justin's pov
—Aquí esta nuestra visita de hoy. —Luca dio palmadas en la espalda de Nero.
Sus ojos se posaron en Alex, que ahora estaba atado en una silla de madera, veo como el aire deja los pulmones de Nero. Quien está en completo shock. Alex ha sido torturado más allá del reconocimiento. Le faltaba una oreja y lo que parece ser el resto de sus dientes yacen junto a sus pies descalzos.
—Alex, tienes visitas. —Sus ojos están hinchados y cerrados, y la piel se ha desprendido de su espalda. —Esta noche, este pedazo de mierda pagara por todo lo que le hizo a mi mujer. —Murmuré. —Tu estuviste ahí, tu estuviste con ella por ocho meses.
—Pero no la toque Justin. No le puse un solo dedo encima. Estuve ahí con ella, cure sus heridas, la alimente, cuide del bebé.
—Lo sé, tranquilo. —Di golpes suaves en su nuca. —No eres como este cerdo, pero cuidaste de ella solo para proteger de tu hermanita de catorce años. —Lo mire. —Se llama Gemma ¿Verdad?.
—No te atrevas a...
—Tranquilo. —Sonreí. —Nosotros no tocamos ni mujeres, ni niños. —Lo apunte. —Tenemos una cosa importante que hablar Nero.
—¿Qué es eso?.
—Te dejaremos ir. —Abrió sus ojos. —Si trabajaste para este hijo de puta, no me importa, te perdono la vida por cuidar de Claire. Pero si vuelvo a saber una sola puta cosa de ti, si vuelvo a ver tu rostro, escuchar tu nombre, el nombre de tu hermana o cualquier persona con apellido Barsetti. —Sacudí mi cabeza y sonreí. —Matare a toda tu puta familia ¿Entendido?.
—Pensé que Luca era el que estaba a cargo aquí.
—Somos hermanos. —Respondió Luca. —Tenemos la misma autoridad.
—¿Quieres que tu familia termine igual que este hijo de puta?.
—No.
—Entonces desaparece, no quiero volver a escuchar de Nero Barsetti.
Nero salió de la habitación con un portazo, dejándonos a Luca y a mi solos con Alex. El silencio tenso llenaba la habitación mientras Alex se preparaba para lo que vendría a continuación.
Tarareo, arrastrando mis ojos de arriba a abajo por su figura, notando la postura incómoda y la forma en que sus pies están angulados hacia adentro. Está a segundos de orinarse encima.
—¿Piensas que todo esto se está terminando?.
—Siempre que la veas, recordaras como me la folle hasta hacerla sangrar por ocho meses. —Parece que se está desvaneciendo, así que le doy unas cuantas bofetadas en las mejillas. Me gruñe, pero mantiene los ojos abiertos.
Tome unas tijeras y arrastrando la punta contra la red de piel entre sus dos dedos. Cuando no se le ocurre una nueva respuesta, extiendo las tijeras y corto la delicada carne. Grita, pero el sonido no es lo suficientemente angustioso.
—Nero me dijo que el disparo que te dio Claire, te dejo sin pelotas. —Lo mire sonriendo. —Claire me dijo que eras un impotente, durabas mucho menos que antes, puedo apostar a que no puedes hacer sangrar a alguien en treinta segundos.
—¡Eso no es cierto! ¡Hijo de puta! ¡Cuando me libere!. —Entonces, agarro la minisierra y la enciendo. Sus ojos casi negros se abren de par en par, dilatados por el terror.
—No lo lograras Alex. —Me acerque a él. —Siempre lo supimos, uno de los dos mataría al otro.
Vuelve a cerrar los ojos mientras le desabrocho los pantalones y se los bajo de un tirón. Arrugo la nariz. Se ha meado encima.