Beneath of Shadows |Chanmin

Capítulo 42:

La explosión resonó como un trueno, llenando el aire de humo y caos. Christopher sintió que el mundo se detenía un instante, el sonido de sus latidos ensordeciendo los gritos y disparos que rodeaban la mansión. Mientras los escombros caían alrededor de él, su mirada se centró en los rostros de sus amigos, llenos de temor y determinación. La situación era crítica, y ahora tenía que actuar rápido.

-¡Christopher! ¡Seungmin! ¡Jeongin! -gritó Kai desde la entrada, luchando por hacerse oír entre el estruendo de la batalla-. ¡Necesitamos reagruparnos!

El corazón de Christopher se aceleró mientras miraba a su hermano, Jeongin, que estaba a su lado. La sangre manaba de una herida en su brazo, pero no había tiempo para lamentaciones. Se giró hacia Seungmin, quien se acercaba con una expresión de preocupación.

-¡Estamos en peligro! -dijo Seungmin, su voz temblorosa-. ¡Debemos salir de aquí!

De repente, una segunda explosión sacudió el suelo, y los escombros comenzaron a caer del techo. Christopher sintió el pánico elevarse en su pecho. En un instante, todo lo que había querido proteger estaba en peligro.

Vio cómo una enorme viga de madera comenzaba a ceder por el impacto, dirigiéndose peligrosamente hacia ellos. Sin pensar, empujó a Jeongin y a Seungmin en direcciones opuestas para intentar alejarlos del desastre inminente.

-¡Cuidado! -gritó, pero fue demasiado tarde.

El techo se desplomó y una de las vigas cayó con fuerza sobre Christopher, atrapándolo bajo su peso. Sintió el dolor agudo recorrer su cuerpo, pero lo que más le dolía no era la madera que lo aplastaba, sino la decisión imposible que lo atormentaba. Estaba atrapado entre salvar a su hermano Jeongin o a Seungmin, ambos demasiado importantes para él.

Su mente se debatía en un mar de confusión. Jeongin, el hermano que había jurado proteger desde siempre, estaba herido, y su única responsabilidad debía ser hacia él. Pero Seungmin,era la persona que iluminaba sus días. Sentía algo por Seungmin que iba más allá de la amistad, algo que apenas empezaba a comprender, y la idea de perderlo lo aterrorizaba.

-¡Christopher! -Seungmin gritaba, desesperado, mientras trataba de mover los escombros que lo aprisionaban-. ¡Debemos sacarte de aquí!

Jeongin se unió a la lucha, jadeando por el dolor de su herida. Las manos de ambos intentaban quitar la viga, pero el peso era demasiado. La situación se volvía cada vez más crítica, y Christopher sentía cómo su conciencia comenzaba a desvanecerse.

-Seungmin... Jeongin... -murmuró, su voz debilitándose-. No puedo... no puedo decidir...

Cada respiración era más difícil que la anterior. Los ruidos de la batalla y las explosiones a su alrededor se apagaban lentamente en su mente. Lo único que quedaba claro era la desesperación en los ojos de Seungmin y Jeongin, luchando por salvarlo. En un último esfuerzo, intentó mover la viga con ellos, pero sus fuerzas lo traicionaron.

-¡No te rindas! -gritó Jeongin con la voz rota-. ¡Christopher, por favor!

Pero el dolor era demasiado intenso. Christopher sintió cómo el peso de la viga no solo aplastaba su cuerpo, sino también su espíritu. Cada vez se sentía más débil, sus ojos se cerraban lentamente, y entonces, la oscuridad lo envolvió.

El tiempo pasó de manera extraña. Para Christopher, fue como si un manto oscuro lo hubiera cubierto por completo, aislándolo de todo a su alrededor. Sentía el frío de la madera y el eco distante de las voces de Seungmin y Jeongin. No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente, pero cuando finalmente abrió los ojos, el dolor seguía presente.

Parpadeó, notando el peso que se había aligerado sobre su pecho. La viga ya no lo cubría, aunque todavía sentía el cuerpo entumecido. Los rostros de Seungmin y Jeongin lo miraban con desesperación.