《26》

132 13 0
                                    

Wooyoung se encontraba acostado mientras San estaba entre sus piernas acariciando su vientre de ahora 5 meses.

– San

–¿Mmm? —ponía más atención en acariciar el no tan pequeño bulto que se había convertido en su vientre.

–Prestame atención, imbécil —gruñó enojado y el pelinegro sonrió y dejó un beso en el vientre.

–Bebé, papi quiere atención. Papá te ama —dejó una última caricia y bajó la camiseta del malhumorado omega rubio.

–Claro,ya no me pones atención,ya no soy tu amor,ya no me quieres.

–Amor, tú eres mi bebé grandote ―le sonrió mientras acariciaba su mejilla.

–Ajá, tengo hambre -gruñó.

–Pero si acabas de comer.

– ¿Qué estás diciendo? ¿Acaso quieres dormir de nuevo en el sofá?

San tragó duro al recordar el día que no hizo caso a la advertencia del omega y terminó durmiendo en el incómodo sofá.

– No... ¿Qué quieres comer?

–A ti. ¿Eso está en el menú? -bromeó.

–Mm, no, yo no estoy en el menú, pero puedo hacer una excepción —le siguió el juego a Wooyoung y se iba acercando a los labios rojizos, pero la puerta siendo tocada los interrumpió.

– Choi San,bajen ahora mismo —era su madre y se escuchaba enfadada, con un bufido se iba a separar de su omega, pero el rubio aprovechó la cercanía y estampó sus labios con los del pelinegro.

Sus labios se movían de forma sutil y suave, creando una hermosa atmósfera en donde se podía sentir las feromonas de felicidad mezcladas con sus olores.

Los brazos de Wooyoung se posaron en el cuello de San mientras él tenía un brazo apoyado en el colchón para no aplastar al rubio y su otro brazo sujetaba la mejilla del omega acariciandola.

Se separaron por falta de aire, mirándose a los ojos se sintieron plenos y felices,se sonrieron sintiendo una calidez en sus corazones.

–Vamos —se bajó con cuidado de no lastimarlo y le extendió una mano, la cual Wooyoung tomó al levantarse.

Aun de la mano, salieron de la habitación y bajaron al piso de abajo, donde divisaron a la madre de San, la cual le regaló una sonrisa a Wooyoung y a su hijo le hizo una mueca.

Se acercó a ellos con pasos rápidos y les dio un abrazo al omega menor y besó sus mejillas.

–Te miras hermoso, cariño.

– Gracias —le sonrió.

– Y tú Choi San, no fueron a vernos durante dos semanas y media,no había visto mi hermoso yerno.

–Pero no te enojes, madre.

–Estaba preocupada. -volteó en dirección a Wooyoung — cariño, ¿te trata bien San?¿Te cumple tus antojos?

–No,dice que como mucho y no me deja comer dulces ni nada azucarado.– fingió tristeza y jugo con sus manos.

San lo miró confundido, preguntándose cuándo dijo todo eso si él no lo recordaba.

– ¿Cuándo dije todo eso?

– Mire, ahora me dice mentiroso.–fingió llorar el omega y tapo su rostro con sus manos.

Sunmin se acercó al alfa y aunque este era mucho más alto que ella, lo jaló de la oreja.

– Pide disculpas por ser tan grosero con Wooyoung.

Eres Mío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora