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Después de aquel acontecimiento ambos se sentía aún más avergonzados pero YeonJun no perdía la oportunidad de acariciar el rostro del menor, quería conocerlo aun más, grabar cada centímetro de su piel con la yema de sus dedos. Cada vez que podía sentirle notaba detalles nuevos.

Su piel era suave. Sus ojos perfecta y adorablemente redondos, su nariz era respingada y suave al tacto, sus mejillas eran levemente abultadas pero lo suficiente para que su rostro fuera perfectamente proporcionado; y amaba, le encantaba sentir como el omega se sonrojaba pues podía sentir en la palma de su mano como su temperatura subía.

—Eres lindo—. Pronunció el mayor sin pensarlo mucho alejando con pesar su mano del menor quien se mantuvo en silencio sintiéndose muy avergonzado.

Beomgyu estaba disfrutando demasiado aquello, cada caricia que le otorgaba él alfa era como una bendición para él, apreciar como este se mantenía atento a él, notar como buscaba un momento para tocar su rostro le hacia sentirse lleno de ternura.

—Gracias, YeonJun. —Dijo con voz baja, avergonzado, relamió sus labios y se acomodó sobre la cama—. Cierto, no te he dado una golosina.

Beomgyu bajó rápidamente de la cama para ir por su mochila sacando una paleta de fresa de ahí, la destapó yendo hasta donde el alfa.

—Abre boca.

YeonJun acató la orden, su confianza en Beomgyu había aumentado en demasía, dejaba que este guiara cada uno de sus movimientos y no se arrepentía de los resultados.

El omega posó la paleta en la boca del mayor posando sus dedos en su mandíbula para invitarlo a cerrar su boca sonriendo al notar como este probaba el dulce, notó como sus mejillas se sonrojaban por el buen sabor y soltaba un sonido gustoso.

—Rica, ¿Verdad?

—Demasiado, está siendo mi favorita.

—Definitivamente la de limón no te gustó—. Rió Beomgyu al recordar la mueca qué había hecho el mayor al probar aquel dulce que le había llevado hace unos días.

Le gustaba ver cada reacción qué daba el mayor a cada cosa nueva que probaba o sentía. Era como un niño pequeño descubriendo tesoros.

Beomgyu suspiró dejando que el mayor siguiera disfrutando de su paleta y miró por el gran ventanal que estaba ahí admirando la hermosa vista que este tenía, no era muy alto pero si lo suficiente para ver algunas calles de la ciudad.

—¿Porqué no se puede salir al balcón? —. Preguntó con curiosidad moviendo un poco sus manos sobre las sábanas del alfa, le gustaba eso, pues al final del día terminaba cubierto con el aroma del mayor.

—Oh... eso. —YeonJun hizo una mueca e hizo de lado su paleta, Beomgyu notó como el mayor se perdía en sus pensamientos y le dio su espacio preocupándose al ver como este temblaba un poco en su lugar—. Es complicado.

—Puedes decírmelo después, no hay prisa. —Beom acarició su espalda con suavidad.

—Quiero decirtelo—. Asintió YeonJun alzando su rostro a donde sabía que estaba el ventanal.—Hace unos años quise quitarme la vida lanzándome de ahí, pero mi mamá llegó a tiempo y evitó que me tirara. —El alfa suspiró cansado pues se sentía sumamente frustrado de tener que seguir con su patética vida siendo un alfa débil.—Mi mamá se asustó tanto que decidió clausurar la salida y pues ahora solo me queda imaginarme la agradable brisa que podía sentir ahí fuera.

El omega abrió y cerró sus labios pensando en lo mal que lo tubo que haber pasado el alfa para haber querido acabar con su vida, y podía entenderlo, vivía privado de muchas cosas, además las opiniones sociales también influyen mucho en él estado de ánimo del mayor, pudo notar como este se lamentaba ser un alfa ciego por lo débil que era para la sociedad.

Beomgyu siguió dejando pequeñas caricias en su espalda notando como el mayor seguía probando su paleta.

—Debe ser difícil para ti, YeonJun.

—Ya me acostumbré, no te preocupes.

—Yo... te mostraré que no eres todo lo malo que piensas, eres increíble. —Beomgyu dejó de darle sus caricias y tomó con suavidad una de sus manos para darle un pequeño apretó—. Eres un alfa realmente fuerte, tanto física como mentalmente... has aguantado mucho que los demás no podrían.

YeonJun sintió como su corazón latía con frenesí por lo que decía el omega sintiéndose realmente especial por las palabras que este le daba, se sentía tan bien al recibir sus caricias y palabras, no se sentía digno pero aun así se daba el gusto de disfrutar el momento, sonrió un poco hacia el omega apretando su mano, incluso sus manos eran delicadas y suaves. Era impresionante lo perfecto que podía ser aquel omega.

—Gracias, Beomgyu, me has ayudado mucho y yo... no te doy nada a cambio.

—Me lo estás dando, también me estas mostrando un mundo diferente, me estas enseñando muchas cosas. —Beom dió un suave apretón a su mano.

Y era cierto, Beomgyu estaba aprendiendo tanto a su lado, cada cosa para él también era nuevo, cada sensación que le daba el alfa era hermosa para él, estaba viendo el mundo a la misma manera que el mayor y no podía sentirse menos dichoso por eso.

Ambos se mostraban sus mundos sin darse cuenta.











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¿QUÉ LES PARECE? ¿voy bien? Espero que si, muchas gracias por leer y darme una oportunidad, se merecen todo lo bueno del mundo, muuuak.

Una pregunta, ¿Ustedes con quien shipean a Taehyun?

—Bibi_SADNESS (Mokka)

DESTINY || YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora