DESTINY || Yeongyu

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YeonJun se adentró aquel lugar que tanto conocía, no de vista... claro, pero el incómodo aroma de medicina, enfermedad y utensilios de limpieza llegaba a su nariz, haciéndole hacer una mueca, se sentía ansioso en cierto punto pues aquel lugar era advertencia de múltiples exámenes, no le gustaba, pero sentir la mano de su pareja entrelazandose con la suya le hizo destensarse siguiendo sus pasos.

—Tranquilo, solo será un chequeo, no permitiré que te hagan algo más, ¿Si? —. La suave voz de Beomgyu llegó a sus oídos y asintió sonriendo, sintiéndose más relajado.

Se dejó guiar hasta el consultorio de su médico personal, y al entrar dio una suave reverencia saludando al viejo alfa que los recibía, soltó la mano de su omega pues temía que el hombre le comentara algo de su cercanía con Beomgyu a su madre pues sabía que esta sería capaz de preguntarle hasta al de guardia de seguridad lo que pasaba a su alrededor.

—Bien, empecemos, ya sabemos lo que usualmente hacemos, así que relájate, hoy no vino tu madre así que puedes responderme con naturalidad.

Incluso el doctor notaba lo poco que confiaba en su madre, y sonrió un poco al escucharlo pues eso le causaba un poco más de confianza, aunque tenía la duda de que este le dijera todo a su madre.

Comenzaron a hacerle el chequeo, garganta, oídos, sus articulaciones y si había algún problema estomacal, pero todo iba perfecto, hasta que el doctor revisó los ojos del alfa e hizo una mueca llamando la atención de Beomgyu quien se mantenía atento a todo pues no deseaba que YeonJun pasara algún incomodo momento.

—¿Sucede algo?—. Preguntó Beomgyu con preocupación, pero él alfa mayor asintió un poco, dudoso a su vez, alarmando al omega.

—Bien, todo está perfecto contigo, YeonJun, siempre has sido un joven muy sano, se lo repito siempre a tu madre—. Habló el doctor, YeonJun frunció levemente su entrecejo pues había escuchado la cuestión de su amado y el que no haya recibido respuesta le hizo sentirse molesto, pero aún así puso atención al mayor.—, te daré algunas vitaminas para que puedas sentirte aún mejor, y viene el cambio de clima, te daré algunos jarabes por si te da gripe.

Ambos jóvenes asentían a lo que decía aquel hombre, y tomaron la receta escuchando como este les indicaba como debía tomar las vitaminas, pero antes de que ambos salieran el médico detuvo a Beomgyu quien lo miró atento.

—Necesito hablar contigo, muchacho. —Le murmuró—. A solas.

Beomgyu apretó sus labios al ver como su amado frunció su entrecejo, no gustoso con lo que decía el doctor, pero aún así salió del lugar dejando a Beomgyu con aquel doctor quien suspiró yendo hasta su escritorio, se mostraba dudoso pero a su vez ansioso, como si no encontrara la manera de hablarle al omega quien se mantuvo de pie mirándolo con desespero al no escucharle decir nada.

—¿Eres su familiar?

—No, ¿Porqué?, yo... soy su compañero, le cuido. —Beomgyu apretó sus labios, no le gustaba presentarse así, quería decir que era el omega de YeonJun, pero no sabía que tanto podía confiar en aquel alfa.

—¿Qué tan cercano eres a él? —. El médico entrelazó sus propios dedos dejando encima del escritorio sus manos.—¿Él te importa?

—Mucho.—Aseguró el menor de inmediato.

—No tengo permitido hacer esto, pero, YeonJun también me importa—. Comenzó a decir aquel hombre—, son muchos años los que he sido su médico, sé lo sobreprotectora que es Karina con él, y... lo cruel que puede ser con YeonJun, pensé algunas veces en denunciarla a las autoridades pero pensar que ese joven quedaría solo a la deriva o en manos de su familia, no me causó mucha seguridad para alejarlo de Karina, pero ahora que estas tu con él... creo que es hora de hacer algo en contra de esa mujer.

Beomgyu apretó sus manos en el respaldo de la silla que posaba frente al escritorio del médico y asentía a sus palabras, se sentía ansioso, preocupado pues incluso aquel hombre sabía el infierno que vivía el alfa, y saber que este incluso quería meterse en la situación, le sorprendió.

—YeonJun puede curar su ceguera. —Confesó el señor.

Beomgyu abrió sus ojos con sorpresa, y se quedó sin palabra alguna.

—¿Ella... ella lo..?—. No podía hablar, e incluso tomó asiento en su lugar, sin creer lo que estaba escuchando.

—Si, ella lo sabe.

Beomgyu llevó sus manos a su boca, lleno de sorpresa, ¿Hasta donde podía llegar Karina solo para mantener a YeonJun bajo sus órdenes?, cautivo, encerrado en un infierno, no había conocido a un ser tan egoísta como aquella mujer, y en esos momentos temía aún más de ella.

—Ella no quiere que YeonJun sea consciente de esto, pero... sé que tu harás lo correcto para él.

Beomgyu asintió, y una cosa quedó muy clara para él: Karina definitivamente no era una buena persona.

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Sorpresaaaaa, je

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