrario a él.
-Me gustaría creerte.- le dijo con ironía esbozando una sonrisa al final que pareció querer contagiarse en ella, pero fiel a su apatía, Simone se obligó a censurarla
Novak vio que había vuelto a cerrarse y suspiró volviendo a mirar al frente.
-¿Qué es lo que estás buscando? ¿No se supone que deberías estar con tu familia?- le arrojó ella luego de una corta pausa. Necesitaba terminar con lo que fuera que estaba ocurriendo, le faltaban pocas cuadras para llegar al club y no quería que nadie la viera junto a él.
-No se que idea te hiciste pero yo no..- comenzó a explicarle justo cuando ella se detenía y cubría sus labios con su delicado y largo dedo mayor.
-Shh. No me digas nada, no quiero saberlo.- le dijo y él abrió grande sus ojos. Aquel contacto comenzaba a reproducirse en miles de situaciones diferentes en su mente y no debía dejarse llevar. Quería ayudarla, eso era todo, se auto convenció, mientras se aventuraban a tomar su muñeca y con delicadeza quitaba aquel roce que en adelante de seguro no podría olvidar.
-Solo me gustaría entenderte, poder ayudarte, esa noche tus ojos estaban demasiado tristes, lo sé porque los mios llevan tiempo viéndose así a través del espejo. Sólo eso.- le dijo en tono bajo sin soltarla aun.
-¿Qué te hace pensar que quiero que alguien me ayude?- le preguntó alzando su mentón, no quería caer en sus palabras, no quería quedar atrapada en su voz como si se tratara de una tela de araña en la cual terminaría siendo atacada.
Novak no pudo responderle, bajó su vista deseando que alguna razón convincente llegara de algún lugar remoto. No quería que aquello fuera todo, no quería dejar de verla. No quería dejar de intentarlo.
-Mira Novak, llevo tiempo en esto, ya me acostumbré y he visto a hombres con buenas intenciones como vos, pero al final es siempre lo mismo. No lo soportan. Yo soy esto, y aunque los demás deseen convertirme en algo diferente, lamentablemente uno no puede borrar su pasado. Soy mala, Novak, soy una mala mujer, cuanto antes lo entiendas, antes te darás cuenta de que no valgo la pena.- le dijo con una sinceridad brutal, era la primera vez que decía lo que siempre había creído de sí misma y lejos de sentirse un alivio, dolía, dolía mucho.
Novak alzó su mano libre para alcanzar su mejilla, pero no se atrevió a tocarla. Apretó sus labios y buscó sus ojos con toda la sinceridad que pudo.
-Nadie es totalmente malo o totalmente bueno, Simone, Somos personas que tomamos decisiones, a veces buenas decisiones, a veces malas, pero a veces sin opción. Yo te estoy dando una opción, una que no busca cambiarte, solo ayudarte, y si te soy sincero es un poco egoísta, porque siento que podría ayudarme a mi también. -le dijo utilizando ese tono que le daba más credibilidad a sus palabras.
-¿Qué es lo que queres en realidad ? Si pensas que voy a acostarme con vos gratis porque me decis frases de libro de autoayuda estás muy equivocado, ya tuviste tu chance, no una sino dos veces y tu rechazo me quedó muy claro - le arrojó sin poder cortar la conexión de sus miradas, arrugando sus labios con ese enfado que la invadía cada vez que recordaba la forma en que la había rechazado. Necesitaba que se enfadara él también, que desistiera y sin embargo, él la volvió a sorprender.
Su carcajada resonó en sus oídos y se sintió aún más indignada.
-¿Se puede saber de que reís?- le preguntó comenzado a exasperarse y entonces él alzó sus manos para depositar un corto pero dulce beso sobre ellas.
-Si supieras lo que pienso en realidad... Simone, solo quiero conversar con vos, caminar un rato, sin hablar de nada en especial. No quiero cambiarte, no quiero obligarte a nada, ni que sientas que necesitas hacer esto para que no te delate. No pienso hacerlo, si esta es nuestra primera y última conversación, lo aceptó. Es tu decisión.- le dijo liberando sus manos mientras ponía distancia para evitar que la sucesión de pensamientos que se presentaban en su mente se tradujeran en sus ojos.
Seguía siendo la mujer más hermosa que había conocido en su vida, seguía siendo demasiado fascinante y aunque le había dado la opcion, si ella decía que no, se sentiría el hombre más tonto y desdichado del mundo.
Dio unos pasos y el cuerpo de Rony se presentó demasiado cerca, haciendo de su cruce de miradas una batalla desigual.
-Sólo no le pidas a él que me de tu respuesta.- le dijo recuperando la sonrisa y cuando ella se permitió imitarlo, creyó que a lo mejor, no todo estaba perdido.
Y aunque no estaba seguro del motivo de su desesperación por no perderla de su vida, una alarma de precaución insistía en gritarle que nada bueno podía salir de esa unión
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Arráncame el amor
RomanceSimone es una víctima de un pasado demasiado injusto. Cuando su madre la abandonó en manos del dueño de un club nocturno, no tuvo más opción que crecer en ese mundo y adaptarse. Sus días son casi calcados, con algunos más oscuros que otros, hasta qu...