《7》

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Narra Alice:

Tres años transcurrieron desde que Harry ingresó a Hogwarts, y desde que comenzaron a darse sucesos desafortunados. Es algo que me comencé a plantear, puesto que siempre que hay algún suceso extraño, Harry y sus amigos están involucrados.

Claro que nunca dije nada, puesto que necesitaba pruebas y muchos aprecian a Harry, por lo que mucho odio caeria sobre mí. Aunque también soy amiga de Harry y lo aprecio mucho, pero eso no quita que tenga dichos pensamientos.

Muchas cosas cambiaron en estos dos años, una fue que mis visiones comenzaron a darse de manera frecuente. Como las visiones que tuve del Basilisco, en un inicio pensé que tal vez se tratasen de pesadillas pero cuando varios alumnos comenzaron a quedar paralizados como estatuas, entendí que se trataban de visiones.

También volvió a ocurrir en quinto año, tuve visiones sobre un hombre lobo y un grim. Así se dieron paulatinamente, lo raro es que todas terminaban de alguna forma relacionada con Harry. Decidí guardar como un secreto todo sobre ello, no sabía cómo los demás se lo tomarían.

Temo que se terminen burlando o me tomen por loca, puesto que la adivinación y las visiones sigue siendo un tabú en el mundo mágico. Traté de investigar en mi familia si alguien más tenía este don, pero no logré encontrar nada. Por suerte recibí ayuda de la Profesora Trelawney, quien tiene más conocimiento y experiencia sobre el tema.

Le hice jurar que no le dijera a nadie sobre mi condición, y agradezco que mantenga aún el secreto. Por ello a partir de cuarto año, me inscribí en la asignatura de Adivinación.

¿Algo nuevo que contar? Emm... ¡Ah! Como pude olvidarlo, desde el año pasado soy Prefecta de Ravenclaw. Si me preguntasen si me siento orgullosa, sin dudarlo responderé que sí. Pero ser Prefecto conlleva mucha responsabilidad, por lo que me lo tomo muy enserio.

Ahora voy muy seguido al campo de Quidditch, porque debo ir a ver los juegos de Hufflepuf por Cedric y Beth, pero también a los de Gryffindor por Fred, George y Harry, aunque más por Fred. El problema se da cuando ambas casas se enfrentan, en esos casos me debo turnar por cada partido para estar en una de las gradas. Además, conseguí nuevas amigas, como Ginny, Hermione, Luna y Cho, puesto que antes solos éramos conocidas.

Dejando de hablar del pasado, nos centraremos en el presente.

El día de hoy iría junto a Cedric y su padre a ver la final del "Campeonato Mundial de Quidditch", supe que no estaríamos solo nosotros sino que nos encontraríamos con un amigo del Señor Amos.

Habíamos llegado primero, por lo que tuvimos que esperar. Ya cansada de estar de pie, Cedric me ayudó a subir a un árbol para sentarnos en una de sus ramas y así esperar, al principio me negué, puesto que le temo a las alturas pero el dolor de pies era aún peor.

A los lejos comenzamos a escuchar pasos, supimos que se trataba del amigo del Señor Diggory porque este les habló.

- Es hora de bajar señorita -Lo miré asustada.- Tranquila, bajaremos juntos -Me cargo en sus brazos como si fuera una princesa y al ver sus intenciones de saltar me asusté.-

- Ni se te ocurra Cedric Diggo... -Se lanzó de la rama, aterrada oculte mi rostro en su pecho, puesto que me aferre a él.-

- Alice... ya puedes bajarte -Dijo algo avergonzado, aparte mi rostro de su pecho y pude ver ocho pares de ojos viéndonos.-

- Ah.. si si -Cedric me soltó con cuidado y me incorporé.- Hola a todos.... un gusto verlos -Mi cara de seguro estaba enrojecida de la vergüenza que sentía en ese momento.

《¡Ah! Que patética me habré visto.》

Me acerqué a Hermione y Ginny que se seguían riendo por lo sucedido.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐭𝐲 (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora