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—Fue horrible—. Se quejó el omega al llegar a casa de sus mejores amigos dejándose caer al sofá cama que estaba en la sala de estar hundiéndose entre sus sábanas.-Ya no quiero ir.

—Ya no vayas—. Contestó Hueningkai sentándose a su lado mientras comía helado. —Fácil.

—Tengo que ir, tengo que ayudarles con los gastos del hogar, solo soy un parásito—. Siguió lloriqueando Beomgyu, pero al ver el helado del omega contrario no dudó en quitárselo.

—¿Qué fue lo que pasó exactamente?— Preguntó Soobin sentándose en la orilla de aquel sofá mirando como su amado hacia una mueca lleno de molestia por haberse quedado sin su helado.

—Tengo que cuidar de un alfa ciego, es mayor que yo por dos años mayor, pero su madre quiere que lo cuide porque al parecer últimamente se ha lesionado mucho al estar solo—. Suspiró comiendo más del helado, quejándose en el momento que Kai se lo quitó.— Pero es tan, tan, ¡TAN!

—¿Tan? —Preguntó Soobin atento al omega.

—Irritante. Digo, entiendo como se siente, en su posición también estaría molesto, creo, pero no tiene porque tratarme mal, constantemente me contesta grosero, también me corre siempre, ah, Dios.

Soobin y Hueningkai se miraron por unos segundos, preocupados por su amigo pero sabían que en ese momento no podían evitar que este asistiera a su empleo pues estaba dispuesto a ayudarlos en el hogar, aunque a ellos no les molestaba que no ayudará, se preocupaban por él, Kai por su parte le dio unas pequeñas palmadas en su espalda atento a él, ambos escuchando todas sus quejas, sabiendo que vendrían muchos días donde el Beomgyu se quejaría de aquel alfa gruñón.

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Karina entró a la habitación de su hijo mirándolo frente al gran ventanal que estaba en la parte lateral de su habitación, había clausurado aquel lugar pues temía a que su hijo tratara de atentar contra su vida de nuevo en aquel balcón que se divisaba al otro lado del cristal.

—Cariño, ¿Cómo la pasaste hoy?

—Horrible—. Contestó el alfa sin voltear hacia su madre, suspiró tragándose todas las palabras que deseaba darle a aquella mujer, aunque sabía que no llegaría nada al reclamarle.

Karina suspiró yendo hasta su hijo para abrazarlo un poco sintiendo como este se tensaba unos segundos antes de abrazarla de vuelta.

—Entiéndeme, hijo, no quiero perderte, no quiero verte mal, solo es para evitar que te hagas más daño.

—Madre... —YeonJun suspiró y escondió su rostro entre el cabello de su madre, una parte de él se sentía protegido entre los brazos de la alfa pero otra parte detestaba a aquella mujer. —También detente a pensar en como me siento, tus acciones aveces me hacen sentir lo que soy... un alfa inútil.

—No, yo no.

—Eso me haces sentir madre, solo lo confirmas, pero está bien, te entiendo, siempre trato de entenderte—. YeonJun suspiró y soltó a la mayor.—Ya es tarde, deberías ir a descansar.







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¿Qué tal? Les digo que hay cosas que aun nos hace falta entender de los personajes, ESTO VA COMENZANDO WUUUUUH

/festeja sola

—Bibi_SADNESS (Mokka)

DESTINY || YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora