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claire's pov

Ocho meses antes

Han pasado unas semanas desde que desperté. Cada día ha sido una lucha para recuperar algo de la normalidad que una vez conocí. Mi cuerpo, debilitado por semanas de inactividad y por el trauma físico que sufrí, parece un enemigo implacable que se resiste a obedecer mis órdenes. Cada intento de moverme es una batalla dolorosa contra músculos y articulaciones que parecen haber olvidado cómo funcionar.

Me encuentro sentada en el borde de la cama, respirando profundamente para calmar el dolor punzante en mis extremidades. Mi madre está a mi lado, observándome con una mezcla de preocupación y alivio. Cada día ha sido un paso hacia adelante y dos hacia atrás, pero sigo luchando, aferrándome a la esperanza de que algún día volveré a ser yo misma.

Con un esfuerzo considerable, logro ponerme de pie. Mis piernas tiemblan bajo mi peso, y me apoyo en la pared para mantener el equilibrio. Cada movimiento es como una pequeña victoria en esta batalla interminable.

Es entonces cuando noto que algo falta. Levanto la vista hacia mi muñeca y veo que los brazaletes que solía llevar ya no están allí. Frunzo el ceño, confundida por su ausencia.

—Mamá, ¿dónde están mis brazaletes? —pregunté, con mi voz en apenas un susurro.

Mi madre se giró hacia mí, sus ojos llenos de una tristeza que no puedo entender completamente.

—No te preocupes por ellos, cariño. No los verás más. —responde suavemente.

—¿Te deshiciste de ellos?. —insistí, sintiendo un nudo en la garganta.

Eran solo cosas materiales, lo sabía. Pero para mí, significaban mucho más. El brazalete de Justin me recordaba que mi corazón le pertenecía y el de Christian me hacia recordar lo que se sentía tener un hermano.

—Los doctores te los quitaron cuando llegaste. Pero...

—¿Puedes devolvérmelos? Me los dieron en mi cumpleaños. Christian compró uno de ellos en Paris, es vintage, es importante para mí. —Me miro como si me estuviera volviendo loca. —Christian es mi hermano.

—Claire.

Miré mis muñecas desnudas y sentí un vacío. Los quería de vuelta, no por su valor material, sino por el significado que tenían en mi vida.

—Los necesito, por favor.

—Tenemos que comenzar a olvidar lo que paso. Se que será difícil, pero todas esas cosas horribles, solo nos traen más recuerdos... —Sonrió. —Pronto te quitaremos todos esos tatuajes, será como si nada hubiera pasado.

Me obligué a tomar una respiración profunda, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escaparse. Mi madre quería que dejara atrás cosas que yo no estaba lista para olvidar.

Justo cuando la angustia se apoderaba de mí, la puerta se abrió y Pattie entró con una sonrisa brillante en el rostro. Caminó hacia mí con pasos decididos y me abrazó con fuerza.

—Lo encontramos. —Susurró en mi oído emocionada.

—¿Lo viste? —pregunté, con mi corazón latiendo más rápido. —¿Cómo está?.

—Es muy alto, muy hermoso. Es justo como lo imaginé —respondió Pattie, con su voz llena de emoción contenida. —Tiene tatuajes justo como Jeremy. Pude abrazarlo, pude...

—Esperen un segundo. —Mamá nos miró. —¿De qué están hablando exactamente?.

—Encontré a mi hijo, Marie. —Ella la miro sonriendo. —Jesse está vivo, mi niño está vivo. —Pattie cubrió su boca. —Acabo de verlo. Estuvo con Claire todo este tiempo. —Sonreí. —Jesse estuvo cuidando de Claire.

—¿Qué?. —El rostro de la mamá de palideció mientras procesaba la información. —Claire, ¿Él estuvo contigo?. —Asentí sonriendo. —¿Estás hablando enserio? No deberíamos hablar de esto aquí, Pattie —dijo mamá con voz entrecortada, mirando nerviosamente alrededor como si temiera ser escuchada. —No ahora. Y definitivamente no delante de Claire.

—Encontré a mi hijo.

—Si tu hijo estaba con Claire todo este tiempo, entonces es culpable de esto —respondió con voz temblorosa, las palabras saliendo como un susurro cargado de significado.

—Mamá.

—Hemos hablado con muchos policías, ninguno de ellos nos dijo que había alguien vivo. Podrían habernos dicho que tenían a tu hijo.

—Es que no se llama Jesse ahora, le gusta que lo llamen Justin. —Miré a mamá. Ella puso su mano en su pecho y tomó aire.

—¿Claire?...¿Estuviste todo este tiempo con este hombre?.

—El me protegió. —Tome aire. —No sabíamos que era Jesse en ese momento. Pero hicimos un trato, el me cuidaría y yo trabajaría con él. Es un buen hombre.

—Claire, bebé. —Mamá murmuró.

—Eres especial bebé y pagaran mucho por ti, pero primero debes aprender a comportarte, enciérrala un par de días más, no la saques hasta que sepa cómo comportarse, si vas a golpear a uno de los nuestros tendrás que pagar.

—¡No me llames así!. —Grite sin poder controlarlo. Mire hacia abajo y respire agitada.

—Claire. —Pattie tomó mi mano.

—Creo que es suficiente, es obvio que esto está alterando a Claire. —Mamá miro a Pattie. —¿Podemos hablar afuera? Por favor.

—Volvemos enseguida, cariño. —Asentí. Cubrí mis ojos mientras todo venía a mi cabeza como una película en cámara rápida, solté un grito cuando sentí una mano tocar mi brazo. —Claire.

—Pattie.

—Tu mamá fue por los médicos, necesito que te calmes antes de que te den calmantes. —Asentí. —Tengo tu brazalete.

—¿Enserio?.

—Tuvieron que cortar uno de ellos. El mecanismo era difícil de sacar.

—Es el que me dio Justin.

—Pero tengo el otro. —Acaricio mi mejilla. —Lo guardare por un tiempo hasta que tu mamá este más cómoda con eso.

—Está bien.

—Tengo que irme ahora ¿Sí?. —Negué. —Intentare volver pronto, pero volveré a verte.

—Por favor dile que lo extraño mucho, que lo amo. Que lo amo mucho.

—Eso haré. —Me abrazó. —Intenta descansar.

Saving Baby [+18] | JUSTIN BIEBERWhere stories live. Discover now