claire's pov
El sol se estaba poniendo, tiñendo el cielo de tonos cálidos y anaranjados mientras me sentaba en el balcón del cuarto. El aire era fresco y calmante, un contraste bienvenido a los últimos meses de tensión y estrés. Pattie estaba sentada a mi lado, cargando a Landon con una ternura que me conmovía profundamente. Verlos juntos me daba una sensación de paz y esperanza que no había sentido en mucho tiempo.
—¿Has hablado con mamá? —pregunté, rompiendo el silencio con suavidad. Ella solo negó. —Lo intenté hace un par de días, pero no quiso escucharme. Dijo que estaba decepcionada y dolida, y que prefería fingir que no existo para no sentir más dolor.
—Lo siento, Claire. Eso debe haber sido muy difícil de escuchar. —Asentí, las lágrimas amenazando con desbordarse.
—Lo fue. Las necesitaba mucho a las dos. —Pattie acarició suavemente la mejilla de Landon, quien dormía plácidamente en sus brazos.
—Después de que se fueron, fue devastador para todos. No entendíamos nada y a tu madre le afectó demasiado.—Miró al horizonte, como si reviviera esos momentos. —Tu mamá estaba devastada. No sabía qué hacer ni a quién acudir.
Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras escuchaba, imaginando el dolor que mi madre debía haber sentido.
—Intenté consolarla, pero estaba muy cerrada en su propio dolor. No quería escuchar razones, solo quería tenerte de vuelta, segura. Sentía que había fallado como madre al no poder protegerte.
—Nunca fue su culpa —murmuré, sintiendo una mezcla de tristeza y culpa. Pattie asintió.
—Lo sé, pero a veces, cuando estamos heridos, no podemos ver las cosas con claridad. Todo lo que sentía era la pérdida y el miedo. Cada día era una lucha.
Suspiré, dejando que el peso de los últimos meses se disipara un poco.
—Gracias por estar aquí, Pattie. No sé qué haría sin ti. —Ella me miró con cariño.
—Siempre estaré aquí para ti, Claire. Para Justin y para mi hermoso nieto. Siempre.
Nos quedamos en silencio, disfrutando de la tranquilidad del momento, sabiendo que, a pesar de todo, estábamos juntos y eso era lo más importante. Finalmente, Pattie rompió el silencio, su mirada preocupada y seria.
—Claire, necesito saber, ¿por qué se fueron de esa manera? —Tomé una respiración profunda, preparándome para compartir la verdad.
—Nos fuimos porque Alex ofreció una recompensa a quien pudiera llevarme de vuelta con él. —Pattie frunció el ceño, claramente confundida.
—¿Quién es Alex?
—El hermano de Justin —respondí con un nudo en la garganta. Luego, aclaré. —No es su hermano de sangre... Los criaron como hermanos. —Pattie asintió lentamente, tratando de asimilar la información.
—¿Por qué haría algo así?.
Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras recordaba esos momentos oscuros.
—Él estaba obsesionado conmigo. —Las lágrimas comenzaron a caer. —Fue la razón por la que me secuestraron la primera vez. Cuando escapamos pensé que lo había matado, pero él no estaba muerto. Por eso escapamos, cuando volvimos aquí, estuvimos seguros por un par de semanas, pero él me encontró... me secuestró de nuevo.
Pattie, conmovida, tomó mi mano, ofreciéndome su apoyo silencioso.
—Cuando conocí a Justin. —Murmuré. —El trataba de evitar que abusaran de mí, solo paso un par de veces. Se que es algo horrible, pero fue algo soportable, no pasaba todos los días. Pero con Alex, solo quería que me matara de una vez. —Mi garganta se apretó.
—Claire...
—Sentí a Landon moverse. —La mire sonriendo. —Es difícil saber cuándo un bebé se mueve, se siente como mariposas. Pero después de la primera vez lo supe enseguida y sabía que no tenía que rendirme. Alessa y yo quedamos embarazadas la misma semana, fuimos con ellos a su luna de miel. —Acaricie la mejilla de Landon. —Este pequeño, resistió las primeras semanas, aun con todo el dolor y toda la sangre, el seguía conmigo.
—¿Primera vez?. —Me miro con sus ojos llenos de lágrimas.
—Mamá no lo sabe. —Sequé mis lágrimas. —No quería que me mirara diferente. —Susurré. —La dulce niña inocente que tenía, nunca volvería. Si ella veía la cicatriz. Eso la destrozaría.
—¿Qué cicatriz?. —Me levanté. Baje mi pantalón lo suficiente para que ella pudiera ver la cicatriz. —Oh por dios Claire.
—Alex no sabía que estaba embarazada. Planeábamos llevártelo a ti, sabíamos que cuidarías muy bien de él. Pero un día se dio cuenta, no estaba bien de la cabeza y... —Negué. —Tyler solo estudiaba medicina, no sabía lo que estaba haciendo, pero me salvo la vida. No quería que ustedes lo supieran porque me verían de forma distinta
—Claro que te vería de forma distinta hermosa. —Acaricio mi mejilla. —Solo me hace sentirme más orgullosa de ti, admiro la persona en la que te has convertido. La antigua Claire, no era tan fuerte y valiente como la que tengo ahora en frente.
Sentí una oleada de alivio al saber que, aunque el dolor y el miedo habían sido abrumadores, ahora tenía a alguien a mi lado que entendía y me apoyaba.
—Landon nació en un bosque. —Me miro sorprendida. —Lo siento, creo que te dije muchas cosas de una sola vez.
—Demasiadas. —respondió Pattie, tratando de procesar la información.
—Omitiré detalles, pero me escape de casa de Alex con contracciones, Justin me encontró justo en el momento correcto. El no tuvo miedo, creo que eso nos hizo unirnos mucho más que antes.
En ese momento, la puerta del cuarto se abrió y Justin entró junto con Christian. Ambos tenían una sonrisa enorme en sus rostros.
—Chiara y Salvatore quieren conocerte. —dijo Justin, rompiendo el silencio. Christian se acercó a Pattie y le ofreció el brazo.
—Te acompañaré, mamá.
Pattie asintió y, tras darle un beso en la frente a Landon, se levantó con la ayuda de Christian. Los observé mientras salían de la habitación, Me doy la vuelta y me estrello contra el pecho de Justin, envolviendo mis brazos a su alrededor con fuerza. Me envuelve contra él, presionando besos en mi cabello.
—Gracias —digo las palabras a través de un nudo en la garganta, luchando fuertemente para no llorar.
—De nada, mi amor. —Frota su mano sobre mi espalda. —Pero debes soltarme para que pueda darte tu sorpresa.
—¿Otra sorpresa?.
Miro a mi alrededor con una sonrisa temblando en mis labios, luego mis ojos se abren cuando él se arrodilla ante mí. Él no... ¿o sí?
Justo antes de que pueda tener un ataque al corazón, saca una pequeña caja negra de su saco y la abre.
¡Mierda santa! Rompo en llanto, tapándome el rostro.
—Mírame. —Me ordena. Niego con la cabeza. —Amor, mírame. —Bajo las manos y lo miro a los ojos.
—Cásate conmigo. —exige.
—¡Tienes que preguntarle! —Chiara grita desde la puerta. —¿Ninguna de las dos te ha enseñado nada?.
Me giré hacia la puerta y vi a Chiara, Alessa, Christian, Pattie y hasta Salvatore, todos mirándonos con emoción y expectación. La risa estalla a través de mis lágrimas, y asiento tan rápido como puedo.
—Sí. ¡Sí, sí, sí!
Levantándose en toda su altura, coloca un impresionante diamante en mi dedo anular, luego me besa con fuerza, mientras los aplausos y vítores llenan el aire.
—Te amo, tanto.
—Te amo mucho más. —Susurré antes de besarlo.