CAPÍTULO XVIII - SINCERIDAD

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Draco y yo nos encontrábamos en nuestro rincón secreto junto al lago, disfrutando de esos preciados momentos que tanto habíamos extrañado

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Draco y yo nos encontrábamos en nuestro rincón secreto junto al lago, disfrutando de esos preciados momentos que tanto habíamos extrañado. Sus brazos firmes me envolvían, y la manta que compartíamos para resguardarnos del frío invernal nos mantenía aún más unidos. La calma del paisaje, con el reflejo de la luna en las aguas quietas del lago, creaba el escenario perfecto para alejarnos de todo lo demás.

- Extrañaba mucho estos momentos a solas —dijo Draco, apretándome suavemente contra su pecho.

- Yo también —confesé, apoyando mi cabeza sobre su pecho.

- Ahora te veo menos de lo que quisiera —Draco rompió el silencio.

- Lo sé —suspiré—. Las cosas han estado bastante tensas con Umbridge, pero sobre todo con Harry.

- He notado que está distante de ustedes —respondió él, con una mezcla de curiosidad y preocupación.

- Sí —admití—. Apenas quiere hablar con nosotros. Se aparta, se encierra en sí mismo, y cuando está con nosotros, parece irritado todo el tiempo. Nos responde mal por cualquier cosa. No sé cómo ayudarlo.

- Sabes lo que significa, ¿verdad? —preguntó Draco.

- Sí —respondí, suspiré con pesar por lo que estaba a punto de admitir—. Él está entrando en su mente.

Draco asintió en silencio, compartiendo mi preocupación, pero también consciente de que ya no estaba en nuestras manos; era Harry quien debía darse cuenta de lo que le estaba ocurriendo. Aun así, no quería quedarme atrapada en esos pensamientos, no aquí, no ahora, no estando con él.

- ¿Qué tal te ha ido a ti estos días? —pregunté, cambiando de tema, queriendo aprovechar estos momentos para centrarnos en nosotros y no en los demás.

- Bien. Yendo a clases, jugando Quidditch y pasando tiempo con los chicos. Nada fuera de lo normal —respondió con naturalidad—. ¿Y tú?

- Bien, aunque Umbridge está siendo un verdadero dolor de culo —refunfuñé, recordando cómo en cada clase y rincón del castillo me la cruzaba. Sentí la mirada de sorpresa de Draco sobre mí.

- ¿Hermione Granger diciendo malas palabras? —bromeó, y no pude evitar sonreír mientras le daba un pequeño empujón con mi hombro. Ambos soltamos una risita.

- Es que no la soporto —suspiré profundamente—. Parece Chucky. Cada sitio al que voy, me la encuentro - Draco me miró con una mezcla de extrañeza y una pizca de risa en sus ojos.

- No sé quién es ese Chucky, pero no parece una referencia tan bonita —respondió Draco con tono burlón—. Sin embargo, tengo el presentimiento de que, si Dumbledore sigue desapareciendo, las cosas van a empeorar aún más con ella - Suspiré molesta, lo cual provocó una leve risa en Draco antes de que me besara suavemente en la cabeza.

𝒜𝓂𝑜𝓇 𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora