Los saludos de Mahidevran

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Mahidevran, en la tranquilidad del Palacio de Çırağan, convocó a sus más leales sirvientas en una cámara apartada, alejada de oídos indiscretos. Entre ellas estaba Gülsa, su mano derecha, siempre a su lado, y otras sirvientas de absoluta confianza que conocían bien la naturaleza implacable de su señora. Esta vez, el golpe que planeaba no era financiero ni político, sino algo mucho más personal y letal.

Mahidevran (con voz baja pero cortante, mientras acariciaba el borde de una copa de cristal):"La madre sultana Hafsa ha sido un obstáculo desde el primer día

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Mahidevran (con voz baja pero cortante, mientras acariciaba el borde de una copa de cristal):
"La madre sultana Hafsa ha sido un obstáculo desde el primer día. Su presencia ha sido una espina constante en mi carne. Pero esto termina ahora."

Gülsa, conociendo el carácter de su sultana, la observaba sin atreverse a interrumpir. Sabía que Mahidevran no tomaba decisiones impulsivas, y si había llegado a este punto, era porque ya no veía otra salida. Las demás sirvientas se mantenían en silencio, con la respiración contenida.

Mahidevran (con una sonrisa gélida):
"Ha llegado la hora de que Hafsa desaparezca. No más quejas, no más interferencias en mis asuntos, no más protección para Suleimán. El poder real en este imperio me pertenece, y nadie, ni siquiera ella, lo verá de otra manera."

Sus ojos brillaban con una crueldad calculada, la misma que había reprimido durante años de rivalidad silenciosa y constantes desaires

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Sus ojos brillaban con una crueldad calculada, la misma que había reprimido durante años de rivalidad silenciosa y constantes desaires. Ahora, como regente, no necesitaba disimular ni mostrar debilidad. Su plan era simple: eliminar a la matriarca del imperio sin derramar una sola gota de sangre . Mahidevran sabía que la muerte de Hafsa no solo acabaría con una rival política, sino que enviaría un mensaje claro a todos los que pensaran desafiarla.

Gülsa (con voz cautelosa):
"Mi señora, ¿cómo desea proceder? Los ojos de palacio siempre están vigilantes..."

"

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