Yo soy Mahidevran

Patetico

Daye:¡Sultana, mi señora Firuze dio a luz a un varón!

Sultana Hafsa:¡Amén, gracias mi bendito Alá! Por fin, una buena noticia. Daye, ¿mi león ya lo sabe?

Daye: Sí, mi sultana. El sultán ya ha sido informado.

Sultana Hafsa: Perfecto. Ahora quiero que repartan jugos, dulces y oro... mucho oro. Que todos celebren la llegada del nuevo príncipe de esta dinastía. Voy a ir a ver al pequeño... pero antes, Daye, llama a Mahidevran, por favor.

Daye: Como ordenes, mi sultana. Inmediatamente.

Sultana Hafsa: (Con una sonrisa de satisfacción y un brillo en los ojos) Este día será recordado por siempre. ¡La llegada de un nuevo príncipe es un regalo de Alá!

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Suleiman: (Sosteniendo al recién nacido con orgullo) Alá es el más grande, Él es el único. Tu nombre será Ali, un nombre digno de tu linaje y futuro.

Firuze: (Con lágrimas de felicidad) Es un nombre muy bello, gracias, mi señor.

Suleiman:Firuze, has dado a luz a un príncipe. Te daré nuevos aposentos, más cómodos. Además, aumentaremos tu sueldo.

Firuze: (Sorprendida y profundamente agradecida) Muchas gracias, mi sultán. No sé cómo agradecer tanto honor y generosidad. Prometo servirte con aún más devoción y lealtad.

Suleiman: (Mirando a Firuze con ternura) Este es solo el comienzo. Nuestro hijo Ali será grande, y tú estarás a su lado, guiándolo y protegiéndolo.

Firuze: (Asintiendo emocionada) Haré todo lo que esté en mi poder para asegurar su futuro y el de nuestro imperio.

Suleiman: (Sonriendo) Confío en ti, Firuze. Ahora, descansa y recupera fuerzas. Ali necesitará a su madre más que nunca.

Firuze:(Mirando a su hijo con amor) Gracias, mi sultán.

Sultana Hafsa recibe a la Gran Madre Safiye

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Sultana Hafsa:Quiero hablar con Mahidevran, no contigo.

Safiye: Mi hija, la regente otomana y princesa persa, está ocupada con sus deberes y sus hijos. Lo que le tengas que decir a ella, me lo puedes decir a mí. Después de todo, no dejo de ser su madre.

Sultana Hafsa: Muy bien. Como ya debes saber, la concubina persa ha dado a luz a un príncipe, mi nieto, que con mi apoyo será el príncipe elegido para la corona. Quiero que le dejes eso en claro a tu hija.

Safiye: Eres tan patética Hafsa. Te aferras a una sola esperanza, un niño de una concubina que será olvidada pronto....se nota que estas desesperada, pero dime que tiene de especial ese hijo , por que hasta donde sé no es el único hijo varón  de otra concubina de Suleiman.

Sultana Hafsa:(Furiosa) ¡Cuidado con tus palabras, Safiye! Ese niño lleva la sangre de los sultanes y con mi respaldo, nadie se atreverá a ignorarlo.

Safiye: (Desafiante) ¿De verdad crees que ese niño puede competir con Mustafa , el legítimo heredero, amado por todos y preparado para gobernar desde su nacimiento. Tú y tu concubina persa no tienen oportunidad.

Sultana Hafsa: (Con desprecio) La posición de Mustafa no es tan segura como crees el es un niño después de todo. Los tiempos cambian, y el sultán también puede cambiar de opinión. Ali será el futuro de este imperio, y haré todo lo necesario para asegurar su camino al trono.

Safiye: (Con voz cortante) recuerda que ahora no estás en posición para ser estupideces ya no eres nadie aquí , tu ambición ya no tiene validez

Sultana Hafsa: (Dando un paso hacia Safiye) No es solo ambición, es justicia. Este imperio necesita sangre nueva y fuerte. Este príncipe será ese líder, con o sin tu aprobación.

Safiye: (Con una mirada de hielo) Veremos, Hafsa. La corte es un campo de batalla y el futuro no está escrito en piedra. Recuerda, la fortuna de los tontos cambia rápidamente.

Sultana Hafsa: (Aumentando el tono) No subestimes mi determinación, Safiye. No descansaré hasta ver a mi nieto en el trono. ¡Haré lo que sea necesario! Recuerda safiye esto no es Persia aquí no importa en que orden nace los príncipes ..

Safiye:(Gritando) ¡Y yo haré lo que sea necesario para proteger a Mustafa.... desde hoy tienes que tener mucho cuidado por que voy a hace notar mi presencia en este palacio.

Sultana Hafsa: (Con una sonrisa desafiante) Perfecto, Safiye. Entonces nos veremos en el campo de batalla. Y te aseguro, no seré yo la que pierda..